lunes, 25 de agosto de 2014

Políticos y gobernantes necesitan mantener la calma.


Por: Darío H. Schueri 
El brutal encontronazo político entre el Ministro de Gobierno Rubén Galassi y el diputado peronista Héctor Acuña terminó de confirmar nuestros presagios sobre un convulsivo inicio de la etapa preelectoral santafesina; que no es ajena a los zarandeos nacionales, pero necesita de la conviviente lucidez de la clase política que debe servir como ejemplo de armonía, y no como excusa para la violencia.
El diputado Acuña se aferró a escuchas telefónicas judiciales entre dos implicados en el narcotráfico rosarino (uno de ellos policía) ambos presos, que mencionan en sus diálogos al Gobernador, para abonar terribles sospechas sobre el Primer Mandatario santafesino, que el Ministro Galassi calificó como una “canallada”; concepto político esgrimido y ampliado por los senadores del FPCyS que en un áspero documento inspirado por el senador por San Cristóbal Felipe Michlig rescató la figura del Gobernador Bonfatti en su lucha contra el narcotráfico.
Acuña insiste en que no acusó al Gobernador de cómplice de los narcos, sino que mencionó un fragmento de aquellas escuchas judiciales en el que los dos implicados – y presos- por narcotráfico antes de involucrar a Bonfatti habían hablado de asesinar a un juez y de atentar contra el Ministro de Seguridad; hechos a los cuales el Gobierno les prestó atención en su momento.
El aumento de la tarifa de Assa; la ruidosa renuncia del titular del Ente portuario de Santa Fe Marcelo Vorobiof, que será indagado por siete supuestas irregularidades. El cuestionamiento a la Tasa Vial y el “impuesto verde”, junto a la flaqueza de la obra pública, son algunos tópicos de la política a las que el peronismo intentará asirse para cimentar su campaña electoral, y con lo cual el gobierno admite el lógico y genuino debate político. Pero – aseguran desde la Casa Gris-  vincular al mismísimo Gobernador como beneficiario del dinero narco, es un límite que el gobierno no está dispuesto a tolerar. Y por lo visto tampoco el peronismo, cuyos senadores salieron a respaldar la integridad moral del Gobernador.
El entramado del armado
Las filigranas de los posibles armados políticos embelesan y angustian por igual a los actores de los distintos sectores de la vida política santafesina.
En el radicalismo, tras el tsunami en el florero que armó Mario Barletta luego de la foto con Del Sel pareciera que hay cierto sosiego, sobremanera con el socialismo que había observado con mucha curiosidad el “acting” del presidente de la UCR. En los últimos días Bonfatti no dejó de tomarse fotos con el intendente de Santa Fe José Corral anunciando millonarios aportes provinciales para la ciudad capital.
En definitiva, al socialismo no le conviene que al radicalismo santafesino le vaya mal. Lo que se desconocen son los términos del acuerdo.
De paso, los radicales vernáculos están a la espera de las paranoides definiciones del presidente del Comité nacional Ernesto Sanz; ahora se habla de Massa - Sanz. Daría la impresión que a Sanz todos los colectivos lo dejan bien en su parada final hacia la vicepresidencia.
El Pro santafesino anda tras la captura de los doscientos mil votos que dicen necesitar para apoltronar al actual (y futuro renunciante) diputado nacional Miguel del Sel en el sillón del Brigadier. Para ello, aseguran, conversarán con todos los espacios que quieran aliarse a la patriada. Naturalmente el límite es el peronismo kirchnerista.
Del Sel se respalda en una amplia encuesta provincial encargada a la consultora Isonomía de Capital Federal, que lo ubica en el podio de los candidatos con posibilidades, junto al socialista Miguel Lifschitz que arrastra un amplio margen de desconocimiento, pero con el invalorable tractor del Gobernador Bonfatti que ostenta nada menos que el 77% de imagen de gestión y el 75% de imagen personal.
El massismo, tras la deserción de Carlos Reutemann en el armado nacional intenta reagruparse. Hoy los adherentes del tigrense no se animan a invocar el nombre del “Lole”, y mucho menos a estamparlo en un afiche o pasacalle, ya que el ex Gobernador prefirió subsumir su accionar político dentro de la homérica “unidad del peronismo santafesino”. Casi una entelequia; pero bálsamo anímico para el desconcertado peronismo santafesino.
A propósito, siguiendo el mandato de Reutemann, este domingo en el estadio cubierto Angel Malvicino del Club Unión de esta ciudad, el bloque de Concejales del PJ sirvió un multitudinario almuerzo “por la unidad” donde el clima político que se respiró – muy lejos del bullanguero folklore peronista-   denotó la falta de un mariscal que los conduzca al triunfo.
Lacava tenía razón. Y quedó casi patéticamente evidenciado cuando el locutor mencionó enfáticamente un saludo del senador Reutemann (que fue invitado al almuerzo), sólo se escucharon unos tibios aplausos. Si el peronismo olfateara que el “Lole” podría ser candidato, el estadio se hubiera venido abajo.
Los empresarios están muy atentos
La Bolsa de Comercio de Rosario celebró el jueves su 130ª aniversario. El ambiente exudaba preocupación. Los asistentes – políticos y hombres de negocios- no dejaban de posar su mirada ansiosa sobre el Congreso nacional que tendrá entre sus manos otra instancia histórica para el país, con insospechadas derivaciones cuando trate la ley de pago soberano de la deuda externa.
Este jueves la Bolsa de Comercio de Santa Fe tendrá una celebración similar.
Son momentos en los que hay que mantener la calma, decían. En la Argentina de estos tiempos no hay espacio para los intolerantes. Del sector político o ideológico del cual provengan.



– Desde Santa Fe



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