domingo, 20 de noviembre de 2016

Leyenda Negra: Un Arma Nacional y Popular Contra la Hispanidad. La Llegada de los Demoledores (II)


por María Carolina Figueroa.
El tan mentado Genocidio español
Abordemos ahora el tema del tan mentado genocidio español.
Heredia, sin ningún tipo de escrúpulos arroja la cifra de cincuenta y seis millones de indios exterminados. Nuevamente se emplea la manipulación de números para desacreditar la Conquista y sensibilizar al público. En realidad, las investigaciones mejor fundadas no admiten semejantes cifras. Esto lo dictan la pasión ideológica y el odio a la hispanidad.
El trabajo de investigación más serio y mejor fundado sobre este tema lo ha realizado Ángel Rosenblat. El autor ha utilizado como elemento de estimación fundamental la posibilidad alimenticia que ofrecía nuestro continente. En su análisis fija para la población americana hacia 1492 el número de trece millones y medio de almas. El mismo estudioso agrega que: “Fuera de la zona agrícola, que se escalonaba en una estrecha franja a lo largo de Los Andes, el Continente era en 1492 una inmensa selva o una estepa”.[5] Petrocelli sostiene que Rosenblat fue generoso, ya que como lo atestigua un estudio de la revista Esquiú:
“De acuerdo con la capacidad alimentaria que podía aportar el continente y a las técnicas de cultivo de la época, la totalidad de población de América Latina debe estimarse entre un mínimo de 8 y un máximo de 13 millones. Lo demás forma parte del sombrío delirio antiespañol”[6].
Efectivamente en el siglo XVI se produjo una importante Caída demográfica. Rosenblat estima que “hacia 1570 la población aborigen de Iberoamérica había perdido 2.557.850 personas.”[7] Según estudios serios el mayor decrecimiento de la población indígena fue causado por las epidemias, por el choque microbiano y viral. Así lo explica Vittorio Messori: “Las enfermedades que los europeos llevaron a América (…) eran desconocidas en el nicho ecológico aislado de los indios, por lo tanto, éstos carecían de las defensas inmunológicas para hacerles frente”[8]. Otras causas de la merma fueron enfermedades como la escarlatina, el tifus, el sarampión o el paludismo; las insolaciones; la escasez de comida; los excesos de una vida viciosa como la embriaguez o el uso de la coca; la mestización y las guerras. Pero hacer depender todos estos factores de un inexistente exterminio masivo por parte de los españoles es hacerse eco de una descabellada mentira.
Como se ve, nuevamente, los estudios serios echan por tierra las falacias de la Leyenda Negra, en este caso la del, tantas veces repetido, genocidio español.
¿También arrasaron con las Lenguas?

 El fragmento del relato analizado también acusa a España de arrebatar a los pueblos de América las lenguas. Esto constituye una vil mentira y refleja gran ignorancia por parte de los defensores de la leyenda negra. Digamos al respecto que la UNICEF, organismo que no puede ser catalogado de hispanófilo, en 2011 presentó un estudio sobre las lenguas indígenas que se hablan en Hispanoamérica, según el cual “en la región se hablan 420 lenguas (…)”[9] de las cuales más de 20% son idiomas que se utilizan en dos o más países. Este trabajo además destaca “el impresionante número de familias lingüísticas que existen, ya que se logró registrar casi 99 familias”[10].

En Hispanoamérica la familia lingüística más importante es la Arawak, hablada en varios territorios que van desde Centroamérica a la Amazonía. Otra lengua importante es el quechua, hablada por entre 8-11 millones de personas principalmente en Perú, Bolivia, Ecuador y algunas partes de Colombia y Argentina; el Aimara es hablado por más de 2 millones de personas ubicadas principalmente en Bolivia, Perú, Chile y Argentina; y el guaraní es una lengua hablada por más de 2 millones de personas ubicadas principalmente en Bolivia, Perú, Chile y Argentina. Esta última, junto con el español, es una de las lenguas oficiales en Paraguay. En ese país el 90% de la población habla guaraní y español, y cerca del 27% lo habla exclusivamente.
Tras constatar estos datos podemos concluir que en este sentido los cultores de la leyenda negra o mienten, o no han tenido la posibilidad de recorrer el noroeste argentino o nuestro vecino país limítrofe, pues en dichas zonas la supervivencia de lenguas indígenas es innegable.
A estos datos agreguemos que los misioneros no sólo no suprimieron las lenguas de los nativos, sino que además se esforzaron por aprender los idiomas americanos para facilitar la Evangelización.
Al respecto escribía en sus crónicas Motolinía: “Después que los frailes vinieron a esta tierra Buscaron mil modos y maneras para traer a los indios en conocimiento de un solo Dios verdadero, Sacáronles en su propia lengua de Anáhuac los mandamientos en metro y los artículos de la fe, y los sacramentos también cantados. En algunos monasterios se ayuntan dos y tres lenguas diversas, y fraile hay que predica en tres lenguas todas diferentes.”[11]
¿En qué Creían los Indios?
 Por último, digamos algo acerca de la religión de los indios, ya que Heredia presenta como el peor de los castigos que se les podía haber infringido a los aborígenes el sacarlos de la idolatría.

