miércoles, 17 de noviembre de 2010

Comunicadores católicos… ¿y qué?


El. P. Glenm Gómez nos ofrece una valiosa reflexión sobre la importancia de los profesionales católicos en los medios


Comunicadores católicos… ¿y qué?
“Soy estudiante de periodismo y, al terminar mi carrera, me encantaría trabajar en algún medio de comunicación de la iglesia pues intuyo que falta
mucha profesionalización en ellos. Al mismo tiempo, me gustaría trabajar en medios “profanos” pues pienso que los periodistas católicos podríamos prestar un gran servicio si, realmente, asumiríamos nuestra fe, con todo lo que ello implica (…) Ana Laura Sequeira L.
Con esa reflexión previa, esta lectora me obliga a profundizar un tema actual y, a la vez, delicado, a saber: el compromiso del cristiano en el mundo de la comunicación
.

1)Profesionales en medios católicos

Según Aetatis Novae: “las comunicaciones que se hacen en la Iglesia y por la Iglesia consisten esencialmente en el anuncio de la Buena Nueva de
Jesucristo”. (Cf. AN 9) En otras palabras, el Evangelio es la fuerza que da contenido a su misión.
Desde esta perspectiva, quienes trabajen en los medios católicos deben tener, principalmente, una sólida formación doctrinal y espiritual que les
permita comunicar una visión positiva de la historia, apuntando al destino trascendente de la persona humana, defendiendo su dignidad a toda costa y poniéndose, siempre, al lado de la justicia, de la verdad, de la solidaridad, de la paz y el bien común.
Este ideal, antes que excluir, justifica la necesidad de preparar en el campo de la comunicación social a cuantos participan en dichos medios.
Abiertamente, esta ha sido una tarea descuidada por la Iglesia… Sin duda, el periodismo, como profesión, dentro o fuera de la Iglesia, presta una función social. Esta realidad, comúnmente soslayada por los medios comerciales, ofuscados en la búsqueda de sus propios beneficios, es fundamental para nuestros medios de prensa escrita, radio, televisión e Internet.
Con sus propios medios de comunicación, la Iglesia debe garantizarle a la sociedad la presencia de comunicadores profesionales, que sepan ejercer con
responsabilidad su tarea; hombres y mujeres con vocación de servicio y formación de calidad, con criterios sólidos y capacidad de análisis.
Periodistas que, en última instancia, realicen una acción, auténticamente, evangélica y, a la vez, social y culturalmente comprometida.
Únicamente así, conseguiremos encarnar el objetivo que inspira, según el Padre Federico Lombardi, a los medios católicos: “Nosotros vemos el anuncio
de la Iglesia estrechamente relacionado con la realidad del mundo; no pensamos en una comunicación católica separada de una comunicación
"profana", aquello que nos interesa es el hombre, todo el hombre y sus problemas vistos desde la perspectiva del Evangelio.”

2)Periodistas católicos en medios seculares
Con esta propuesta se presenta un verdadero “discipulado”, sobre todo si hacemos referencia al compromiso del laico en el mundo.
Un periodista católico, no es acólito de ningún obispo. Es un profesional de altura con solvencia espiritual.
Pablo VI, en una alocución a obreros utilizó una expresión, ciertamente, reveladora: “Hermanos queridos, les voy a decir para que sirve la fe: sirve para la vida…”
En este sentido, la periodista Remedios Falaguera es clara en su descripción: “No me cabe duda que hoy, como en los tiempos de la cristiandad primitiva, ser católico resulta peligroso. Pero, ser periodista católico, vivir de la fe, defenderla con su testimonio y poner sus talentos, llenos de imperfecciones, al servicio de la sociedad sin importarle los graves sufrimientos físicos, económicos y morales que ocasiona esta decisión, es heroico.”
En síntesis, en el mundo de las comunicaciones sociales un periodista católico tiene su propio perfil. Es un cristiano tolerante y dialogante pero firme en sus convicciones; respetuoso con la sociedad pluralista en la que vive, pero valiente para presentar las verdades que defiende. Y, de esos católicos, no tenemos muchos…



* Miembro del Colegio de Periodistas de Costa Rica y la Asociación Costarricense de Comunicadores Católicos

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