Por: Darío H. Schueri
La necesidad electoral del gobierno nacional pudo más que la crisis lechera.
Productores e industriales firmaron en el Ministerio de Economía de la Nación un armisticio por dos meses (que podría extenderse hasta después de las elecciones generales).
Siguiendo la máxima atribuida al Gral Perón de crear una comisión cuando de dilatar una cuestión se trate, en este caso para estudiar la manera de sacar del país el 30% de excedente lechero que hoy prácticamente no tiene precio internacional (U$S 1800 la tonelada de leche en polvo) y abordar la “cadena de costos” (y van…) para ver quién se queda con la parte del león entre los tres pesos de promedio que cobra el tambero y los doce pesos que cuesta ese mismo litro de leche en góndola.
En medio del reclamo generalizado del campo por la escasa rentabilidad de su producción, el sector lechero hizo eclosión y de no mediar la intervención de la Nación, podía haber sido el soplo de viento que avivara la candente braza del reclamo chacarero reprimido por las audaces maniobras – más que medidas – del gobierno nacional, que no permitirá que nada empañe el camino de Daniel Scioli hacia la Casa Rosada.
El acta firmada entre productores e industriales (con la insólita presencia del gremio obrero ATILRA, que por lo visto de ahora en más laudará en este tipo de disidencias) es una carta de exigida buena voluntad entre las partes que – como todos los temas económicos en Argentina – patea para el próximo inquilino de la Casa Rosada la cuestión.
Hace un par de semanas, la Presidente Cristina Fernández anunció una serie de reintegros para los pequeños y medianos productores agrícolas que solo generó el efecto deseado por el gobierno: un nuevo cisma en la de por si fragmentada dirigencia agropecuaria. Evidentemente nadie podrá discutir la capacidad que tiene el cristinismo para tomar la iniciativa ante hechos adversos, pararse en el centro del ring y –aún recibiendo golpes- intimidar al rival de turno. El objetivo es llegar al final del match -10 de diciembre- de pie. Los métodos son lo de menos.
Primero las elecciones, después el gabinete
En el entorno del inasible Gobernador electo Miguel Lifschitz aseguran que hasta después de las Paso del 9 de agosto no se comenzará con el minué de reuniones con los radicales para abordar el futuro gabinete ministerial; que alumbraría recién en octubre.
Por lo pronto, el Ministro de Economía Angel Sciara, que definitivamente dejará el cargo el 10 de diciembre, confió que el presupuesto 2016 (que debería girar al Parlamento en Setiembre) ya lo está elaborando con sus equipos técnicos.
Fuentes del Ministerio señalan que hasta ahora sólo se está en la primera etapa que es lo que se denomina el presupuesto preliminar, que es el pedido de cada jurisdicción (ministerios, organismos descentralizados, empresas del estado) en base a pautas técnicas que se establecen para esa etapa.
La fase siguiente es la más política, y tiene que ver con las proyecciones macroeconómicas del 2016 que marca principalmente la evolución de los recursos (vía actividad económica y evolución de precios) y otras variables, por ejemplo el efecto del tipo de cambio sobre ciertos insumos y pago deuda.
La tercera fase, que es la que abordará allá por septiembre, es la “ultra política”, donde se establecen las prioridades y se entra en los procesos de de ver como conviven esas prioridades con los proyectos en marcha y los gastos "rígidos".
En los trazos y gráficos de la Ley de Leyes se conocerá la dirección política que Lifschitz le dará a su gobierno.
Radicales se fortalecen
En el deliberativo y expectante radicalismo, los senadores y diputados, a los que le sumarán la mayor cantidad de jefes comunales y municipales y dirigentes territoriales, del por ahora auto denominado Grupo Interior consolidaron el sector en Rosario con un acto fundacional que siente las bases de un movimiento interno con la suficiente fortaleza para imponer respeto a la hora de definir posiciones en el Partido y ante la coalición. No solo en la venidera discusión por los espacios en el gabinete de Lifschitz, sino de cara a las apetencias electorales en los tiempos por venir.
El presidente del radicalismo Mario Barletta afirmó que si Ernesto Sanz pierde las primarias contra Mauricio Macri, orgánicamente y de acuerdo a lo resuelto por la Convención Nacional, apoyará al líder del Pro para las generales del 25 de octubre; obviamente cortando la boleta para armar el combo junto a Hermes Binner y Hugo Marcucci del Frente Progresista santafesino.
Tal como venimos afirmando, no todos los radicales santafesinos están dispuestos a hacer lo mismo; para muchos la candidata a votar será Margarita Stolbizer.
Reutemann y su debut electoral PRO
El que tiene una situación compleja es Carlos Reutemann, candidato a Senador nacional de Macri con socios radicales que le cortarán la boleta por Binner, y sin la poderosa estructura del peronismo que ahora pondrá toda su logística al servicio de Daniel Scikoli – Omar Perotti.