En general los pueblos eran idólatras y existía un animismo generalizado. La religión consistía en atraerse el favor de los espíritus benignos y rechazar a los malignos, lo que se realizaba a través de la magia.
Por otro lado, en  muchísimas de las tribus se ofrecían a los dioses sacrificios humanos, y  también la antropofagia era una práctica común y socialmente aceptada.
Von Hagen nos explica que “el gobierno azteca se hallaba organizado del principio al fin para mantener los po­deres del Cielo y obtener su favor con cuantos corazones humanos era posible conseguir”[12]. A lo largo del año se realizaban sacrificios de todo tipo. Para provocar la lluvia, inmolaban niños porque creían que sus lágrimas tenían la virtud mágica de atraer el agua del cielo. En el sexto mes un niño y una niña eran ahogados al hundirse una canoa llena de corazones de víctimas. Para honrar al dios del fuego los prisioneros de guerra danzaban junto con sus captores; de pronto éstos les arrojaban en el rostro una sustancia analgésica y luego los lanzaban al fuego mientras alrededor de la hoguera se realizaba una danza macabra. Cuando todavía se encontraban con vida, sacaban con ganchos a las víctimas y les abrían el pecho para arrancar sus corazones y ofrecerlos al dios. Además, durante el tiempo dedicado a los dioses de la fertilidad, para sus vestiduras utilizaban pieles de prisioneros recientemente desollados.
Jacques Soustelle, apologista de los aztecas, admite que:
esta tribu estaba moral y físicamente al extremo de sus posibili­dades en sus sacrificios humanos masivos y declara que si los españoles no hubieran llegado (…) la heca­tombe era tal (…) que hubieran tenido que cesar el holocausto para no desaparecer”[13].
Los incas también  practicaban sacrificios humanos, pero la brutalidad de este pueblo iba más allá, ya que además construían tambores con la piel de los vencidos y quenas con sus huesos.
Los chibchas “ofrecían preferentemente niños, a los que se criaba hasta los quince años en el templo del Sol, para ser finalmente muertos a flechazos atados a una columna”[14], como lo atestigua Morales Padrón.
Tras constatar cuán atroces eran las prácticas religiosas de los indígenas se puede deducir que la situación de América en la época previa al descubrimiento no era tan feliz como los Narra el cantautor analizado. A pesar de que reconocemos ciertas grandezas y aspectos positivos de los nativos de América,  y obviamente su condición de Imago Dei, es innegable que la acción que desempeñó nuestra Madre Patria en el Continente fue sumamente beneficiosa para los aborígenes, a los que se les dio una dignidad por ellos jamás pensada, pero lo más grande que pudo legar España a estas Tierras fue la Fe, la posibilidad de los indios de acceder a los méritos de la Redención obtenidos por Nuestro Señor Jesucristo en la Cruz.
Conclusión                         
Para concluir con esta exposición sólo nos basta decir que cuando se analizan los hechos del pasado sin prejuicios o tendencias ideológicas, los acontecimientos hablan por sí mismos, la verdad sale a la luz, las pruebas y  fuentes históricas echan por tierra las falacias elaboradas por los ideólogos enemigos de la Verdad, y en este caso de la  Hispanidad. Y  a pesar de que ellos cuenten con numerosas armas y mecanismos para ensuciar la historia, y que a través de la literatura, la música, lo libros y muchas más herramientas difundan el error, la verdad triunfa, y está allí, esperando a ser descubierta. Es misión del historiador buscarla con ardor, y lo es más del historiador cristiano, ya que cuando se la conoce se aproxima a Aquél que afirmó ser el Camino, la Verdad y la Vida.


[1] Heredia, Víctor. Taki Ongoy, Texto  en http://www.fmmeducacion.com.ar/Escritos/Letras/takiongoy.htm (10/07/16)
[2] Petrocelli, Héctor. Lo que a Veces No Se Dice de la Conquista de América. Rosario, Santa Fe: Ediciones Didascalia. Segunda Edición, 1992 p. 30.
[3] Mansilla, Lucio V. Una Excursión a los Indios Ranqueles. Buenos Aires: 1977. P. 127. En Petrocelli, Héctor. Op. cit. p. 31.
[4] Morales Padrón, Francisco. Manual de Historia Universal. Madrid: 1962. Tomo V. P. 267. En: Petrocelli, Héctor. Op. cit. p. 69
[5] Rosenblat, Ángel. La Población indígena y el mestizaje en América. Buenos Aires: 1954. P. 121. Citado por  Petrocelli, Héctor. Op. cit. p. 52, 53
[6] Sobre la Identidad Mestiza de América. Esquiú. 20 de diciembre de 1987. En Petrocelli, Héctor. Op. cit. p. 55.
[7] Rosenblat, Ángel. op. cit. p. 88, 102 y 105. En Petrocelli, Héctor. op. cit. p. 57
[8] Messori, Vittorio. Leyendas Negras de la Iglesia. Barcelona: Editorial Planeta, S. A., 2004. p. 18
[9] UNICEF Atlas sociolingüístico de pueblos indígenas en América Latina, citado por Francesca Varda. Lenguas Indígenas de América Latina.  http://americalatina.about.com/od/Culturas/a/Lenguas-Ind-Igenas-De-Am-Erica-Latina.htm (14/09/16)
[10] Ibíd.
[11] De Sahagún, Bernardino. Libro de los coloquios y la doctrina cristiana, citado por Iraburu, José María. Hechos de los apóstoles en América. Pamplona: Fundación Gratis Date, 1999. Segunda Edición. p. 101
[12] Von Hagen, Victor Wolfgang, The Aztec: man and tribe. New York: The New American library, 1962. p.162. Citado por Olivera Ravasi, Javier. ¿En qué creían los indios antes de la conquista de américa?http://www.quenotelacuenten.org/2014/01/17/en-que-creian-los-indios-la-llegada-de-los-primeros-conquistadores/(12/07/16)
[13] Dumont, Jean “La primera liberación de América”, en Verbo. Octubre de 1986. P. 85, citado por Ravasi, Javier. ¿En qué creían los indios…
[14] Morales Padrón, Francisco. Manual de Historia Universal. T. V. Historia General de América. Madrid, 1962. p. 301, citado por Petrocelli, Héctor. op. cit. p.25


No hay comentarios:

Publicar un comentario