miércoles, 29 de octubre de 2014

En EEUU ya empiezan: amenazan con cárcel a clérigos y pastores que no celebren «bodas gays».

por Massimo Introvigne

No digáis que no os lo habíamos dicho. En este periódico hace tiempo explicamos que allí donde aprueban las leyes sobre la homofobia, allí donde las uniones civiles y los «matrimonios» homosexuales son reconocidos, allí donde se sostiene que los derechos de los homosexuales a no ser discriminados prevalecen sobre cualquier otro derecho, es sólo cuestión de pocos años que se arresten y encarcelen también a los sacerdotes y pastores que se nieguen a «casar» a personas del mismo sexo.
Hoy tenemos que confesar a nuestros lectores que nos habíamos equivocado. Pensábamos que era cuestión de pocos años; en realidad, es cuestión de pocos meses.
En los Estados Unidos, país con una gran tradición de respeto por la libertad religiosa, ya han llegado a ello.
Los jueces lo imponen a votantes y cargos electos
El 13 de mayo de 2014, el Tribunal Federal de Apelación para el Noveno Circuito ha ordenado al Estado de Idaho que empiece a celebrar «matrimonios» entre personas del mismo sexo el 15 de octubre de este año, una de las tantas decisiones con las que los jueces pisotean en nombre de los derechos de los homosexuales tanto la voluntad de las autoridades estatales elegidas por los ciudadanos, como de los mismos votantes que ya se expresaron en sentido contrario mediante un referendum.
El 15 de octubre, en Idaho, los homosexuales han empezado a «casarse», en el ayuntamiento. Pero bastaba leer las publicaciones LGBT para saber que, vencida la batalla con el Estado, sus lobbies y sus abogados se preparaban para combatir la siguiente, esta vez contra las iglesias y las comunidades religiosas, para obligar a los sacerdotes y a los pastores a «casarlos».
Dos pastores pentecostales bajo acoso
Dos días después de la fecha del 15 de octubre, el 17, dos homosexuales contactaron con los cónyuges Donald y Evelyn Knapp, pastores de la Iglesia del Evangelio Cuadrangular, en la risueña ciudad de Coeur d’Alene, Idaho.
Que la ciudad es risueña no es una simple nota de color. Goza de una extraordinaria posición sobre un lago que ofrece numerosos rincones pintorescos y románticos; además, está rodeada por altas montañas cubiertas de nieve durante varios meses. Celebrada en muchas canciones, Coeur d’Alene es una meta amada por los turistas, pero sobre todo por un turista particular. Se va a Coeur d’Alene para casarse, y para hacerse fotografiar vestidos de boda con su fondo de increíbles panoramas.
Por este motivo, una causa relacionada con matrimonios en Coeur d’Alene tiene todos los papeles para convertirse en un caso nacional.
En lo que respecta a la Iglesia del Evangelio Cuadrangular, es una de las mayores denominaciones del protestantismo pentecostal, presente también en Italia. Para quien se asombre del adjetivo "cuadrangular" y pueda pensar en doctrinas bizarras, precisamos que el nombre de la comunidad hace referencia a los cuatro Evangelios y a los cuatro roles de Jesucristo que salva, bautiza en el Espíritu Santo (después de todo, se trata de pentecostales), sana y reina.
Los Knapp, pastores pentecostales,
con su capilla de bodas junto al lago
Los cónyuges Knapp son ancianos pastores de esta comunidad – están a punto de celebrar sus bodas de oro; de hecho, están casados desde hace cuarenta y siete años –, muy conocidos y respetados en Coeur d’Alene.
La Iglesia del Evangelio Cuadrangular rechaza el «matrimonio» homosexual, como muchísimas otras Iglesias y comunidades religiosas. Por lo tanto, cuando reciben la petición de «casar» a dos hombres, los dos cónyuges se niegan en nombre de su doctrina.
El lobby gay contaba con un alcalde idóneo
A este punto entra en acción el alcalde Steve Widmyer, el cual forma parte del partido independiente de izquierdas, Balance North Idaho, que derrotó por sorpresa tanto a los republicanos, hegemónicos en el Estado, como a los demócratas, en varias elecciones municipales celebradas en 2013.
Que haya sido el alcalde el que se ha movido induce a la reflexión, porque se trata de una estrategia, ya internacional, de los activistas LGBT: contar con la política y la magistratura, pero cortejar e intentar que intervengan también los alcaldes, como sucede en Italia - de manera asombrosa - en estos días, con los primeros ciudadanos violando las leyes y desafiando los preceptos y registrando los «matrimonios» homosexuales celebrados por italianos en el extranjero.
En muchos Estados americanos los alcaldes tienen poderes de policía y pueden efectivamente mandar a la cárcel a quien viola sus órdenes.
Por lo tanto, el alcalde ha notificado a los esposos Knapp la orden que les impone celebrar immediatamente el «matrimonio» entre los dos homosexuales. Si se niegan, deberán pagar una multa de mil dólares por cada día de retraso en la celebración del «matrimonio». Además, serán arrestados y descontarán 180 días de cárcel por cada día de retraso.
Como ha explicado el alcalde – que debe ser mejor en matemáticas que en temas de libertad religiosa –, esto significa que si los dos ancianos pastores mantuvieran su rechazo durante un mes, es decir, treinta días, deberían pagar treinta mil dólares y permanecer en la cárcel catorce años; es decir, verosimilmente transcurrirían en la cárcel todo el tiempo que les queda de vida.
El alcalde sostiene que en todo esto no hay ninguna violación de la libertad religiosa, porque – a diferencia de cuanto sucede en la Iglesia católica, pero con modalidades comunes a muchas denominaciones protestantes – los matrimonios en la comunidad de los pastores Knapp no son gratuitos, sino que están sometidos al pago de una cuota fija.
Además, si se solicita, la iglesia se ocupa de las flores y de la música y, por regularidad fiscal, emite una factura de una sociedad constituida a este propósito.
¿Católicos protegidos? No: es un precedente
Se podría pensar que esto proteja por lo menos a los católicos, pero es evidente que el lobby LGBT quiere construir un caso piloto, que utilizarán para sostener que también quien se casa en la Iglesia católica hace normalmente una ofrenda, que constituye un pago disfrazado y que, obviamente, si se pide, paga las flores y la música.
Evangélicamente convencidos de que se tiene que obedecer a Dios y no a los hombres, los dos pastores se han negado a «casar» a los homosexuales, declarando que prefieren ir a la cárcel.
Afortunadamente, como saben los lectores de esta publicación, en los Estados Unidos existe una organización grande y guerrera de juristas y abogados que luchan por la causa de la libertad religiosa, de la vida y de la familia, la Alliance Defending Freedom (www.alliancedefendingfreedom.org), muy temida por el lobby LGBT porque ha ganado el 75% de las causas en las que ha participado. 
El pasado mes de julio publicamos una entrevista exclusiva con su presidente, el católico Alan Sears (publicada en español por ReL aquí, ndt), el cual concede pocas. La Alliance Defending Freedom ha entendido la puesta en juego a nivel nacional implícita en el caso de Coeur d’Alene y se ha hecho cargo del caso de los esposos Knapp, notificando a la ciudad del estado de Idaho un acta de citación, que ha hecho público, y que ya ha tenido como primer resultado el bloqueo de la ejecución de la orden del alcalde, por lo que por el momento los dos pastores pentecostales no irán a la cárcel. La batalla legal se anuncia larga y decisiva para la libertad religiosa en los Estados Unidos.
Houston y su alcaldesa lesbiana militante
Tiene un paralelo en una gran ciudad, Houston, en Texas, donde una asombrosa ordenanza del alcalde - como puede verse, está claro que es el momento de los alcaldes - requiere a una serie de pastores «sospechosos» que registren, hagan transcribir y transmitan al Ayuntamiento los textos de todas sus predicaciones donde se mencione la homosexualidad, en modo tal que pueda verificarse si pueden ser incriminados según las leyes sobre la homofobia. También en este caso los pastores están defendidos por la Alliance Defending Freedom. [El caso de Houston y su alcaldesa lesbiana militante ReL lo recogía aquí en español].
¿No sucederá en nuestro país? «Ilusión, dulce quimera eres tú», cantaba hace muchos años Claudio Villa. Tal vez prefiráis la versión de Aurelio Fierro, pero las cosas no cambiarían.
Los lobbies gais ya han anunciado que después de los Estados, también las Iglesias estarán obligadas a «no discriminar» y a «casar» a los homosexuales.
¿Imposible en los países donde la Constitución protege la libertad religiosa? Pero en teoría ningún Estado la protege más que los Estados Unidos y mirad lo que ocurre.
El precedente europeo: caso Ladele
En lo que respecta a Europa, el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos nos ha explicado con el caso «Ladele», de 2013, según el cual una funcionaria del estado, cristiana e inglesa, no quiso celebrar una unión civil entre dos personas del mismo sexo, que el derecho de los homosexuales a no ser discriminados prevalece sobre la libertad religiosa. La apelación ha sido rechazada y la sentencia es definitiva. [ReL lo recogía con otros 3 casos aquí].

