El senador se mantiene como firme opositor pero sus diputados votaron ayer con el Gobierno y evitaron cualquier contratiempo. Fue el mismo día en que Alberto bajó su candidatura a senador porteño. Cristina había intentado una alianza en Córdoba, donde los puntanos terminaron entregándole la lista a Cavallo.
Mientras Adolfo Rodríguez Saá argumentaba en el Senado en contra de la apertura del canje de la deuda, los diputados identificados con los puntanos contribuían a aprobar el proyecto del Gobierno para aumentar impuestos para subir el mínimo no imponible, una ayuda que le dio al bloque kirchnerista la tranquilidad que faltaba.
La votación de la Cámara baja fue elocuente. Para llegar a 139, el kirchnerismo contó con Claudio Lozano y dos de sus laderos, pero también con la puntana Nora Videla, el sanjuanino Mauricio Ibarra y Ramona Puchetta, del Movimiento Independiente de Jubilados de Raúl Castells.
Estos dos últimos llegaron a sus bancas con Compromiso Federal, el frente armado y financiado por los Rodríguez Saá, que justo ayer tuvo una noticia rutilante: Alberto, el otro ex gobernador, bajó su candidatura en Capital Federal y dejó así una porción de voto opositor que puede virar para el Gobierno.
Ibarra fue candidato en San Juan con una de las listas de Compromiso Federal, que en total sumó más votos que la de Gioja. Muchas veces ayudó al Gobierno dando quórum pero se diferenció en la reforma judicial, que el kirchnerismo consiguió con lo justo.
La colaboración a los K en Diputados fue más lejos: Ivana Bianchi y Lino Aguilar, otros dos puntanos, se abstuvieron, una forma de achicar el número de votantes y también el necesario para conseguir la mayoría simple.
Los otros diputados de San Luis son Alberto Pérez y Sergio Pansa, quienes estuvieron ausentes, o sea, también rechazaron el dictamen opositor.
“Está claro que tenía un acuerdo con el Gobierno. Habría que preguntarle a él y a Lozano porque el Gobierno llegó a 139 votos”, decían esta tarde en la oposición, donde armaron un dictamen aparte pero sólo consiguieron 39 votos.
Gestos pueden significar mucho para el Gobierno por el simple hecho de que el año próximo los puntanos tendrán no menos de cinco votos propios, un números que puede cambiar cualquier votación.
Los acuerdos subterráneos entre los Rodríguez Saá y el Gobierno son comentario permanente en el Congreso, aunque suelen ser opacados por la vehemencia opositora del Adolfo en el Senado.
Pero al margen de esa impronta, las señales de convivencia se suceden. El año pasado, por ejemplo, en el Senado era fuerte el rumor sobre un apoyo de Adolfo y Liliana Negre de Alonso al pliego de Daniel Reposo como procurador. La pobre exposición del entonces titular de la Sindicatura General de la Nación (Sigen) echó por tierra cualquier especulación.
Pactos electorales
El retiro de Alberto Rodríguez Saá de la elección porteña no fue la primera señal electoral que le dio al Gobierno.
Los puntanos tienen inscripto como partido Es Posible y consiguen con varios más armar el frente Compromiso Federal. Están habilitados a presentar listas en 18 distritos.
Cuando en mayo se sancionó la reforma judicial sorprendieron al ser los primeros en presentar lista, mientras el resto de la oposición buscaba un freno judicial que finalmente llegó.El principal operador que tienen es el santafesino José María “Taty” Vernet, ex gobernador de Santa Fe.
Pero hay más: la noche del cierre de listas Cristina Kirchner negoció personalmente la incorporación de Rosario Rodríguez Saá a la lista del Frente para la Victoria que lideró la académica Carolina Scotto. Vía telefónica, la aprobó con los operadores kirchneristas que, vía Carlos Zannini, la negociaron desde Córdoba.
Por la cercanía con San Luis, en el sur cordobés el apellido de los puntanos más famosos arrastra votos. Lo supo Alberto en 2011 cuando obtuvo 12 puntos en la presidencial.
La hermana de los ex gobernadores no pudo cerrar porque no tenía actualizado su domicilio y optaron por una salida insólita: le dieron la lista de Es Posible, su partido, a Domingo Cavallo, cuya imagen negativa impedía cualquier expectativa. Claro, Scotto tuvo un rival menos para superar el piso que hasta ahora le permite ser diputada.
En la provincia de Buenos Aires la interna que habían armado también podía robarle puntitos a Massa. Eduardo Duhalde, viejo enemigo de los puntanos, reaccionó rápido y logró que Eduardo Amadeo renunciara.
Ahora Adolfo y Alberto les pidieron a sus pocos seguidores que apoyen a Gerardo “Momo” Venegas. Jugadas raras, como cada una de las que hacen.
La Politica Online | 05.09.2013 21:05:00
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