domingo, 19 de enero de 2014

La demanda eléctrica fue récord e importarán de urgencia más gas.


Inquieta al Gobierno que el consumo siga tan fuerte en vacaciones. Pagarán combustible más caro para evitar nuevos cortes en febrero.
Por Nicolás Gandini

Mientras las altas temperaturas volvieron a poner contra las cuerdas al sistema de distribución eléctrica en el área Metropolitana (ayer se registraron nuevos cortes), el Gobierno salió a importar de urgencia nuevos cargamentos de gas natural licuado (GNL) para cubrir la demanda de las usinas térmicas durante la segunda quincena de febrero y la primera de marzo.
El apuro le saldrá caro al Tesoro: deberá pagar un 20% más que en las licitaciones anteriores; una pésima noticia para el gabinete económico embarcado en un hasta ahora infructuoso plan para frenar la caída de las reservas en dólares del BCRA.
Es que la realidad energética supera las proyecciones que barajan en los despachos oficiales. Ayer, la demanda alcanzó un nuevo récord con  24.194 megawatt (Mw) de potencia a las 14.20, según Transener. Es inédito que el pico histórico se registre en enero, cuando, por cuestiones estacionales millones de personas salen de la ciudad de vacaciones y el consumo eléctrico tiende a bajar. En enero del año pasado, el consumo máximo había sido de 21.982 Mw, es decir, 2 mil megas menos.
El sistema de generación operó, una vez más, al límite: el jueves, cuando se demandarán 23.598 Mw, sólo quedaron disponibles 66 Mw de reserva térmica y 20 Mw hidroeléctricos, según datos de Cammesa, la administradora del mercado mayorista, a los que accedió PERFIL.
Frente a ese escenario, el Gobierno ordenó la importación de apuro de cinco cargamentos de GNL para los próximos dos meses. La idea era contratar tres barcos para la terminal regasificadora de Bahía Blanca y dos para la de Escobar. Sin embargo, paradójicamente, la ola de frío polar en el hemisferio Norte –que disparó la demanda de GNL a nivel mundial– le jugó una mala pasada a la Casa Rosada, que sólo pudo conseguir dos de las cinco cargas que buscaba. Serán aportados por Shell y Statoil para Bahía.
En el Gobierno existe preocupación por cómo evolucionará la demanda eléctrica dentro de un mes, con el incremento de la actividad productiva y la vuelta de la gente a sus hogares (las clases comenzarán a partir del 20).
“Una cosa es cargar contra Edesur y Edenor por los cortes en el tendido de distribución. Y otra es asumir que el parque de generación no da abasto, algo que (Julio) De Vido negó sistemáticamente hasta ahora”, analizó un directivo del sector.
Como consecuencia de las bajas temperaturas en Estados Unidos, el precio del Henry Hubb (la cotización del gas en Norteamérica) pasó de promediar US$ 3,55 por millón de BTU en noviembre a superar los US$ 4,58 la semana pasada. A raíz de eso, cada buque de GNL le costará al Tesoro al menos un 20% más caro que los contratados en noviembre. El Gobierno prefiere importar GNL de más por si una eventual nueva ola de calor afecta Buenos Aires, aunque eso implique un mayor costo para el Estado. “Si estas temperaturas se hubiese registrado en febrero, la demanda seguramente se habría acercado a los 25 mil Mw. El Gobierno busca asegurarse el combustible para las centrales”, afirmaron en una de las grandes generadoras. 
Renuncia en el ENRE
En medio de cortes de luz, se apagó la gestión del titular del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), Mario de Casas. El funcionario renunció a su cargo justo cuando volvían a repetirse apagones en Capital Federal y el Conurbano por la ola de calor.El Gobierno ya designó a su sucesor, Ricardo Martínez Leone, en una definición que fue leída como un avance del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, sobre el área en la que se enfrenta, por otra parte, con el jefe de Planificación Federal, Julio De Vido.
De Casas estaba al frente del ENRE desde diciembre de 2007, y será reemplazado por Martínez Leone, quien ocupaba un puesto de vocal del directorio del organismo. El directorio del ENRE cuenta con cinco miembros designados por el Poder Ejecutivo Nacional, uno de los cuales es el presidente. En sus considerandos, la norma establece que “dada la índole e importancia de las funciones a cargo del ENRE, resulta imprescindible asegurar el ejercicio de la función regulatoria y de contralor de un servicio público de tan alta trascendencia socioeconómica”.

Perfil.com (18/1/14)

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