Mientras aboga por la alternancia en los cargos, Reutemann va por el tercer mandato en la Cámara alta de la Nación, y por lo visto su campaña electoral está atada a las visitas de Mauricio Macri a la Provincia y presencia en los medios de comunicación nacionales afines al Pro, debido a que en la Provincia “el periodismo está comprado por el socialismo”, según repite.
El dos veces Gobernador analiza que el 51% de Rodríguez Larreta en CABA es mucho más que el escuálido 30% de Miguel Lifschitz en Santa Fe, estableciendo un forzado paralelismo electoral en territorios totalmente disímiles. En todos casos, y según su lógica estadística, el carismático candidato del Pro Miguel del Sel también obtuvo el 30% el pasado 14 de junio.
Si de evanescentes números se trata, Binner y Bonfatti vienen de cosechar un promedio de 700 mil votos en la Provincia. Y en Rosario según el encuestador local Andrés Mautone, Binner aventaja a Reutemann 26 a 14 puntos. Perotti sigue ubicándose en el segundo lugar muy cerca del aspirante socialista.
A dos semanas de las Paso nacionales que definirán a los candidatos que competirán en los comicios de octubre, el mapa político nacional lo están intentando redibujar entre el kirchnerismo y la oposición.
Hasta el momento, se realizaron elecciones en doce distritos del país, que arroja nueve victorias de los oficialismos locales (la Capital, Córdoba, Chaco, Salta, Corrientes, La Rioja, Neuquén, Río Negro y Santa Fe). Los opositores (UCR sola, con el Pro y el socialismo, el Frente Renovador, PJ disidente) festejaron en seis Provincias, mientras que la Casa Rosada se anotó cuatro triunfos.
No es un dato menor que la oposición al gobierno central haya triunfado en distritos con mayor peso en el padrón electoral (Córdoba, Mendoza, Santa Fe y la Ciudad de Buenos Aires). Pero el distrito que reúne el mayor porcentaje de electores (40%) es la provincia de Buenos Aires, que recién acudirá a las urnas también el 9 de agosto próximo.
A todo esto, en el peronismo santafesino las rispideces entre La Cámpora y Agustín Rossi tienden a visibilizarse cada vez más, toda vez que en Rosario y esta capital aparecieron afiches de Marcos Cleri, primer candidato a diputado de La Cámpora, tapando las gigantografías del ministro de Defensa de Cristina Kirchner junto a Scioli.
La Cámpora acusa a Rossi, dolido por la decisión de Cristina Kirchner de quitarlo del escenario principal del PJ santafesino, de jugar a cortar boleta para perjudicar a Omar Perotti y favorecer, dicen, “a su eterno socio Hermes Binner” desde que el actual ministro lideraba el Concejo Deliberante de Rosario y el socialista gobernaba la Ciudad.
Agustín Rossi es el segundo candidato del Frente para la Victoria para el Parlasur, lista que encabeza el ex canciller Jorge Taiana. El objetivo del ministro, especulan desde La Cámpora, según apunta los colegas rosarinos de Lapoliticaonline, es que Rossi logre más votos para el Parlasur que Perotti a senador. “Prefiere que Binner le gane a Perotti para decir que él sigue siendo el mejor elector de Santa Fe. Siempre hizo lo mismo”, sostuvieron allegados al camporista Cleri.
Por otra parte, el presidente de la Cámara de Diputados, Luis Rubeo, cercano a Rossi, hizo saber en varios comunicados que apoya explícitamente la candidatura de Daniel Scioli a quien le auguró el triunfo en la Provincia de Santa Fe, desmantelando aviesas versiones de que habría viajado a La Plata junto a algunos presidentes comunales para reunirse con la ministra de Gobierno bonaerense, Cristina Álvarez Rodríguez a los fines de prometerle los votos del socialismo.
El Premier santafesino Rubén Galassi cortó de cuajo todas las especulaciones, inclusive las de la esposa de Scioli, Karina Rabolini en torno de un posible apoyo del socialismo hacia Scioli: “todos quieren nuestro apoyo, pero nosotros ya decidimos que vamos con Margarita Stolbizer”, dijo el Ministro de Gobierno de Bonfatti, quien además se ocupó del Pro: “demuestran mucha improvisación, ahora que en la Capital no les fue tan bien, asumen un discurso muy parecido al kirchnerismo. Es decir, ni siquiera es una derecha genuina; sólo un rejunte para tratar de ganarle al kirchnerismo”.
Ahora sí, el clima electoral comienza a cobrar vigor. La “freezada” del conflicto lechero, y el “leading case” judicial con el juez Bonadío señalan a propios y extraños que para el gobierno nacional ninguna empresa es menor cuando de llegar al objetivo se trata.
–Desde Santa Fe (26/7/15)-
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