lunes, 19 de septiembre de 2011

PARO DOCENTE E INTERNA POLÍTICA

Por: Darío H. Schueri – Desde Santa Fe (18/9/2011)
¿Los maestros le hacen un paro inconcebible al gobierno socialista ò a la coalición FPCyS?. ¿Cuánto tiene que ver esta medida de los docentes con la guerra fría entre radicales y socialistas que por lo visto no repara en territorios?.

¿Estamos viajando al futuro político santafesino?.
Si las relaciones no estuvieran tan estropeadas entre los socialistas gobernantes y los radicales, que por carácter transitivo inmoviliza al resto de los Partidos aliados, hoy estaríamos asistiendo a una conferencia de prensa conjunta entre las distintas fuerzas que componen el Frente para explicar porque los maestros quieren jubilarse con 25 años de servicio (la Ley exige 30) mas allá de que lleguen o no a la edad límite (57 para las mujeres y 60 para los varones), mientras el gobierno les ofrece la creación de 350 cargos pedagógicos – que ahora retiró obviamente – para que los docentes que no estuvieran en condiciones de estar frente a un aula y por edad no pudieran jubilarse se desempeñen allí.
Tiempo atrás advertimos que Amsafé estaba cruzando una frontera peligrosa para internarse en un callejón escabroso del cual difícilmente podría volver, y por eso la actitud del gobierno debía ser lo menos destemplada posible en materia discursiva para no empeorar las cosas (no creemos que lo hayan hecho adrede para empujarlos al borde del abismo). La sobrepasada secretaria general de Amsafé Sonia Alesso admitió que el voto de los maestros (14.000 rechazaron la propuesta y 11.000 la aceptaron) tuvo un "componente" de bronca y enojo con Binner, cuando dijo que los docentes "se quieren jubilar con 20 años de servicio" y esa era "la mejor forma de fundir la Caja". "Esas declaraciones irritaron mucho a la docencia", dijo Alesso cuando la conducción del gremio había promovido la aceptación de la propuesta previsional de Binner y hasta se dice que militó la moción en las escuelas. Era una jugada riesgosa: ¿quien no quiere jubilarse antes de tiempo si fuese posible?. ¿Qué tenían para perder los maestros?. Nada. En el peor de los casos las cosas, que no son terminales como un reclamo salarial, seguirán como están.
De paso, la feroz interna gremial entre Rosario y el Santa Fe esta vez le resultó favorable a los sureños, que contaron con la encomiable ayuda de las disidencias entre radicales y socialistas; “fíjense como votaron masivamente en Las Colonias, Caseros, Obligado y Castellanos históricamente vinculados a un partido del Frente Progresista que no es el PS”, deslizó suspicaz un conocedor del paño gremial docente. En esos Departamentos el rechazo fue contundente.
Ni lerdo ni perezoso, el líder de UPCN Alberto Maguid salió a pedir los mismo beneficios para sus afiliados, en especial los trabajadores de la salud –sobremanera los de los sectores más críticos- deseo que ya fue plasmado en un proyecto de Ley de la diputada Silvia De Césaris, quien había señalado que el personal hospitalario, del sector asistencial, preceptores, celadores y asistentes escolares cumplen funciones que generan un desgaste y una alta exposición al stress.
Mientras se abre este frente de tormenta, Binner tiene que actuar como padre de dos familias: la deteriorada del FPCyS santafesino, y la recientemente constituida a nivel nacional: el FAP, que ya presenta algunas divergencias entre sus integrantes a partir del caso Schoklender y las dilaciones del jefe que columpió entre una “oposición seria y responsable” sospechada de funcional al kirchnerismo, que mutó en un cambio de actitud no solo criticado desde la misma coalición, sino vista con recelo por la sociedad y los Medios (no adscriptos al gobierno, se entiende) como una señal de falta de carácter.
En el plano doméstico, las disfunciones estructurales están llevando al FPCyS al borde del divorcio definitivo, a menos que, como bien planteó un futuro senador radical, exista en lo inmediato una cumbre (que no se realiza desde hace más de un año) de la cúpula del Frente para enderezar lo que parece destinado al descarrilamiento definitivo.
Desarreglos en el Frente gobernante que el eclosionado peronismo aprovecha como savia milagrosa para mostrarse como fuerza coyunturalmente unida para, por ejemplo advertir que los diputados no entrarán al recinto a dar quórum para tratar la creación de cargos para los nuevos institutos creados por la reforma del Código Procesal Penal hasta que el oficialismo, que tiene ajustado número para sesionar de igual manera, no lo haga. Como anillo al dedo.
El peronismo se retroalimenta por ahora de las desavenencias oficialistas (mas o menos como los rivales de River Plate en el Nacional B) hasta tanto tenga mayoría en ambas Cámaras legislativas a partir del 10 de diciembre y su responsabilidad institucional sea peligrosamente tentadora. Mientras tanto, sacan provecho de la ocasional guerra fría entre radicales y socialistas, y le venden armas a ambos bandos.
La soterrada puja entre radicales y socialistas que incluye la apertura del libro de pases del futuro gabinete por parte del futuro Gobernador Antonio Bonfatti abrió frentes de batalla en la Legislatura por cuestiones internas relacionadas con la creación de cargos (algunos necesarios por fallecimientos y jubilaciones) antes de que desembarquen las nuevas autoridades y legisladores, siempre renuentes a esas menudencias administrativas en los albores de las gestiones, sobremanera en Diputados adonde la futura conductora del Cuerpo, María Eugenia Bielsa ya avisó que ella no desenfundará la lapicera para tal menester. Conducción de Bielsa que un referente kirchnerista reelecto reprochó que se esté dando por sentado desde el periodismo.
Postales del futuro inmediato.





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