Jesucristo.
Por Carlos E. Viana para el Informador Público.
Norma Morandini, Luis Juez y, en su momento, antes de ser traicionado, Pino Solanas, más algunos periodistas, afirmaron que Hermes Binner, ahora candidato a Presidente, es y fue el mejor gobernador de Argentina.
Examinemos los hechos.
Según la Asociación de Abogados Ruralistas, en los últimos ocho años de gobierno K, la Provincia de Santa Fe ha perdido 14.000 millones de dólares, mediante las salvajes retenciones agropecuarias, el intervencionismo de la ONCA, sus instituciones herederas y la Secretaría de Comercio.
Claro, éste fue el gobierno Progue Nacional, con su mercantilismo económico de la España del Siglo XVI. Raro progresismo retrospectivo. Sin embargo, en los últimos cuatro años, este gobernador, “el mejor del país”, declaró que el Gobierno Nacional tiene derecho a establecer retenciones agropecuarias y a intervenir en los mercados. ¡Qué gran defensa del federalismo!
Cuando se votó la 125, si bien el Senador socialista por Santa Fe, Rubén Giustiniani, votó en contra, aclaró que las retenciones deberían imponerlas las provincias y, al mes siguiente, Binner, siguiendo el ejemplo K, envió a la legislatura provincial un proyecto, aumentando excesivamente el impuesto inmobiliario rural, cosa que no pudo ser por la oposición del senado provincial, dominado por el Frente para La Victoria, el cual, después, arregló con Binner y al año siguiente aprobaron el aumento.
Tampoco se preocupó el gobernador de presionar al Gobierno Nacional para que implementara el ya aprobado proyecto del Complejo Ferrovial Rosario, esencial para el transporte de granos a las terminales portuarias del Sur de Santa Fe, ni tampoco de insistir ante los Kirchner para que se dragara a más de 34 pies el canal de acceso a los 23 puertos privados que rodean a Rosario y que abarataría el flete, trayendo riqueza para toda la Nación, pero especialmente para la Provincia de Santa Fe.
La situación financiera de la Provincia y de su principal municipalidad, que también gobiernan los socialistas, es deficitaria, pero el número de empleados públicos, por lo general afiliados, aumenta constantemente y ellos se precian de que debe haber más Estado. Cuando renunció Usandizaga, la Municipalidad de Rosario contaba con unos 5.000 empleados; ahora, después de dos gestiones de Binner como intendente, hay alrededor de 20.000. El ejecutivo provincial tiene déficit, pero la familia socialista está bien atendida: casi todos tienen cargos provinciales o municipales. La solidaridad comienza por casa.
La luz que provee la Empresa Provincial de la Energía es la más cara de la Nación y del Mercosur. La estatizada Aguas Santafecinas sólo se ha sumado a los cortes ilegales de calles, haciendo pozos, cortando las mismas sin hacer nada más, mientras que en verano también aumentaron los cortes de agua. Es decir que, en cuestión de cortes de calles, hay en Santa Fe también cortes oficiales. Sin embargo, la carga impositiva provincial y en los municipios socialistas ha aumentado mucho.
Pero lo más doloroso y frustrante es que chicos de 5 ó 6 años están en las principales avenidas de Rosario o Santa Fe pidiendo limosna, mientras que muchos carenciados recorren las calles buscando comida en la basura, en la Provincia que en producción de alimentos es sólo superada por la de Buenos Aires.
En educación, la misma dejó de ser realmente obligatoria. Basta ver a los chicos pidiendo en vez de ir a la escuela. En esto coincide con el gobernador otro progue y candidato también a Gobernador de Santa Fe, Agustín Rossi, quien se opuso públicamente a la educación obligatoria. La Presidente dijo que los chicos antes iban a la escuela a comer y ahora van a estudiar. Ella y Binner se equivocan: ahora no van ni comen, en la Nación que en base al número de habitantes es la primer productora de alimentos del mundo y en la Provincia que es también en base a su número de habitantes, la primera productora de alimentos de Argentina.
En cuanto a seguridad, la Ciudad de Santa Fe es la más insegura del país y en Rosario son asaltadas, golpeadas, violadas y asesinadas numerosas mujeres y, al mediodía, se asalta a mano armada, en pleno centro de Rosario, mientras que la policía provincial, temerosa de violar los derechos humanos de los delincuentes, no toma las denuncias para no aumentar las estadísticas de delitos violentos, que ya rivalizan en números porcentuales con las del Gran Buenos Aires, del otro “gran gobernador” Scioli, con el cual Binner también coincide en otra cualidad, la sumisión ante la Presidente. Claro, en la Provincia, los derechos humanos y la impunidad son sólo para los delincuentes; los ciudadanos honestos no los tienen.
También coincide en algo más: la droga es prácticamente de venta libre en la Provincia; los nudos del narcotráfico en la zona de San Lorenzo están ignorados y los chicos en las villas afrontan el frío fumando pegamento que les destruye el cerebro, mientras muchos de ellos se transforman en delincuentes juveniles y, por ende, impunes. Las secciones para ayuda a los drogadictos, en los hospitales provinciales y de la Municipalidad de Rosario, prácticamente no funcionan.
No obstante, hay dinero para comprar caros edificios para establecer museos de la memoria, favorables al terrorismo rojo. Sólo hay un aspecto en el que funciona bien la Provincia y la Municipalidad de Rosario: es en la salud pública, cosa que debe reconocérseles, pero no alcanza para declarar a la gobernación como la mejor de la Nación.
Frente a todo esto, Binner lanzó su candidatura presidencial separándose de Ricardo Alfonsín, un día después de haber usado a los radicales para las internas abiertas, y también lo ignoró al progre Pino Solanas, dejándolo solo. Estas dos medidas no fueron principistas ni gratuitas, favorecieron la candidatura de Cristina Kirchner, dividiendo a la oposición, y entonces Cristina lo invitó a Binner a inaugurar un gasoducto con otro progre, que nos quiere remitir nuevamente a las chozas, Evo Morales. En realidad, el Mejor Gobernador nos está introduciendo progresivamente en el túnel del tiempo, pero hacia atrás.
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