por Guillermo J. Tiscornia.
Responsabilidad histórica de la corporación judicial por el avasallamiento sistemático al Poder Judicial de la Nación. Socavamiento insitucional endémico.
1. La representación minoritaria afincada en el Consejo de la Magistratura alza hoy su voz ante la embestida virulenta que el gobierno de turno sobre cierto sector de la administración judicial, en el cual se debe definir un asunto considerado estratégico para la actual administración ejecutiva; y tiene su lógica si se la entiende en clave a partir de la indisimulable vocación hegemónica profesada por esta misma gestión gubernamental.
2. Se trata de “ir por todo”; ya el gobierno con la inclusión de personas interpuestas ha concentrado su poder sobre la actividad lúdica; lo mismo hubo sucedido sobre el sector energético; y ahora van por otra concentración monopólica: los medios de comunicación. Aniquilar, de ello se trata, al periodismo independiente, y consolidar el aparato publicitario y la propaganda oficial.
Y esa estratégica concentración se sostiene sobre un relato eufemístico: so pretexto de “diversidad y pluralidad informativa”, se busca el desguace de los medios informativos tradicionales para, con personas interpuestas y allegadas al factor de poder de turno, se garantice el relato único y consolide la propaganda oficial.
3. Perfectos conocedores acerca de las sistémica y endémica intromisión de los factores de poder de turno (político, económico y empresarial) sobre la actividad de ciertos magistrados que -a su turno- con su actividad jurisdiccional supieron afectar tales sensibles intereses sectarios, esa misma representación minoritaria guardó un silencio complaciente cuando la perversidad del sistema se encargó de fagocitar a ciertos magistrados.
4. Así muchos otros integrantes de la corporación judicial que hoy exteriorizan su fastidio por ese sistémico socavamiento de parte del poder político sobre ciertos magistrados integrantes de un fuero judicial en particular, nada dijeron cuando los jueces doctores Luis Leiva, Mirta Torres Nieto y Néstor Narizzano fueron virulentamente eyectados de la Justicia, como exclusivo resultado de negociaciones políticas orquestadas en el seno mismo del Consejo de la Magistratura, en cuya sede -sobre todo- se dirimen -y a diario- internas judiciales.
5. También se recuerda acerca de un silencio cobardemente cómplice cuando en el transcurso del año 2007 un más que prestigioso magistrado de la talla del doctor Alfredo Bisordi fue sometido a un verdadero linchamiento público fogoneado en persona por el propio doctor Kirchner y sus aplaudidores motivado en razones de puro corte ideológico. Nada dijo ni tampoco objetó la misma corporación judicial.
6. Hoy el doctor Recondo y varios de sus colegas están siendo víctimas de la perversidad del mismo sistema que con su silencio complaciente ellos mismos contribuyeron a edificar; conocen ellos -además- el escarnio público, la falsa denuncia, y el sometimiento al agravio torpe y gratuito. En una palabra reciben la misma medicina que desde su actitud complaciente contribuyeron a generar.
7. Quizás ahora la misma corporación judicial se encuentre en cabal posición de comprender las graves e irreversibles consecuencias derivadas de la actitud permisiva y complaciente de parte de la misma corporación judicial al haber silenciado la brutal arbitrariedad cometida desde el Consejo de la Magistratura respecto -entre otros- de los magistrados nacionales doctores Alfredo Bisordi, Luis Leiva, Mirta Torres Nieto y Néstor Narizzano, cuyas eyecciones de la administración judicial se erigen en genuinos paradigmas de la aberración y de la perversión institucional.
8. El ataque articulado respecto del doctor Alfredo Bisordi marcó el inicio de una gradual y calculada embestida de parte del gobierno de turno contra la Cámara Nacional de Casación Penal urdida con el deliberado propósito de vaciar su primigenia composición caracterizada por magistrados de formación filosófico-jurídica de neto corte conservador (factor que se erigía en grave escollo para el gobierno de turno en materia de juicios por violaciones a los derechos humanos), en esa misma línea los jueces doctores García y Yacobucci también vieron como su frágil posición de magistrados subrogantes los colocaba afuera de sus cargos en el Tribunal Penal Casacional cuando al cierre del año 2009 dictaban enjundiosos pronunciamientos en materia excarcelatoria, los cuales -a pesar de profesar un claro respeto y apego por la ley y la Constitución Nacional- fueron exacerbadamente repudiados por cadena oficial por la misma Presidenta de la Nación.
