Cuando los gobernantes se dedican a exaltar el mal, a propagar el error, a saquear los bienes morales que constituyen la principal riqueza de un pueblo, es natural que acaben organizándose como bandas de ladrones, mientras el pueblo chapotea en la sentina de los vicios. Juan Manuel de Prada
jueves, 31 de julio de 2014
Una esvástica grabada en la frente
José Kuchenbecker, mártir de la fraternidad sacerdotal.
por Gerardo Rodriguez
Concluyendo estos relatos de aquel trágico lunes 16 de octubre de 1939, donde tuvo lugar la ejecución de treinta sacerdotes del distrito de Starogard, me voy a referir al tercer sacerdote de nacionalidad alemana que yace junto a sus hermanos polacos en las fosas del bosque de Szpęgawsk: José Kuchenbecker.
Ya los sacerdotes estaban colocados en fila en el pasillo de la prisión. Probablemente adivinando lo que les esperaba. Incluso en el patio se confesaron mutuamente y uno animaba a los demás. Delante de las puertas de la prisión llegó el traqueteo del camión. De repente se oyeron gritos en alemán. Era el padre José Kuchenbecker que tuvo el valor suficiente para reprender a los matones por el brutal tratamiento que recibieron sus hermanos sacerdotes. Para él esto terminó muy mal…
El único sobreviviente, el padre Ignacio Stryszyk, en el invierno de 1940 estando en el campo de concentración de Stutthof relató a sus compañeros de desgracia lo que sucedió. Quien estuvo presente y después publicó sus memorias subraya que el padre Ignacio estaba transido de dolor y petrificado por el horror.
Prestemos la voz al testigo: "Después de un momento, allí detrás de la puerta, arrancaron los gritos oyéndose el estertor y los gemidos Finalmente, la puerta se abrió. Salió el padre Kuchenbecker, pero ¡cómo había cambiado! En la frente con un cuchillo le habían grabado una esvástica. La sangre le corría profusamente por sus ojos y por sus labios, manchándole la ropa. Debido a que no podía levantar sus manos destrozadas por la tortura para limpiar la sangre de sus ojos, se dirigió a ciegas hacia nuestra fila y soplaba para apartar la sangre, que le inundaba a chorros los ojos y la cara. "
Temprano por la tarde fue ejecutado en el bosque junto con 29 sacerdotes del distrito de Starogard. El padre Stryszk después de la guerra declaró que los camiones que llevaron a los sacerdotes al bosque cuando regresaron traían en su interior los zapatos, los abrigos y otras pertenencias de los sacerdotes asesinados. El padre José era alemán, pero también era un ciudadano leal a Polonia, lo que no le podían perdonar los nacionalistas alemanes. A pesar de las órdenes de las autoridades de ocupación durante las misas no predicaba en alemán a sus fieles polacos. Además, en 1939 se negó a llevar a cabo el funeral de unos alemanes étnicos de Starogard, supuestamente asesinados por polacos. No se prestó a la farsa de montar un espectáculo para la propaganda nazi.
Nació el 19 de abril de 1881 en Lichnowy cerca de Chojnice. Su padre Juan era agricultor y su madre se llamaba Rosalía Nelke. Fue ordenado sacerdote por el obispo Agustín Rosentreter el 2 de febrero de1908. Fue vicario en Wałdowo, Radawnica, la capilla real en Gdansk, Grudziadz y Wrzeszcz y párroco en Wodzisław. El 17 de noviembre de 1916 asume como párroco en la parroquia de Bobowo. Tenía 35 años. En la noche del 13 al 14 de octubre de 1939 alrededor de las 23 horas fue arrestado en la casa parroquial.
“Estos son los que vienen de la gran tribulación, y han lavado sus ropas y las han blanqueado en la sangre del Cordero” (Apocalipsis 7,14).
Feliks Baumgart, párroco de Lalkowy
Franciszek Baumgart, vicecanciller de la curia episcopal
Franciszek Błędzki, párroco de Pączewo
Leon Borowski, párroco de Piece
Gracjan Chylińsky (tío), párroco de Barłożno
Henryk Chylińsky (sobrino), vicario de Barłożno
Franciszek Czapliński, párroco de Osieczno
Feliks Dama, vicario de Skórcz
Bolesław Dąbrowski, vicerrector del seminario
Jan Doering, párroco de Kokoszków
Marian Drapiewski, administrador parroquial de Zblewo
Bolesław Gordon, párroco de Grabowo
Alfons Górny, párroco de Dąbrówka
Leon Heyke, prefecto de las escuelas en Kościerzyna
Stanisław Hoffmann, párroco de Pińczyn
Wiktor Jasiński, emérito (Zblewo)
Władysław Karpiński, párroco de Skórcz
Brunon Koziorzemski, vicario de Czarnylas
Reginald Krzyżanowski, párroco de Sumin
Józef Kuchenbecker, párroco de Bobowo
Ambroży Lewandowski, párroco de Koscielna
Jania Julian Piechowski, párroco de Jabłowo
Alojzy Rapior, párroco de Lubichowo
Marian Rudnik, vicario de Zblewo
Kazimierz Schliep, vicario de Lubichowo
Ignacy Stawicki, párroco de Kleszczewo
Jan Szpitter, párroco de Klonówca
Jan Wałdoch, párroco de Krag
Piotr Zakryś, párroco de Zblewo
Marian Zygmanowski, párroco de Czarnylas.
Fuente: Aleteia
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