(AA) La presidente Kirchner instruyó al ministro de Planificación Julio De Vido, para que el Estado se presente como querellante en la causa donde se investigará las razones que llevaron a la muerte a 51 personas arriba del ferrocarril Sarmiento.
Busca eludir responsabilidades asumiendo un rol de víctima.
Lejos de quitar la concesión de TBA o de pedir la renuncia del secretario de Transporte Juan Pablo Schiavi, el ministro de Planificación Julio De Vido anunció durante la tarde del 23 de febrero que el Estado argentino será "el principal querellante" en la causa judicial por la tragedia de Once.
Por su parte, la presidente Kirchner, lejos de presentarse en alguno de los hospitales donde se encuentran las víctimas o incluso en la misma estación de Once, mantuvo un perfil bajo y este fin de semana vuela hacia El Calafate para refugiarse de los problemas. Sólo emitió un escueto comunicado de condolencias a última hora del miércoles y promulgó el decreto de dos días de luto nacional.
El silencio de la presidente contrasta con el abundante uso de la cadena nacional que hizo durante 2011. En los seis primeros meses de 2011, por ejemplo, habló 24 veces por cadena nacional. Igual política de silencio siguió durante el día del accidente Canal 7. Mientras todos los canales de televisión mostraban las imágenes de la tragedia, Canal 7 emitía un programa de cocina: “riquísimos helados frutales para hacer en tu casa”.
Cuando la realidad se impone
Sin embargo, por más que se quiera negar la realidad, ésta tarde o temprano termina imponiéndose. Por más de que el gobernante Frente para la Victoria diga que prioriza los intereses de los que menos tienen, el sistema de transporte público es obsoleto. A pesar de los desembolsos millonarios que hace el gobierno a TBA cada mes a través del Sistema Integrado Ferroviario (SIFER), ésto no se ha traducido en inversiones significativas y en una mejora del servicio. Y es obvio que el mantenimiento es insuficiente.
Uno de los directores de la empresa TBA, Roque Cirigliano es un empresario próximo al gobierno y ha aparecido fotografiado junto a Cristina Kirchner en otras oportunidades.
Un delegado sindical ferroviario explicaba que el convoy siniestrado era un Toshiba incorporado a la flota del Sarmiento hace casi 50 años. Y quienes tienen edad suficiente y conocen -padecen- esa línea de trenes saben que, efectivamente, hace medio siglo los "trenes japoneses", como los llamaban los vecinos del Conurbano oeste, constituyeron una auspiciosa novedad. Saben, también, que fue la última modernización sustancial del servicio.
Esta realidad trágica también muestra la falta de controles del estado. El Estado es de hecho quien debería haber controlado el desempeño de la empresa TBA luego de haberle otorgado la concesión. En notas previas hemos resaltado la ausencia del estado a la hora de ejercer controles y sancionar a empresas que no cumplen.
¿El estado querellante?
El estado sigue la misma estrategia que Madres de Plaza Mayo cuando se constituyeron como querellantes en la causa Schocklender por considerarse "perjudicadas" por Schocklender, en el marco del el desvío de fondos públicos que debían ir a la construcción de viviendas. El juez Norberto Oyarbide aceptó el pedido, por lo que no serán imputadas por lavado de dinero o por defraudación al Estado.
De esta manera el gobierno puede tener total acceso al expediente judicial y se muestra como particular damnificado cambiando su postura de “victimario” a “víctima” . Sin embargo, el juez Claudio Bonadío todavía debe evaluar y eventualmente aceptar esta presentación.
La empresa privada que tiene la concesión del tren siniestrado se encuentra bajo la órbita de contralor de la Secretaria de Transporte que depende del Ministerio de Planificación Federal. Dichas áreas y sus funcionarios deben controlar no solo la seguridad del servicio sino también las inversiones de la empresa concesionaria. Queda claro que el gobierno teme que alguno de sus funcionarios sea imputado por el escándalo.
Los artículos 82 y 83 del código procesal penal contienen los requisitos para presentarse como querellante. Se considera “querellante” a un particular que es damnificado del delito, es decir, se que considera víctima de lo sucedido. El art. 82 dice en la primera parte que el querellante podrá "(...) impulsar el proceso, proporcionar elementos de convicción, argumentar sobre ellos y recurrir con los alcances que en este Código se establezcan (...)" lo que significa que el querellante puede "acusar" al imputado.
Sin embargo, el Estado no puede ser a la vez imputado y querellante. Entrevistado por Cadena 3, el diputado radical Gil Lavedra expresó que "el Estado no puede ser querellante" en la causa por el accidente del tren en Once. El legislador especificó que "el Estado puede ser querellante cuando la ley lo autoriza, siempre se requiere que haya una afectación directa y no es el caso". Recordó además Gil Lavedra que en la época del dictador Juan Carlos Onganía se dictó una ley por el cual "el Estado puede presentarse como querellante cuando está comprometido el interés público", pero advirtió que esto no puede aplicarse a todos los casos.
