Los resultados de las recientes elecciones si bien no anticipan la elección presidencial del 23 de octubre, sí han cambiado el clima político: comienza a plantearse que un triunfo de la oposición ha pasado a ser posible.
Tras la victoria: ¿puede ser Macri el elector?
Por Rosendo Fraga
Mauricio Macri ha obtenido una victoria clara y contundente en la segunda vuelta para la elección de Jefe de Gobierno porteño y lo hace después que hace tres semanas se impusiera por casi 20 puntos y una semana después de que su candidato para la Gobernación de Santa Fe (Del Sel) obtuviera un éxito electoral inesperado al quedar segundo con el 35% (sólo 4 puntos detrás del candidato socialista y 13 delante del kirchnerista).
Se trata de hechos que si bien no anticipan el resultado de la elección presidencial del 23 de octubre, sí han cambiado el clima político: comienza a plantearse que un triunfo de la oposición ha pasado a ser posible, cuando la mayoría de los encuestadores y analistas -aunque no todos- planteaba la consigna Cristina ya ganó.
La paradoja es que el ganador político-electoral de las últimas semanas no sólo no es candidato a Presidente, sino que además no presenta una candidatura nacional. Es más: sus candidatos a diputados nacionales tendrán que recurrir al complejo corte de boleta no sólo el 23 de octubre, sino también en las internas obligatorias del 14 de agosto, en la mayoría de los distritos.
El próximo domingo 7 de agosto se realizan las elecciones de gobernador en Córdoba, donde ninguno de los tres candidatos principales apoya al kirchnerismo. Los cordobeses del PRO se dividen en esta elección entre quienes apoyan al candidato justicialista enfrentado con la Casa Rosada (De la Sota) y el radical (Aguad).
Esto comienza a plantear la cuestión en la política nacional, de si Macri va a usar su poder como elector y de hacerlo a favor de quién lo empleará.
Si bien lo votos no se transmiten automáticamente, el apoyo de un dirigente político a otro en una elección puede jugar un rol importante a su favor. Como ejemplo reciente, baste mencionar la clara definición en Santa Fe de Carlos Reutemann a favor de Del Sel cuatro días antes de la elección santafecina.
La elección cordobesa quizás plantea las dos alternativas posibles que tendría Macri si decide apoyar algún candidato a Presidente: Duhalde y Alfonsín.
Con el primero tiene una vieja relación desde sus inicios en la política ya una década atrás. El actual Jefe de Gobierno porteño fue uno a los que, en 2002, el entonces Presidente le ofreció la candidatura a Presidente, que finalmente declinó.
Con Alfonsín la relación es más difícil. En reiteradas oportunidades el candidato radical dijo públicamente mi límite es Macri, cuando negociaba con Narváez como candidato para la Gobernación bonaerense y al mismo tiempo pretendía que Hermes Binner fuera su candidato a la Vicepresidencia.
Las primarias obligatorias no sólo serán una suerte de elección anticipada o gran encuesta verídica, sino que también serán una suerte de gran interna abierta de la oposición.
Quien quede primero en el campo opositor, pasa a tener fuertes posibilidades de polarizar el voto contra el kirchnerismo en las elecciones del 23 de octubre.
Hasta el momento, Alfonsín parece estar en esta posición y Duhalde en segundo lugar.
La cuestión es que si Macri -como Reutemann- decidiera apoyar públicamente al ex presidente justicialista como su candidato en las primarias obligatorias -como hizo con Miguel Del Sel-, sus posibilidades de alcanzar a Alfonsín crecen significativamente.
Macri puede no apoyar ningún candidato el 23 de octubre y puede tampoco hacerlo el 14 de agosto. Hoy, más de un dirigente en el PRO se pregunta si no hubiera sido lo correcto que el actual Jefe de Gobierno porteño compitiera por la Presidencia en 2011.
Pero la pregunta que surge ahora es si dejará de lado o no la posibilidad de jugar como el elector en el campo opositor en las próximas semanas.
Fuente: NuevaMayoria.com.ar
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