9. En este punto la misma corporación judicial permaneció inerte e imperturbable guardando un silencio también cobardemente complaciente y funcional a los intereses específicos del gobierno de turno.
10. Sucede, además, que tanto los mecanismos de designación como de remoción de los jueces dependen, en definitiva, de los designios del poder político. Y esta metodología, además, impide que la Justicia sea un poder realmente independiente.
11. La Justicia tampoco dispone de autarquía financiera, con lo cual no cuenta con su propio presupuesto; o sea, carece de recursos económicos propios y las partidas de fondos, y los aumentos salariales, siempre las debe autorizar el Poder Ejecutivo.
12. Y a propósito de los Estados Unidos, hace más de ciento cincuenta años Alexander Hamilton -en “El “Federalista” se encargó de enfatizar que el poder judicial era el más débil de las tres coronas de un Estado, porque no dispone de la bolsa (símbolo del poder económico), ni tampoco de la espada (símbolo del poder de la fuerza); y la historia -agregó Hamilton- se encargó de reafirmar con creces la incontrovertible verdad de dicha afirmación.
13. En clave con la reflexión de que aquí se trata, vale recordar –como dato adicional- que un encuentro acaecido en Santa Fe de Bogotá -Colombia- el periodista devenido en canciller argentino -Héctor Timerman- por designio de la actual administradora del consorcio nacional, habría ejercido ( periodista Ana Barón “Diario Clarín”) una inadmisible intromisión en el vicepresidente segundo de la Corte Interamericana sobre Derechos Humanos -Doctor Rodrigo Escobedo Gil- a efectos de bloquear cualquier pronunciamiento del órgano supranacional que pudiera ordenar la restitución de los ex Ministros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación -Dres. Eduardo Moliné O’Connor y Antonio Boggiano- quienes con el advenimiento del administrador Néstor Kirchner fueron eyectados virulentamente en al transcurso del año 2.003 de sus cargos respectivos en la Corte Federal Argentina.
14. Esta burda intromisión se verifica en simultáneo a que el Secretario de la Comisión Interamericana sobre Derechos Humanos -Doctor Santiago Cantón- cesara en sus funciones ante el órgano supranacional, y ante la certeza del precedente recaído en la Corte Interamericana en el caso referido a un Ministro de la Corte de la República del Perú que fuera restituido a su cargo, luego de comprobado lo arbitrario de su remoción. (c. “Terry Marsans c/Perú” ”31/01/2001; “Azpitz Barbera c/Venezuela”, 5/08/2008)
15. La remoción de los magistrados argentinos , se recuerda, fue decretada por cadena oficial por el propio Presidente Néstor Kirchner a poco de asumido en la Presidencia de la República Argentina.
16. Quien suscribe, asimismo, fue objeto de idéntica metodología de eyección, siendo que en este caso, fue la esposa del doctor Kirchner, quien utilizó la cadena oficial de radio y televisión para disciplinar al Consejo de la Magistratura para que procediera a mi remoción de la magistratura (23/07/2007), ante el fastidio provocado por la convocatoria a declaración indagatoria de la entonces Ministra de Defensa, por contrabando agravado de exportación de material bélico a los Estados Unidos de Norte América. Vale recordar que todas y cada una de las imputaciones que me fueron endilgadas terminaron siendo sobreseídas por la propia Justicia Federal argentina.
17. La metodología aplicada en este caso por el periodista devenido en canciller permite evocar la fantástica reflexión del ensayista Jean Claude de Gillebaud, en su ya famosa publicación titulada “La traición a la ilustración” quien advirtió hace ya varios años acerca de los duros obstáculos con que tropieza en todo el mundo la función judicial en razón de la influencia distorsionadora y cada vez más determinante del factor mediático y político.
18. La actividad de los procesos tribunalicios está viéndose reemplazada, virtualmente, por una suerte de inquisición emocional y colectiva a libro abierto que no hace otra cosa más que corromper el conjunto del procedimiento legal, con grave quiebre del más elemental estado de derecho
19. No tenga duda el estimado lector/a, lo peor que tiene el Poder Judicial de la Nación es precisamente su propia corporación judicial.
Guillermo J. Tiscornia
Ex juez en lo Penal Económico
guilletisco@hotmail.com
diciembre 6, 2012 Informador Público
No hay comentarios:
Publicar un comentario