Cristina Fernández logró cerrar el acuerdo con Repsol. Ese era su ‘Plan B’ para atraer dólares que necesita para llegar a concluir su mandato.
El problema es que si no funcionara rápido en el volumen suficiente tendrá que adoptar el ‘Plan C’, que Kicillof ya sondeó: Arreglar con el Club de París para regresar a los mercados de deuda y aspirar a endeudarse con tasas que no superen el dígito, aunque el costo financiero de la deuda tomada para pagar a Repsol ya se calcula en el 12% anual.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- Este martes (25/02) en Urgente24 explicamos que con la aprobación por parte del Consejo de Administración de Repsol del acuerdo de resarcimiento ofrecido por el Gobierno argentino, Cristina Fernández daba por terminada la ejecución de su ‘Plan B’ para atraer los dólares que necesita para llegar a diciembre de 2015.
El Plan B era el levantamiento de los reclamos que Repsol mantenía en tribunales internacionales para destrabar la entrada de inversores en el yacimiento de Vaca Muerta.
El problema es que si el Plan B no funciona rápido y en el volumen suficiente que necesita el Gobierno, Cristina deberá poner en marcha el ‘Plan C’, que no es menos indigerible que el anterior, donde se había denunciado el vaciamiento y daños ambientales por parte de Repsol para terminar pagando un resarcimiento que con intereses y emisiones de títulos adiciones podría llegar a los US$10.000 millones que reclamo originalmente la petrolera.
Ese ‘Plan C’ es arreglar con el Club de Paris para regresar a los mercados de deuda. Pero ese organismo insiste en la participación del FMI en el acuerdo, aunque el Fondo ya monitorea el nuevo IPC del Indec. Kicillof sondeó al Club semanas atrás y volvió sin novedades.
En verdad, Cristina hace la misma estrategia que siguió Carlos Menem cuando se volvió ‘pato rengo’ en el tramo final de su 2do mandato y no consiguió la habilitación para ir por la re-re: acudir a los mercados de deuda.
Por entonces, Menem no podía emitir pesos por la convertibilidad, que impedía emitir si no había una contrapartida de dólares como respaldo. O sea que solo se emitían pesos cuando entraban dólares, por el equivalente, entonces se endeudaba para ‘bancar’ el déficit que no podía bajar porque los gobernadores se lo comían.
Ahora, Cristina tiene un déficit fiscal que no quiere bajar porque le quita su base de apoyo político, que sostiene con una gran emisión. O sea, provocando inflación, que en ese caso funciona como un impuesto del Estado sobre los particulares. Pero emite pesos, que se necesitan para pagar la importación de energía, una de las principales razones de la pérdida de divisas.
Entonces, si no consigue suficientes ingresos de Vaca Muerta, le quedará ir al Club de París y luego endeudarse. Cristina está dispuesta a tomar deuda siempre y cuando no alcance el 10% en forma grosera. Incluso si fuese a 9,99, la tomaría pero a 10 no.
Sobre las tasas, Alieto Guadagni, esta mañana en radio Mitre reveló: “el costo financiero de la deuda tomada para pagar a Repsol es 12% anual”, arriba del dígito que no quería Cristina.
26/02/2014| 11:44
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