miércoles, 6 de abril de 2011

SANTA FE: LAS TENDENCIAS PARA LA INTERNA ABIERTA DEL 22 DE MAYO


Giustiniani avanza y en el PJ habría polarización entre Rossi y Mercier-Baltuzzi.

Por Alexis Di Capo para el Informador Público

En el Frente Cívico y Social se abrió una interna feroz entre el candidato de Hermes Binner, el médico Antonio Bonfatti, y el jefe del partido (PSP), el ingeniero Rubén Giustiniani.
Hasta ahora todos los analistas aseguran que Giustiniani lleva ventaja (ayer se conoció un reportaje a Fidanza en el diario La Capital que asegura que éste está mejor considerado y es más conocido). Esta realidad desespera a Binner, ya que de perder esa interna quedaría completamente descalificado para la carrera nacional. La división del socialismo abre una posibilidad al radical Barletta (ex rector de la UNL y actual intendente de Santa Fe) que cuenta con un buen candidato a intendente de Rosario, el abogado de la AFIP, Jorge Boasso. Con mucha menos chance pero con loable perseverancia participa también como cuarta lista en esa interna el ya legendario Changui Cáceres.

Rossi encabeza

En el “Frente Santa Fe para Todos” se ha abierto un lucha sin cuartel entre kirchneristas, Agustín Rossi, por un lado y Rafael Bielsa, por otro. Con abundante dinero de las distintas cajas K, se están matando por debajo de la mesa. Rossi cuenta con mayor estructura, con más gremios y más apoyo de intendencias y comunas, regadas con subsidios y ATN. Además ha tenido más perseverancia que su principal contenedor dentro del kirchnerismo. Bielsa cuenta con la misma abundancia de caja, el apoyo del viejo líder de la UPCN provincial (Maguid) y algunas intendencias y comunas. Tiene en su contra que hace 35 años que no vive en Santa Fe y aún continúa viviendo en la Capital.

Hay una tercera opción que podríamos llamar el kirchnerismo “light”, que de entrada se definió en apoyo de Cristina, y goza también de un ostensible financiamiento gestionado por el Chueco Juan Carlos Mazzón. Es el intendente Omar Perotti, de Rafaela, que en el conflicto del campo apoyó la 125 y ello le costó numerosos dolores de cabeza. Mantiene un discurso ambiguo, tratando de simular cierta independencia, con el eufemismo de “mantener una relación madura con el gobierno nacional”. Pretende estar bien con Dios y con el diablo. Su campaña es ostensiblemente costosa y pretende ganar una parte del mercado K y una parte del mercado “no K”.

La opción anti-k

La cuarta opción, la lista “Soy Federal”, está encabezada por dos figuras del reutemismo, el actual senador provincial Juan Carlos Mercier y ex diputado nacional Ángel Baltuzzi. Esta propuesta se dirige claramente al mercado no kirchnerista, tanto al Peronismo Federal como a sectores independientes que conservan cierto rencor contra el esquema “K” desde el conflicto agrario, que tuvo en Santa Fe uno de sus epicentros. El slogan de campaña es “NO SOY K, SOY FEDERAL”. El mensaje directo y sin ambigüedades de Mercier-Baltuzzi es contundente y se trata de la última lista en formarse, que fue boicoteada de todas formas, ya que la estrategia de la Rosada eran tres listas kirchneristas que le permitieran festejar cualquiera fuera el resultado. No se puede aventurar un éxito de los anti-k, pero sí puede decirse que, mientras las otras listas disputan un mismo mercado, éstos tienen una franja exclusiva, sólo carcomida por derecha por el PRO del Midachi Miguel del Sel, que tras la sorpresa de los primeros momentos parece ahora en una meseta descendente.

“Soy Federal” ha comenzado en esta semana con alguna publicidad estática, pero el discurso de los candidatos es claro e inequívoco. Puede ser la lista sorpresa. En cualquier caso, aun en el supuesto de que no gane, tiene seguramente la llave para hacer perder al kirchnerismo en la elección general. Baste recordar que Reutemann le ganó a Giustiniani la banca de Senador sólo por 14.000 votos. Bien es cierto que combatió simultáneamente contra el aparato provincial y el nacional representado por Rossi, candidato a diputado en esa elección. Se descuenta que la fórmula MERCIER-BALTUZZI va a superar largamente esa cifra, aun en la peor de las hipótesis. De todas maneras, el esfuerzo se realiza apuntando a sacar ventajas de la inicial división K en tres opciones diferentes y litigantes entre sí.

En síntesis, el menú de la interna abierta peronista parece favorecer la polarización entre el kirchnerismo puro, representado por Rossi, y el antikirchnerismo de Mercier-Baltuzzi.

Los que tienden a ser un mix y quedan en el medio, como Perotti y Bielsa, podrían quedar relegados.

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