domingo, 31 de julio de 2016

Una delicada apuesta al futuro inmediato.


Por: Darío H. Schueri
El gobierno del Presidente Mauricio Macri está atravesando el ojo de la tormenta recesiva e inflacionaria. Salvo por los raros números que observamos en la Provincia de Santa Fe, de acuerdo con encuestadoras nacionales el nivel de imagen aún es alentadora tomando en cuenta los críticos momentos que vive la desconcertada sociedad.
El analista económica rosarino Salvador Distéfano anota que en 90 días se juega la suerte de la actividad económica. Con el dinero que se recaude con el bono, se piensa pagarles a los jubilados, hacer obra pública y rescatar deuda externa, para bajar la tasa de interés de mercado. Con la multa que recauden por el blanqueo de dinero en efectivo, se piensa aplicar al presupuesto, para bajar el déficit fiscal. 
Distéfano describe que en Argentina, los dólares billetes guardados en el colchón rondaría entre el 10% y 15% del PBI, esto implica entre U$S 45.000 y U$S 65.000 millones. En el exterior, y sin declarar, no menos de U$S 100.000 millones. Si blanquean solo el 20% de este total, alcanzaríamos los U$S 30.000 millones necesarios para que sea un éxito, por debajo de dicha marca, las luces amarillas se encienden, y el gradualismo entra en peligro.
El Frente gobernante en Santa Fe debatía al cierre de esta nota si la Provincia adhería o no al blanqueo nacional. Si no adhiere, muchos de los que blanquean, deberán pagar impuestos provinciales.
El Diputado Julián Galdeano está trabajando en un proyecto sobre el respecto que podría evitar sanciones ni procesos para quienes adhieran, a tal vez que exista un reconocimiento o tasa menor para quienes dejen la plata en la Provincia, sea comprando inmuebles, plazo fijo en el  Banco Municipal de Rosario o NBSF, o invierta en actividades productivas en Santa Fe.
Desde el socialismo parlamentario creen que lo correcto sería que desde la Secretaria de Ingresos Públicos (que cuentan con más elementos económicos y jurídicos) elaboren un proyecto sobre el respecto.
No era solo política
Los insondable motivos por los cuales el mismísimo Presidente Mauricio Macri dos veces, dos Ministros (Dietrich y el Jefe de Gabinete marcos Peña) y un funcionario (el Viceministro del Interior De Luca) cruzaron fuertemente al Gobernador Lifschitz acusándolo de poco colaborativo con la gestión nacional, generaron las más iluminadas teorías.
Desde el PRO local – y lo vislumbra este Domingo en el Diario La Capital de Rosario el Jefe de Gabinete Marcos Peña -  adujeron desde un primer momento que Macri “se hartó” del doble juego de personalidades de Lifschitz, quien muestra una faceta complaciente y agradecida cuando firma convenios en Buenos Aires, y luego se transforma en un feroz crítico de la gestión al arribar a Santa Fe. Una especie de Dr. Jekyll y  Mr. Hyde de la política.
Otros alumbran que es un velado pase de facturas a los socios radicales del PRO que no se animan ellos a defender al gobierno nacional de los embates socialistas. “En realidad Macri quiere minar al socialismo (¿FPCyS?) pegándolo con el kirchnerismo porque sino jamás el PRO podrá hacer pie firme en Santa Fe”, describen los que leen la política con lupa.
No falta quienes especulan que en realidad el gobierno nacional, tal como nos anticipó un referente del PRO local, derramará la “inversión más importante de la historia” en obra pública en Santa Fe, “a pesar de la escasa colaboración de Lifschitz” y las críticas del PS, y quieren dejar bien en claro quién la facturará políticamente.
Tampoco hay que dejar de considerar nuestro adelanto periodístico de la semana pasada, referido al Fondo del Conurbano que Macri – dice-  quiere eliminar en el reparto provincial ($5.400 millones en el presupuesto de Santa Fe de este año) del excedente que percibe Buenos Aires.
También la reforma Constitucional
Hace un tiempo anticipamos que después del receso invernal, el Gobernador Miguel Lifschitz acometería de manera decidida con la ímproba tarea de encarar el proceso de reforma de la Constitución mediante un proceso previo de consultas que ya describimos en estas páginas.
Al respecto, el abogado constitucionalista de esta capital Domingo Rondina usó las redes sociales para manifestar sus reparos con frases tales como: “hay que cuidar que la Reforma a la Constitución Santafesina no se convierta en una calesita de coloridas charlas”, ó “las Reformas Constitucionales no se hacen desde el Gobierno hacia afuera, salvo que no hayas entendido constitucional”. También “un proyecto de reforma constitucional plagado de dibujitos y sugerencias de campañas de comunicación, dice mucho de él”. Y lo más duro: “si la Reforma de la Constitución Santafesina nace con proyectos mal copiados y gubernamentalistas, nace muerta”.
El presidente del radicalismo nacional e intendente de Santa Fe José Corral salió a oponerse a la reforma de la Constitución: "No es el momento adecuado para reformar la Constitución, la gente está preocupada por la economía", amonestó, sin presuponer que dentro de su propio Partido saldrían a enmendarle la plana como por ejemplo Julián Galdeano, líder de la UCR santafesina y del sector interno aliado (en Cambiemos) MAR, quien le pidió que “no especule”, a la vez que le advirtió que respaldarán el proceso para que se haga “cuanto antes”.
Luego fue el turno del Senador por San Justo y actual Presidente de la Convención de la Unión Cívica Radical Rodrigo Borla, quien inclusive fue mucho más allá y habló de la fruta prohibida: la reelección del Gobernador.
El Gobernador tiene que vencer la resistencia, no sólo de un sector del radicalismo (el que responde a Corral), sino a miembros de su propio Partido que creen que el momento propicio para encarar la reforma sería recién el 2018.
El peronismo busca un líder
El escritor y periodista Jorge Asís describe casi morfológicamente al peronismo como “la ideología del poder”, para lo cual necesita siempre de un líder o caudillo, y que en su historia solo tuvo tres: el propio fundador Juan D. Perón, Carlos Menem y Néstor Kirchner. Hoy está huérfano.
En Santa Fe, auto excluido Carlos Reutemann y fallecido Jorge Obeid (con poder delegado por Reutemann, pero poder al fin) no tiene un guía para llegar a la Tierra Prometida; ganar la gobernación. La ideología del poder. Sectores del movimiento le reprochan al rafaelino senador nacional Omar Perotti no ocupar ese sitial: “no es momento aún, Ricardo Olivera está haciendo un buen trabajo uniendo las partes como presidente del Partido; yo seré el líder natural en el 2019 cuando vuelva a ser candidato a Gobernador”, responde.
Mientras tanto, Sergio Massa manda a su diputado nacional Alejandro Grandinetti a que baje a la capital santafesina para auscultar el panorama, y ver si puede empezar a reclutar voluntarios para su causa.
En breve estará oficializado el Frente Renovador en la Provincia. No le será fácil si no tiene un candidato a Gobernador con chances. Y hoy no está.
Mientras tanto, la tormenta económica no amaina; pese al voluntarismo del gobierno nacional y la paciencia, casi culposa, de la sociedad.



 – Desde Santa Fe (31/7/16)-








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