Por: Leandro Gabin lgabin@infobae.com
Fuentes de los acreedores indicaron a Infobae que la fallida audiencia en el despacho de Thomas Griesa no "tiene que ver con negociaciones para llegar a un acuerdo con el país". En el mercado descartan que pueda haber un acercamiento. Fondos buscarán aislar aún más al país
"Se trataba de una audiencia procesal. No tiene nada que ver con negociaciones para llegar a un acuerdo como se está diciendo", dijo una importante fuente de los holdouts a Infobae acerca de qué pasó con la fallida audiencia en los tribunales de Thomas Griesa entre los acreedores y el Gobierno argentino que nunca llegó a celebrarse el jueves. ¿Entonces ustedes no están buscando un acuerdo con el gobierno?, repreguntó este medio. "Los acreedores han estado buscando un acuerdo hace una década", fue la escueta respuesta recibida.
Así, con un nivel de secretismo total se está manejando en las últimas horas un hecho que descolocó a propios y extraños. Según supo Infobae de distintas fuentes en Nueva York, la reunión entre Griesa, los fondos buitre, y el Gobierno argentino, era a puertas cerradas (muchas veces pública para otras partes interesadas, banqueros y demás) y sin haber sido publicitada. El desenlace es conocido: fue cancelada.
"Las partes quieren charlar entre ellas", fue la respuesta que daba un asistente del juez Thomas Griesa cuando más de un banquero preguntaba sobre qué había pasado para ser cancelada. Desde el Ministerio de Economía se dijo que la audiencia había sido pedida y levantada por los fondos, algo que según comentan fuentes en Nueva York no sería del todo cierto. Más allá de esto, tampoco explica por qué o para qué era la audiencia privada en Manhattan,
Sea como fuere, debido al total hermetismo se empezaron a barajar varias hipótesis. Una, que fue desmentida por fuentes de los acreedores a este medio, hablaba de las intenciones de "negociar" algún tipo de acuerdo con la Argentina. Si bien es cierto que los holdouts siempre pidieron negociar con el país en el pasado, claro que en sus términos y no reconociendo niveles de quitas como el resto, es muy poco probable que las partes (a este instancia aún menos) puedan ponerse de acuerdo en algo.
El abogado de los fondos es un ex procurador general que tiene estrechos lazos con la Corte Suprema
Esta semana incluso trascendió un reportaje que le hiciera la cadena CNBC a Ted Olson, del estudio de abogados Gibson, Dunn & Crutcher, y representante legal del fondo NML del multimillonario Paul Singer. En esa entrevista, y consultado acerca de la posibilidad de negociar algo con la Argentina, el abogado dijo: "Mis clientes siempre han estado dispuestos a hablar sobre ello. Pero la Argentina dijo desde el principio que no le darían ni un solo centavo a estos tenedores de bonos legítimos que tienen juicios en las cortes de EEUU y bajo leyes norteamericanas. Entonces, es la Argentina que ha sido recalcitrante, contumaz y se ha negado a negociar. Si cambian su tono, que deberían, veremos qué pasa", sentenció.
La ventana abierta que deja Olson es, en el mejor de los casos, estratégica para decir que la voluntad de negociar siempre está. En los hechos, y con una catarata de fallos a favor, los holdouts no tomarán la quita que propone el Gobierno, ni éste Gobierno pagará algo más a esta clase de inversores. Conversación de sordos y final previsible.
"No creo que haya negociación posible. Ese tiempo ya expiró. Además, ellos (por los holdouts) están muy cómodos manejando los tiempos de este caso", explicó un banquero desde Nueva York que sigue de cerca el caso, en diálogo con este medio.
"Tampoco puede la Argentina ofrecer algo que acerque posiciones a los acreedores. Es inviable políticamente, más allá de los números. Y tampoco pueden arreglar 'por debajo de la mesa' este tema. Eso era al principio de este juicio, ahora las cartas están sobre la mesa", reseñó.
Según cuentan desde Wall Street, la estrategia de los fondos buitre sería la del desgaste. Saben que ahora sólo le falta poner de su lado a la Corte Suprema, ya que las instancias anteriores ya compraron sus argumentos. No es casual que el abogado de Paul Singer sea Olsen, un ex procurador general de EEUU entre 2001 y 2004 promovido por George W. Bush. Se dice, un conocedor de los miembros de la Corte Suprema norteamericana.
Se cree que la audiencia en el despacho de Griesa se llevará a cabo, si bien no hay novedades aún acerca de los plazos. En Economía, consultados por este medio, dijeron "no tener novedades" acerca de una nueva audiencia.
Tampoco las razones son claras. ¿Pueden los acreedores pedir que se levante la sentencia en suspenso y sea efectiva porque el Gobierno está proponiendo un canje de bonos en Buenos Aires? Algunos letrados creen que ese sería el argumento, si bien el actual "stay" o sentencia en suspenso está en otra instancia, en la Corte de Apelaciones. Claro que el juez natural de la causa es Griesa, de ahí que esas audiencias privadas caigan en su despacho.
Por ahora, todos esperan que el otro mueva la próxima ficha, mientras que siguen las especulaciones y las estrategias para levantar una sentencia que viene con un claro favorito.
Infobae
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