Lillian Ladele es una cristiana inglesa que se negó a
registrar-celebrar "matrimonios gays" en el ayuntamiento
donde trabaja; el TEDH sentenció que el cristianismo
no obliga a rehúsar esta tarea y que por eso ella
no tiene derecho religioso a negarse.
Los sacerdotes, en Italia, ¿están protegidos por el Concordato? Tal vez pensaba lo mismo el cardenal Fernando Sebastián cuando en una entrevista afirmaba con tranquilidad que los actos homosexuales son una «forma deficiente» de expresión de la sexualidad.
Es verdad, podría haber utilizado otra palabra: pero no quería ofender y explica que «deficiente» significa, etimológicamente, falto de algo. Pero después de todo, habrá pensado, en España existe el Concordato y yo no soy un simple sacerdote, acabo de ser nombrado cardenal, soy amigo del popularísimo Papa Francisco y tengo 84 años.
El 6 de febrero de 2014 el cardenal Sebastián fue inscrito en el registro de los investigados por incitación a la discriminación de los homosexuales y a la homofobia. Se arriesga a cumplir dos años de prisión. No sé vosotros, pero yo empezaría a preocuparme.


(Traducción del italiano de La Nuova Bussola Quotidiana por Helena Faccia Serrano, Alcalá de Henares)



Actualizado 29 octubre 2014

ReL

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