por Darío H. Schueri.
Hace dos meses escribíamos que “el peronismo “no kirchnerista” está en estado de alerta y movilización; presiente que el kirchner-cristinismo se convirtió en una peligrosa desviación que amenaza la supervivencia del casi septuagenario Movimiento ante una sociedad atosigada, por ahora mas anímica que económicamente.
Si la gente le quiere “poner límites” al gobierno, que sea con nuestros hombres, o sea los “peronistas buenos”, elucubran y actúan en consecuencia”.
El último sábado en La Nación el politólogo Eduardo Fidanza reflexionaba sobre la “autosucesión peronista” señalando que “el hecho de que la descendencia no ocurra después de un gobierno de otro signo, como en 1989 y 2001, asimila el escenario actual al de 2003, cuando el peronismo se sucedió a sí mismo, sepultando a Menem y entronizando a Kirchner de la mano de Duhalde. La autosucesión de hace una década fue consecuencia del afianzamiento de la hegemonía justicialista, bajo distintas variantes, después de la tragedia de la Alianza. Ahora volvería a repetirse el fenómeno, pero acentuado. En la singular elección presidencial de 2003, las tres listas del justicialismo se llevaron más del 60% de los votos. Hoy, las tres listas peronistas (Massa, Insaurralde y De Narváez) podrían alcanzar más del 70% en la provincia de Buenos Aires".
En la Provincia de Santa Fe, que captura casi el 9% de los votos nacionales (Buenos Aires el 40%) el peronismo también acude a las urnas disgregado entre “oficialistas” y “opositores” y una novedosa categoría que instala “100 % Santafesino” de Oscar “Cachi” Martínez: el “neo kirchnerismo moderado”. Para sazonar están los votos peronistas que puede volver a seducir el electoralmente impredecible Miguel Torres del Sel (que viene de obtener el 35% a Gobernador en el 2011).
Se presume que si el FPCyS orilla el 40% en las generales de Octubre (según anticipan las encuestas), el 60% restante debería repartirse entre el FPV de Jorge Obeid; el Pro de Miguel Del Sel; 100 % santafesino de Oscar “Cachi” Martínez; el peronista disidente Osvaldo Salomón, y los votos en blanco (que rozan históricamente el 4%).
Jorge Obeid es quien debe hacer el mayor gasto en esta fiesta: reponer las tres bancas que hoy votan con el oficialismo (Bettanín – el reemplazante de Rossi – Celia Arena y Juan C. Forconi); no puede conformarse el “Turco” con reemplazar la solitaria poltrona que obtuviera el “Chivo” Rossi en el 2009.
Por los cinco sillones que renueva el peronismo santafesino en el Congreso (el FPCyS tendría aseguradas las cuatro que fenecen) van – como dijimos – cuatro candidatos; cada uno con su propio libreto, pero solamente Jorge Obeid tiene sobre sus espaldas la responsabilidad de “ir por otra década”, como arengó la Presidente. La Corriente Kirchnerista de Santa Fe “blogueó” esta semana: “que Jorge Obeid encabece la lista es una decisión de Cristina difícil de asimilar para muchos kirchneristas (nos incluimos), que la aceptaron por reconocimiento a su liderazgo, pero hay que admitir que no deja de ser inteligente: la experiencia indica que con el kirchnerismo puro y duro las chances electorales del peronismo provincial se reducen, y que sin incentivos a futuro para la pelea por la gobernación (propósito hecho público por el candidato), no se logra comprometer el esfuerzo de su estructura en una elección nacional”.
Osvaldo Salomón, exultante después de la entrevista con Carlos Reutemann quien lo habría esperanzado con su respaldo, y Miguel del Sel van decididamente por los “límites” presidenciales: no a la “re-re”. Y Oscar Martínez caminando por la cornisa que lo lleve definitivamente al Tigre. Algunos vaticinan que cuando llegue se toparía en el pórtico con María Eugenia Bielsa (cuyo titular del bloque de diputados que ella presidía, Pablo Dibert dijo que el FPV nos los convocó para trabajar), Eduardo Buzzi (quien termina su mandato al frente de la FAA el año que viene y se lanzará decididamente a la política) y – por que no – Omar Perotti. Y una larguísima fila si Massa triunfare este año.