"El Estado no está para acusar, está para responder", señaló el diputado radical, y agregó: "Dentro de las propias filas del Estado tienen que responder por qué razón el mantenimiento de los trenes ha sido pésimo". "El Estado está para dar cuenta de lo que ha ocurrido y no para acusar a nadie", concluyó Gil Lavedra.
Por su lado, Gregorio Dalbón, jefe de la ONG Familiares y Víctimas de Accidentes de Tránsito, dijo que es “imposible” que el Estado se presente como querellante, ya que no es una víctima, sino un victimario. “El Estado Nacional es culpable, le dio la concesión a la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA)”, dijo Dalbón. Por ahora, el único responsable es el maquinista.
Los vergonzosos dichos del secretario de transporte
En sus primeras declaraciones, el Secretario de Transporte dijo que fue "un accidente como vimos muchas veces en los diarios" refiriéndose a accidentes de trenes ocurridos en otros países tales como Alemania, España, Gran Bretaña. "Si pasaba ayer, no era tan grave", dijo.
"Los dos primeros coches. y todos los que usamos el ferrocarril sabemos que hay una cultura muy argentina de esto de ir a la punta del tren para bajar primero y llegar antes y no hacer cola y no esperar el colectivo o bajar más rápido al subte, etcétera. esos dos primeros coches estaban abarrotados de gente, tenían mucha más carga que la que habitualmente. lo cual produjo que el accidente tomara un ribete de tragedia."
"Si esto hubiera ocurrido ayer, que era un día feriado, seguramente ese coche hubiera impactado y hubiera sido una cosa mucho menor y no de la gravedad que fue hoy, que lo constituye en un accidente extremísimo y de muchísima gravedad."
Por estos dichos ha recibido duros epítetos por parte de algunos ultrakirchneristas. "Me da vergüenza ajena que un funcionario sea tan pelotudo" dijo la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini. Por su parte, el dirigente de la Federación Tierra y Vivienda, Luis D'Elía, llamó a “hacer la Perestroika del kirchnerismo” para “derrumbar” al modelo neoliberal impuesto en Argentina.
La noticias en los medios internacionales
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El 'ferrocidio' argentino
La realidad del sistema ferroviario de Argentina
70 muertos y 1.000 heridos por trenes en los últimos 14 meses
Es el triste legado de la corrupta administracion del ex secretario de Transporte, Ricardo Jaime, amigo personal y socio de Néstor Kirchner. Y ahora, de la pésima gestión del actual secretario de Transporte Juan Pablo Schiavi, que desenmascara la terrible situación de los medios de transporte en Argentina.
31 de diciembre de de 2010: Más de 50 personas resultaron heridas, al chocar dos trenes de la línea Mitre que circulaban en la misma dirección a la altura del barrio porteño de Palermo. Ambas formaciones habían salido minutos antes del accidente de la estación terminal de Retiro y se dirigían a José León Suárez.
16 de febrero de 2011: Al menos cuatro muertos y más de 70 heridos, fue el resultado del choque de un tren de pasajeros con una formación provincial ocurrido en las adyacencias de la estación San Miguel. Una formación de pasajeros que estaba detenida a la altura del paso a nivel de la calle Irigoin, a siete cuadras de la estación San Miguel, fue embestida de atrás por un tren de la empresa Ferrobaires.
4 de Abril de 2011: Una locomotora y un tren de pasajeros de la empresa Ferrobaires colisionaron en la madrugada a la altura del kilómetro 143 de la autovía 2, en la localidad bonaerense de Monasterio, provocando 70 heridos. El accidente ocurrió poco antes de las 2, cuando la máquina que iba en auxilio del tren siniestrado lo chocó y provocó decenas de heridos, aunque ninguno de gravedad.
18 de agosto de 2011: 8 personas resultaron heridas cuando un tren de la línea Roca embistió a un colectivo de pasajeros en el partido de Lomas de Zamora.
13 de septiembre de 2011: 11 personas murieron y alrededor de 200 sufrieron heridas a raíz de un choque entre dos trenes de la misma línea Sarmiento y un colectivo que había cruzado con la barrera baja en Flores.
2 de noviembre de 2011: 8 muertos fue el saldo que dejó el choque entre un tren y un colectivo que transportaba niños en San Luis.
22 de febrero de 2012: un tren de la línea Sarmiento chocó contra un andén en la estación Once. Se confirmaron 51 muertos y más de 700 heridos. La formación que chocó estaba llegando a la terminal y dio contra el paragolpes.
Argentinos Alerta
Sábado, 25 de Febrero de 2012 03:01
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