sábado, 14 de noviembre de 2015

Irremediable y veloz licuación del kirchnerismo

Hay fuga en el sciolismo (de lo contrario, el zar de la electrónica fueguina, Rubén Cherñajovsky, fanático de Daniel Scioli, no habría visitado, con cierta desesperación, al amigo de Mauricio Macri, Nicolás Caputo, tal como recordó Roberto García el lunes 09/11; ni Gerardo Werthein habría renunciado a comprarle América TV, A24 y La Red a Daniel Vila.
De paso, ¿son realmente 'macristas' quienes le preguntaron al 'Fantasma' Remigio Ángel González y González por Canal 9?). Pero hay mucha más fuga en el kirchnerismo (sorprende la cantidad de supuestos militantes de La Cámpora buscando contactos en el PRO para mantener sus conchabos en las administraciones nacional y bonaerense). Y eso que todavía Cambiemos no ganó... La situación le mereció una reflexión al columnista de Urgente24 que firma con seudónimo: por Alphonse de Luxemburgo

Ciudad de Buenos Aires (Especial para Urgente24). Empujado a una bipolaridad política insostenible, Daniel Scioli -el habitante de una encrucijada disparatada- encarna y representa al peronismo servil y genuflexo de una facción de ese justicialismo, el kirchnerismo cristinista, lo que lo desacredita ante los mismos peronistas (supuestamente los de Sergio Massa) que intenta vanamente seducir.
El sainete del peronismo es patético. Al presentarse a sí mismo como peronista, el Gobernador de Buenos Aires ofrece la versión menos hidalga del peronismo que alguna vez ejerció un poder enorme. Proyecta ahora, entonces, la versión del peronista sometido a los dictados de una autócrata personalista y pueril como CFK, al que devino en adulador de la jerarca que los dominó con la caja y el desparpajo del egocentrismo gestáltico y fascista, miserablemente reducido a un simple adorador de postulados con los que discrepa o desacuerda, un aplaudidor (como gobernadores, intendentes y ministros) despreciado por el poder al que ensalza.
De ese modo, Scioli corporiza al modelo más despreciable de peronista, probablemente al que los peronistas buscarán abandonar, tras el alejamiento del Poder Ejecutivo de CFK. Es decir, la dualidad sciolista le espanta también los votos peronistas. Porque nadie quiere votar pusilánimes y títeres porque carecen de autoridad para gobernar.
Parece ser que el peronismo y Scioli desconocen el tenor y la gravedad de su propio marasmo: olvidaron a Albert Einstein cuando postuló que “el respeto irreflexivo por la autoridad es el mayor enemigo de la verdad”. Ambos se exponen ahora a la disgregación, el colapso y la crisis terminal.
Después de todo, la escenificación de las violentas peleas en las intendencias de Merlo y Malvinas Argentinas exponen la puja intestina entre antiguos 'Barones' del peronismo que perdieron a manos de candidatos del kirchnerismo; en especial en Merlo es el divorcio público y escandaloso de la insostenible y fragilísima alianza que lleva a Scioli como candidato.
Por su lado, Macri tuvo un aliado casi impensado en el que descansó para que otro replicara los absurdos de una desangelada campaña del miedo: los medios de comunicación adversos -los de mayor audiencia del país- obraron como fuerza de choque, facilitándole al candidato evitarse el desgaste de desmentir los inventos de portavoces y un gobierno desprestigiados hasta lo inimaginable. Los medios tradicionales, con los que el kirchnerismo confrontó, siguen siendo relevantes, incluidos los digitales, en la fijación de la agenda de la sociedad.
La rápida licuación del kirchnerismo de estos días demuestra su incapacidad, a lo largo de los años, tanto de controlar los medios como de instalar los propios con éxito. Pero a la vez exhibe su debilidad estructural desde el comienzo al desnudar su dependencia extrema de ellos, como interlocutores con la sociedad, y también disipa el núcleo fascista de esa concepción. Para el fascismo y también el marxismo, el control de todo -herencia del sistema medieval- es precondición de su éxito; en fin, la democracia y la diversidad impiden la instauración de su modelo y así es que se derrumba. Irremediablemente.


13/11/2015



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