miércoles, 9 de octubre de 2013

La Doctrina Social de la Iglesia no está incorporada en el ADN del católico medio.


por  Enrique Chuvieco

María Teresa Compte, profesora y colaboradora en diversos medios de comunicación afirma que la DSI “opera en el orden económico desde la lógica de la gratuidad, pero no fuera de él, sino desde dentro”.

-El papa Francisco insiste a tiempo y a destiempo en implicar a todos con la gente que sufre, ¿crees que nos recuerda que nos hemos olvidado de la Caridad y, por extensión, de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI)?
Es una evidencia que la doctrina social no está incorporada en el ADN del católico medio, incluso no se estudia en muchos Seminarios. Todavía hay quienes la confunden e identifican, intencionadamente o no, con un inventario o un análisis sociológico. Desde Juan XXIII hasta nuestros días, los Papas han insistido en su eficacia y en su naturaleza evangélica y evangelizadora. Ha sido Benedicto XVI quien, en desarrollo del Concilio Vaticano II, ha dedicado una encíclica a la Caridad como el camino de la DSI. El Papa Francisco se vincula a esta tradición desde un lenguaje más analógico, a través del que lo real se hace más evidente. Quizás eso nos esté ayudando a ver por los ojos, aunque jamás debemos renunciar a las convicciones y razones que nos llevan a esto: el papa Francisco nos lo recuerda cada vez que nos dice que la Iglesia no es una ONG.
-En muchas ocasiones, el Papa apuesta un enfoque económico más humano, alude a la responsabilidad en la utilización de los bienes y "contra la dictadura de la economía, inspirada en formas neoliberales", que "aumentan la pobreza”. ¿En qué aspectos de la DSI se encuadran estas palabras?
La expresión “dictadura económica” la usó por primera vez Pío XI en la Quadragesimo Anno para aludir en 1931 a los procesos de concentración de la riqueza y el poder económico a los que conducía el capitalismo industrial. Benedicto XVI ha vuelto al tema al reclamar, mediante el término democracia económica, la participación efectiva en el orden económico de empresas con fines distintos a los que impone la mera lógica mercantilista.
En Lampedusa, el Papa Francisco insistió en el deber de los católicos de tomar conciencia de un orden que excluye y margina al que no tiene nada que aportar. La respuesta, propone Caritas in Veritate, es introducir la lógica del don en el orden económico, con la clara voluntad de producir valor. La pobreza tiene sus causas y, entre éstas, se encuentra un sistema económico que sólo funciona si los bienes que se ofrecen y demandan tienen un precio que pueda pagarse, pues al mercado no le interesa la benevolencia. La DSI, nos dice Caritas in Veritate, opera desde otra lógica: la de la gratuidad, pero no fuera del orden económico, sino desde dentro.
-Francisco pide repetidamente a jerarquía y sacerdotes no ser autorreferenciales e ir a buscar a todos a las "periferias existenciales. ¿Se ha  mirado demasiado la curia al ombligo a la hora de ofrecer un mensaje evangélico repleto de prescripciones doctrinales?
No lo sé. Si lo ha hecho, que cada uno examine su conciencia y se ponga al servicio de todos. En todo caso, el problema de la Curia no son las prescripciones doctrinales, si no su naturaleza. En cuanto a las prescripciones doctrinales vuelvo al principio: nuestra Fe es razonable y exige ser formulada para ser comunicada. Mal vamos si nos apuntamos a la tesis de que el problema de la Iglesia es su doctrina. Si así lo hacemos es que no acabamos de comprender aquello en lo que creemos y de lo que participamos.
-El Pontífice nos anima a "vencer la indiferencia y el individualismo, que corroe a las comunidades cristianas", lo que apunta a que estamos influenciados por la cultura actual. ¿Qué opinas al respecto?
Estoy absolutamente de acuerdo. La mentalidad burguesa, autocomplaciente y materialista se ha adueñado de nosotros. Pensamos como el mundo, olvidando que, como dice Jesús en el Evangelio de Juan, debemos estar en el mundo sin ser del mundo.
-¿Qué aspectos debería vivir un político cristiano hacia la sociedad y dentro de sus propias formaciones políticas?
Ser fieles a su conciencia, ser virtuosos en el ejercicio de su profesión, ser libres y no olvidar jamás que son responsables y están obligados a dar cuenta de sus acciones y omisiones.
-Con "la Iglesia no es la niñera de los cristianos", el Pontífice espolea la responsabilidad de los católicos para tener criterios sobre las cuestiones que acucian a nuestro mundo y no depender únicamente de las directrices eclesiales. ¿Qué áreas de la DSI consideras que son susceptibles de mayor conocimiento por parte de los creyentes?
Todas, pues sostengo, como dije antes, que la DSI es desconocida. En cuanto a la primera parte de la pregunta, niego la mayor: el discernimiento y la libertad de conciencia no son libre albedrío. No olvidemos nunca que el sujeto de la DSI no somos los laicos, sino la Iglesia toda.
-Con su lenguaje directo y sencillo, ha pedido a quienes "ocupan puestos de responsabilidad en el ámbito económico, político o social, a todos los hombres y mujeres de buena voluntad: seamos «custodios» de la creación." ¿Qué dice la DSI sobre el cuidado del medio ambiente?
La Creación no es el medio ambiente, sino el mundo visible del que la naturaleza es solo un elemento. Dios ha puesto en manos del hombre la vida y el mundo y estamos llamados por Dios a hacer del mundo y de la vida lugares dignos del hombre.



Aleteia, 11-9-13


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