jueves, 31 de marzo de 2016

Los católicos no tenemos ningún motivo para celebrar el 31 de octubre de 1517



por Cristian Hernan Andrade *
En el libro «Informe sobre la esperanza. Diálogo con el cardenal Gerhard Ludwig Müller», publicado por la BAC en España, el Prefecto de la Congregación para la Doctrina y la Fe asegura que la Iglesia Católica no tiene motivo alguno para celebrar el V Centenario del inicio del protestantismo.

miércoles, 30 de marzo de 2016

Resurrección y política.


por  Cardenal Antonio Cañizares
El verdadero mensaje de la Pascua es: Dios existe y el que comienza a intuir qué significa esto, sabe qué significa ser salvado. 

martes, 29 de marzo de 2016

lunes, 28 de marzo de 2016

domingo, 27 de marzo de 2016

Nueva era en el mundo de los negocios.

Por: Darío H. Schueri 
El verdadero fin de la guerra fría no comenzó con la llegada de Barak Obama a Cuba, sino con el desembarco de los Rolling  Stones en La Habana, porque los cambios en los espíritus sociales son culturales.

viernes, 25 de marzo de 2016

Entrevista de “Que no te la cuenten” al Prof. Roberto de Mattei.

Presentamos aquí la entrevista que, hace apenas unas semanas, pudimos realizar en Roma con profesor Roberto de Mattei, catedrático de historia contemporánea y reconocido escritor católico[1].

La transcripción de la entrevista completa, traducida por mí del italiano, puede leerse aquí. p. Javier Olivera Ravasi

jueves, 24 de marzo de 2016

miércoles, 23 de marzo de 2016

El feminismo y su vínculo con la pedofilia.

Por Agustín Laje.
Hay dictaduras que no se institucionalizan; que no necesitan del recurso de la fuerza en altas magnitudes para mantener a la sociedad sumida en sus dictados.

martes, 22 de marzo de 2016

La verdadera discusión de fondo.


por Alberto Medina Méndez
La política contemporánea invita permanentemente a encarar debates que son absolutamente periféricos e intranscendentes, que tienen la intención de ocultar contenidos de mayor magnitud.

lunes, 21 de marzo de 2016

Putin se confiesa: “Soy comunista”.


Por Luis Dufaur
A menudo oímos, de personas que profesan ideas tradicionales o conservadoras, elogios rasgados al actual gobernante ruso, Vladimir Putin. Lo exaltan como acérrimo defensor de la religión, la moral, la familia, el orden tradicional, etc., y lo proponen como un ejemplo de líder político para todo Occidente.

domingo, 20 de marzo de 2016

Sinceridad cruel.

Por: Darío H. Schueri
El tratamiento de conducto que el gobierno nacional está aplicando en la economía tiene su impacto más cruento en la quita de subsidios. 

sábado, 19 de marzo de 2016

Marco Rubio, un católico hacia la Casa Blanca.


"Una emoción misteriosa y profunda me trajo de vuelta a la Iglesia", confiesa el candidato, de origen cubano.
 por Arthur Herlin

viernes, 18 de marzo de 2016

Decadencia

por Juan Manuel de Prada
Afirmábamos hace un par de semanas que progreso material y civilización son conceptos que nada tienen que ver entre sí; y que a veces, incluso, pueden resultar conceptos antípodas, si el progreso material no se subordina a las necesidades de orden moral y espiritual que fundan y sostienen una civilización.

jueves, 17 de marzo de 2016

Después de los holdouts, los buitres de acá…

por  Gabriela Pousa  
Argentina fue durante doce años el país del relato. Construido en base a eufemismos y maniqueos manejos del mensaje se creó una ficción que hoy cae por su propio peso.

miércoles, 16 de marzo de 2016

Prefectura hundió a un barco chino que pescaba ilegalmente.


Luego de llevar a cabo el protocolo de advertencia, y al comprobar que el buque intentaba fugarse hacia aguas internacionales, Prefectura Naval realizó disparos intimidatorios.

martes, 15 de marzo de 2016

Los medios de comunicación como productores de sentido (1).


 por  Alberto Buela (*)

Hay dos clases de ignorancia, enseña Sócrates al bello Alcibíades: una consiste en creer saber lo que  no se sabe y otra, en no saber algo y darse                                                             cuenta de ello.

lunes, 14 de marzo de 2016

El costo de oportunidad de la dilación.


