Por: Darío H. Schueri
Cada fin de ciclo democrático genera en el sistema político un grado de angustia y ansiedad a veces desmesurada ante la patética posibilidad de quedar a la intemperie tras el armado de las listas electorales, que en la Provincia de Santa Fe estaría ocurriendo sobre fines del primer trimestre del 2015.
La iniciativa del Poder Ejecutivo provincial de instaurar un piso del 1,5% de votos del padrón electoral de cada distrito en el que se compita para poder clasificar de las primarias a las generales, le agregará un nuevo ingrediente al espeso caldo que se empieza a hervir en Santa Fe.
El Parlamento, que había desestimado tratar un proyecto similar del senador rafaelino Alcides Calvo, tendrá la última palabra. El Ministro Galassi aseguró que tal barrera no es infranqueable para quienes seriamente impulsen la carrera hacia un cargo electivo. Este mensaje es el preámbulo del financiamiento por parte del Estado – que también deberá votar la Legislatura- de la publicidad electoral en radio y televisión de las campañas primarias y generales.
El ingrediente, picante por cierto, condimentaría un rumor sobre el calendario electoral que tendría como fecha de presentación de listas a mediados de febrero, para ir las urnas a dirimir las primarias sobre fines de abril, con generales en Junio, una semana antes del cierre de listas nacionales; todo lo cual le dejaría a los perdedores de las elecciones provinciales un salvoconducto para negociar lugares en las nacionales.
Desde la Casa Gris señalan que las próximas semanas el Gobernador definirá el calendario electoral, pero reconocen que se habló con varios legisladores de fechas posibles para conocer opiniones, sin descartar ninguna de las que permite la Constitución provincial y que claramente las separe del cronograma electoral nacional.
Mientras tanto, los diluidos Partidos políticos intentan recobrar parte de sus gloriosas entidades que se difuminaron ante oportunas alianzas, algunas más exitosas y duraderas que otras, caso el FPCyS en Santa Fe.
El Frente en estado deliberativo.
De esta manera, un sector gravitante del radicalismo, Unidad Progresista o Escarapela, tal como lo veníamos anticipando en estas páginas, cerró filas el jueves junto al Presidente del Partido y aspirante a Gobernador Mario Barletta en la necesidad de anteponer la concordia y la sensatez a los arrebatos individuales para que el Frente siga gobernando la segunda Provincia argentina. Senadores del Grupo Interior (Michlig, Marcón, Borla) junto a otros encumbrados dirigentes provinciales (Darío Boscarol, Carlos Fascendini, Carlos Torres, Eduardo Galaretto) le hicieron notar a Barletta que enfrente los adversarios se pertrechan de la mejor manera para arrebatarles el poder en todas las categorías que puedan, comenzando por la Casa Gris.
Aseguran que no es momento para destemplanzas dialécticas (actitud que también le van a pedir a sus socios del PS), ni para ensayar alquimias extravagantes, sea con socios desclasados o terceros necesitados. En Santa Fe el radicalismo, a pesar de las naturales discrepancias conyugales, gobierna dentro de un Frente, cuya marca tiene un piso electoral del 38%.
Las alianzas que Massa o Macri hilvanen con radicales necesitados de ser gobierno en otras Provincias no debería interferir en el entramado local del FPCyS. Y si la estrategia consensuada aconseja ir a primarias para legitimar un candidato a Gobernador, deberá ser dentro de razonables parámetros prefijados dentro del Frente.
Aunque por elementales razones internas los demás sectores del radicalismo (M.A.R – Cauce) no participaron del cónclave, adscriben implícitamente con lo conversado y se comprometen a trabajar en esa dirección. Queda un largo –a pesar del escaso tiempo cronológico para el cierre de listas- y sinuoso camino partidario por recorrer.
En el socialismo, la oportuna foto de campaña con tinte institucional para ganar un lugar en el parte de prensa oficial entre Antonio Bonfatti, Rubén Galassi y Miguel Lifschitz le dio definitiva personería jurídica al senador rosarino como candidato oficial de la Casa Gris; decisión que deja a la deriva a los socialistas Rubén Giustiniani (senador nacional) y Miguel Zamarini (presidente del concejo municipal de Rosario), máxime después del cónclave radical del jueves que, entre otras minutas reflexionó sobre la necesidad, en caso de ir a internas, que cada Partido lo haga con candidatos propios.
El peronismo quiere pero no puede
El presidente del PJ José Luis Freyre hará otro intento la semana que viene por alinear en una mesa a las tribus dispersas del peronismo para encarar con éxito la batalla hacia la Casa Gris. Tarea ímproba y sin réditos a la vista la del psicólogo intendente venadense, que debe lidiar con egos, recelos, ambiciones e irreconciliables diferencias ideológicas como nunca antes había ocurrido en el peronismo santafesino.
Y encima la amenazante presencia de Miguel del Sel dispuesto a quitarles votos y dirigentes. El Pro llevará a cabo sobre el fin de esta semana un nuevo encuentro dirigencial presidido por Del Sel en Sauce Viejo, en el cual asistirán los referentes de los 19 Departamentos, muchos de los cuales serán proclamados candidatos a senadores a mediados de Diciembre.
En este enzimático estado de cosas peronistas, el por ahora invertebrado Frente Renovador santafesino no termina de catalizar su devenir orgánico, disputándose iniciativas entre el atropellador “Cachi” Martínez, los dubitativos senadores y muy pronto el otro precandidato – supuestamente bendecido por Tigre – Eduardo Buzzi, aún con sus vacilaciones.
Daniel Germano (¿con Jorge Boasso intendente de Rosario?) también aspiraría a ser pre candidato a Gdor de Massa.
Así es como el armador del Frente Renovador para Santa Fe y Entre Ríos Antonio Riccillo confirmó que Sergio Massa (quien lanzaría su campaña a Presidente en pleno verano del 2015) estará en Rosario los días 28 y 29 de este mes en el cierre de las jornadas nacionales de la juventud que coordina Juanca Saintote.
Carlos Reutemann, últimamente se entretiene provocando al socialismo poniendo en dedo en la llaga de la inseguridad y el narcotráfico, pero con una llamativamente nula repercusión dentro del peronismo que, atribulado por sus luchas intestinas ya no espera nada del otrora arrasador de urnas, toda vez que desestimó ser candidato a Gobernador y difícilmente intente repetir la senaduría. En el Tigre, Massa lo espera (no más allá de abril o mayo) para que sea su compañero de fórmula. O de última encabece – si no quiere volver a jugar la senaduría – la lista de diputados nacionales por Santa Fe.
El columnista rosarino Mauricio Maronna publicó este domingo que “María Eugenia Bielsa y Omar Perotti son los dos nombres que suenan más fuerte a gobernador” y que "si Bielsa acepta el mandato de Olivos no habrá interna; si el candidato es otro habrá otra fórmula más kirchnerista".
En tanto, el denominado “kirchnerismo duro” local se exaspera con el funcionariado nacional que le sigue bajando plata al radicalismo de esta capital. A los diez millones para la puesta en marcha del tren urbano municipal, se le suma un acuerdo por 25 millones de pesos para la construcción de un centro de comunicaciones de ocho pisos en la UNL.
El “bono navideño” (extendido a reemplazantes e interinos) que dará el gobierno provincial a los empleados públicos (incluida la Policía) y que será imitado por comunas y municipios, debería contribuir a garantizar la tan ansiada paz social de fin de año.
Aunque la oportuna inyección anímica de dinero que pueda aportar el Estado sea una gota en el océano.
– Desde Santa Fe (16/11/14)-
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