viernes, 14 de julio de 2017

La Iglesia de Inglaterra reconoce a Santo Tomás Moro y San Juan Fischer como mártires.


por José Miguel Arráiz
Mártires de Inglaterra y Gales en tiempos de Enrique VIII.
El día de ayer la Iglesia ha mandado un tweet por su página oficial en Twitter bastante interesante en donde compartía la imagen de los mártires Santo Tomás Moro y San Juan Fisher acompañado del texto: “Today we remember Thomas More, scholar, and John Fisher, Bishop of Rochester, Reformation Martyrs who died in 1535”.
Traducido sería:
“Hoy recordamos al académico Tomás Moro, y al obispo de Rochester Juan Fisher, mártires de la reforma que murieron en 1535”
Algunos podrán preguntarse: ¿Por qué el que la Iglesia de Inglaterra publique esto debería llamar la atención? La respuesta es simple: porque resulta que ellos fueron martirizados (decapitados) por permanecer fieles a la Iglesia Católica negándose a aceptar a Enrique VIII como cabeza suprema de la Iglesia de Inglaterra.
Dicho de otro modo, ellos prefirieron morir como católicos a convertirse en anglicanos, y hoy los anglicanos les reconocen como mártires.
Cabe destacar que ellos no fueron los únicos. El 25 de octubre de 1970 el Papa Pablo VI canonizó a cuarenta mártires de Inglaterra y Gales, un grupo de católicos, laicos y religiosos, hombres y mujeres que resaltan de entre unos trescientos que fueron ajusticiados entre 1535 y 1679 por la defensa de su fe y fidelidad a la fe católica.
Por supuesto, siglos después, no cuesta reconocer que dicho cisma, más que ocasionado por diferencias doctrinales, se debió inicialmente al deseo desordenado de un rey que quería abandonar a su legítima esposa para casarse con su amante, Ana Bolena, esperando que esta le diera el hijo varón que su verdadera esposa no le había dado.
Como Ana tampoco se lo dio y no era de sangre real, ni siquiera se tuvo que divorciar. Bastó calumniarla y mandarla decapitar. La Reina de los mil días le decían, porque no duró más que eso en el trono. Seis esposas tuvo el impúdico rey y el único hijo varón que tuvo no pudo sobrevivir.
El que Santo Tomás Moro y San Juan Fisher junto con otros católicos que permanecieron fieles a la fe católica sean mártires pone en evidencia lo que la mayor parte del clero inglés fue: cobardes que pusieron su vida por encima de su fe para complacer la libido de un rey infiel. Dios tenga misericordia de ellos.
Pero dado que fue así como surgió la Iglesia Anglicana, y ellos mismos lo saben: ¿Tienen hoy día razón de ser? ¿Qué esperan para retornar a la unidad plena con la Iglesia Católica?


Blog Apologética para el mundo (7/7/17)

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