El interminable debate en torno al dilema sobre si la gestión de las reformas debe abordarse con políticas de shock o con una dinámica más gradual, omite el análisis de aspectos profundos, demasiado relevantes.
Los defensores de las estrategias más frontales sostienen que generar transformaciones implica encararlas con contundencia. Saben que no se lograrán triunfos de la noche a la mañana y que la implementación puede hacerse secuencialmente, pero siempre transitando un sendero definido.
En algunas ocasiones se confunden los términos y se intenta hacer creer que un esquema como el descripto es invariablemente abrupto y desordenado. La tarea consiste en gestar puntos de inflexión, modificando los sistemas de incentivos, de premios y castigos, orientándolos con mayor inteligencia y una eficiencia superior.
Los resultados jamás aparecerán mágicamente, pero una categórica mutación de las reglas de juego puede ser vital para alterar el rumbo de los acontecimientos y esperar palpables mejoras en un plazo razonable.
Del otro lado, los promotores del gradualismo afirman que las políticas de impacto son bruscas, políticamente inviables y sus consecuencias son inhumanas, nefastas y exageradamente negativas para la mayoría.
Es cierto que tomar medidas drásticas produce efectos inmediatos y trae consigo importantes secuelas. Eso es indudable y no debe ser negado. En todo caso, se deben contrastar las evidentes ventajas y los ineludibles inconvenientes que vienen de la mano de esas duras determinaciones.
Son muy pocos los que están dispuestos a desnudar con idéntica potencia, el precio de la inacción, el verdadero costo de las demoras. No hacer nada, o hacer poco, también tiene derivaciones. Es probable que no sean tan notorias en el corto plazo, pero no por ello consiguen ser menos destructivas y nocivas para demasiada gente.
La invitación a elegir opciones aparentemente más suaves, placenteras, cómodas y políticamente correctas encierra una trampa brutal impregnada de una gran deshonestidad intelectual. Lo gradual ofrece un camino escalonado, pero esa tardanza tiene gigantes costos ocultos que pretenden ser minimizados. No parece saludable esconderlos bajo la alfombra.
Cuando se sostiene eternamente un régimen de subsidios inmoral solo para evitar las consecuencias de quitarlo, se debe asumir con sinceridad que se seguirá esquilmando a muchos ciudadanos detrayendo una parte importante del fruto de sus esfuerzos personales cotidianos para sustentar a otros que no lo están haciendo, ni tienen intenciones de hacerlo.
Prolongar el saqueo institucional puede parecer más sutil, pero solo lo es para los que reciben la ayuda. Para los que siguen pagando la fiesta, eso es impiadosamente perverso. Suponer que dejar todo como está o modificarlo tenuemente no tiene costo alguno es de necios, pero también de cínicos.
Los economistas saben que las alternativas que ofrece una inversión deben ser evaluadas y consideradas a la hora de tomar la decisión. A eso llaman "costo de oportunidad". En materia de decisiones personales, familiares y también sociales, ese mismo concepto conserva su sentido equivalente.
No hacer nada, detenerse frente a lo necesario e inevitable implica también aceptar que esa decisión tiene inexorables ramificaciones para todos. Los eventuales damnificados a los que se intenta proteger deberán postergar la oportunidad de hacer lo correcto y arrancar la nueva era cuanto antes.
No se extirpa un tumor por etapas aduciendo que es menos doloroso. Se toma la decisión de enfrentar el problema con coraje y se asumen los riesgos, el circunstancial daño emergente, siempre sabiendo también que hacerlo ahora es mucho mejor que posponerlo indefinidamente.
El único caso en el que se decide no hacer nada, es cuando se considera que el paciente está en una fase terminal y no tiene chance alguna de sobrevivir. Allí se opta por garantizar calidad de vida acortando los tiempos de supervivencia. Si el diagnostico de la política es que administran un enfermo sin futuro, sería bueno que lo digan. Si por el contrario, como suelen recitar, el porvenir es sinónimo de éxito, es hora de apurar el tranco porque a este ritmo dilapidarán las oportunidades de corregir errores.
La sociedad tiene enormes responsabilidades en esta parodia. No se puede pretender a vivir  en el primer mundo sin hacer significativos sacrificios, con cobardía y gradualismo. Es hipócrita creer que se pueden conseguir grandes logros sin atravesar contingencia alguna. Si se desea prosperar, hay que estar dispuestos a hacer todos los deberes.
Esta situación actual no es mérito exclusivo de la dirigencia política, sino también de esta sociedad que declama ampulosamente algo que luego no puede sostener con actitudes individuales concretas. Pareciera que quienes dicen aspirar a los cambios, no lo desean con tanto fervor.
Cierta actitud timorata, ambigua, repleta de dudas y contradicciones, invade las mentes de quienes desean progresar, mientras prefieren permanecer en la zona de confort que les ofrece la continuidad infinita.
Es posible que la victoria final esté a la vuelta de la esquina, pero no se llega hasta allí con ridículos zigzagueos, posturas temerosas y midiendo cada paso. La meta soñada requiere de valentía y claridad suficiente, ya no solo para alcanzarla, sino para intentar recorrer ese trayecto con convicción.
La discusión política prosigue casi sin sentido. Por ahora el gradualismo gana la batalla. Sería bueno que los que apoyan esa visión comprendan que los supuestos perjuicios que pretenden evitar son reales y siguen allí. Aunque no puedan visualizarlo existe el costo de oportunidad de la dilación.

www.existeotrocamino.com


martes, 8 de marzo de 2016

La inseguridad. Esa prioridad postergada.


por Alberto Medina Méndez

No existe encuesta de opinión en la que este tema no ocupe el podio. En la inmensa mayoría de ellas, la inseguridad lidera el ranking de las preocupaciones cívicas. Sin embargo su abordaje siempre queda pospuesto.

domingo, 6 de marzo de 2016

sábado, 5 de marzo de 2016

Como el menemismo antes de Cavallo.



Macri no tiene los amigos que tenía Carlos Pellegrini.
Como el menemismo antes de Cavallo, escribe Jorge Asís, especial
para JorgeAsísDigital

jueves, 3 de marzo de 2016

Los últimos cruzados.

por Carmelo López-Arias 
En la abundante bibliografía divisionaria había un agujero referido a uno de los colectivos más singulares que participaron en la campaña de Rusia: los sacerdotes.

miércoles, 2 de marzo de 2016

La pedofilia en la Iglesia. A propósito de la película Spotlight.


 Por Carlos F. Hernández-Sánchez * En muchas ciudades del mundo de nuestra gran aldea global están presentando en las pantallas del cine la aguardada y polémica película Spotlight (en algunos países latinoamericanos, por ejemplo, en Colombia fue traducida como “En primera plana”, ya en España recibió el título de “Destapa la verdad”).

martes, 1 de marzo de 2016