¿Sin publicidad de campaña?
Mientras tanto, en la Provincia de Santa Fe la Cámara de Diputados fue protagonista de un debate tan insólito como extravagante sobre la denominada Ley Rubeo de campañas políticas gratuitas que dio lugar a la media sanción de otra Ley no menos curiosa: que no haya publicidad de campañas políticas en estas elecciones. Es probable que la media sanción no supere la revisión del Senado.
Todo surgió como consecuencia de que el Poder Ejecutivo promulgara en su momento la Ley 13.235 votada en Noviembre del año pasado que regula la distribución de manera gratuita en radio y televisión de la publicidad política veinte días ante de la veda electoral y que ahora el Gobernador Bonfatti pretende se aplique únicamente para distrito único, como la elección de Gobernador.
El Poder Ejecutivo consultó con la Dirección Nacional Electoral, y la respuesta fue que no es aplicable la ley provincial porque la regulación de los medios audiovisuales es competencia nacional. Cabe señalar que por Ley nacional los medios audiovisuales (radio y televisión) deben ceder de manera gratuita la publicidad política a los Partidos que compiten en las PASO nacionales de agosto y las generales de octubre.
De esta manera, resulta en la práctica inaplicable la Ley Rubeo sobre la publicidad gratuita para la campaña política, en primer lugar porque las provincias no son autoridad de aplicación sobre las frecuencias de radio y televisión, y básicamente porque son muchas listas (nacionales y provinciales) y sería muy engorrosa su aplicación.
Los medios estaban molestos porque no fueron citados para escucharlos y ya analizaban con no aceptar las órdenes de publicidad. Con la planificación de la campaña política nacional gratuita y la aplicación de la ley provincial con mas de 300 localidades y miles de listas, casi no les quedaría espacio para su pauta comercial, ya que la Ley prevé el 10% de los espacios de publicidad en horarios centrales.
El narcotráfico amenaza de muerte
El secretario de Seguridad Comunitaria, Angel Ruani, denunció en la Justicia que él y el ministro de Seguridad, Raúl Lamberto, por segunda vez en quince días, fueron blanco de una amenaza de muerte que atribuyó a la investigación penal que avanzó sobre la banda rosarina Los Monos, golpeada desde el crimen de su jefe, Claudio Pájaro Cantero. Ya había sido amenazada de muerte también el Juez Vienna que tiene en sus manos el caso.
Difícilmente pase a mayores, no hay antecedentes de semejante magnicidio, pero el hecho en si mismo destripa la insolencia con que se mueven estos hampones de la droga, acostumbrados desde hace tiempo a moverse – tal como lo prueban las escuchas – con el ominoso amparo de altos jefes policiales, hoy bajo arresto, pero que desnudan demasiada displicencia política del primer gobierno socialista a la hora de tomar por las astas el problema del narcotráfico.
Hoy todos rescatan la predisposición de Antonio Bonfatti y su amenazado Ministro de Seguridad Lamberto para encorsetar a las bandas de traficantes de drogas (quizás no eliminar porque, como bien dijo el Gobernador se retroalimentan, quizás con otras complicidades de súper estructuras nacionales), poniendo tras las rejas a los policías cómplices; todo esto dentro del marco de una encarnizada lucha política en un año electoral que para algunos por ejemplo mantiene preso (al menos hasta octubre) al ex jefe de policía provincial Hugo Tognoli.
“Vendrán tiempos abyectos”, supo filosofar el ex candidato a Gobernador Rafael Bielsa. Y así será.
– Desde Santa Fe (30/6/13)-
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