lunes, 21 de mayo de 2018

Efecto tarifas e inflación: Vidal cae en las encuestas y Cambiemos está en emergencia electoral

por Carlos Tórtora 
A la primera línea del PRO le preocupan sobremanera las primeras encuestas bonaerenses   post corrida cambiaria.

Tuvimos acceso a una de las mismas, la realizada por Gustavo Córdoba & Asociados que, en consonancia con otras, le asigna a Maria Eugenia Vidal un 45,3% de aprobación contra un 49,8% de rechazo. Por primera vez la gobernadora suma más rechazos que adhesiones y, según lo trascendido, el mayor descenso se registra en el primer cordón del conurbano, donde predomina la clase media. De más está decir que, con un presidente declinante, toda la estrategia del PRO gira alrededor de la diferencia de votos que Vidal pueda obtener en su distrito, que sería decisiva para ganar un ballotage que hoy por hoy parece inexorable. Un consultor del gobierno bonaerense, en vista de la situación, estaría proponiendo que Vidal siga los pasos de su amigo Horacio Rodriguez Larreta, que aisló su gestión de las turbulencias del gobierno nacional, mostrándose como un gestionador casi ajeno a la política.

Lo cierto es que la gobernadora siente en particular el recorte del presupuesto para obras públicas y ahora pondría el acento en dos áreas que hasta ahora no arrojaron resultados positivos importantes: salud y educación. El macrismo le apunta ahora a atenuar el impacto tarifario con la sanción de la ley que elimine los impuestos provinciales en las boletas de servicios públicos, sobre todo en el 6% que se cobra de forma “sustitutiva” de las tasas municipales y que va íntegramente a las arcas de las comunas a pesar de que se recauda como un ítem provincial.

En lo político, se produjeron en Buenos Aires dos hechos para registrar: Francisco de Narváez hizo trascender su inminente reaparición, aparentemente con vistas a encabezar una lista para diputados nacionales que tal vez llevaría al médico Facundo Manes como candidato a gobernador y, en la hipótesis de máxima, a Marcelo Tinelli como aspirante a la presidencia. Lo interesante de esta maniobra es que De Narváez habría hecho medir la situación actual y encontraría campo fértil entre buena parte del electorado de Cambiemos del primer cordón y también en sectores desilusionados por Sergio Massa. Éste reapareció para admitir que busca suceder a Macri y, en otras palabras, que no desea competir con Vidal.

El retorno de De Narváez sacudió a la dirigencia peronista, también alerta al ruido que provino de la Cámara Nacional electoral, donde trascendió la versión de que el tribunal repondría en su cargo al ex presidente del PJ nacional José Luis Gioja, desplazado por la intervención de Luis Barrionuevo, dispuesta por María Servini de Cubria. De confirmarse esto, la ahora cautelosa Cristina Kirchner tendría motivos para festejar.  

Antes, la batalla social 
El nuevo escenario económico, con Macri obligado a mostrar una reducción del gasto público más concreta, despierta los apetitos de poder de la dirigencia peronista. En un probable ballotage, el presidente ya no podría contar con arrastrar a un sector importante de votantes peronistas. Por el contrario, sería cada vez más factible que el kirchnerismo y el peronismo “racional” terminen llegando a un acuerdo para sumar sus votos.

Pero estas ecuaciones dependen de la pulseada que está por comenzar entre el aparato sindical, que ya reclama la reapertura de paritarias ante una pauta inflacionaria del 25% y con Hugo Moyano resuelto a que su hijo Pablo se haga cargo de la conducción de la CGT. La jugada más importante -y audaz- de Macri está en manos de la Justicia y consiste en la prisión preventiva de Moyano por la causa de Independiente. El líder camionero estaría por lanzar su plan de lucha para anticiparse a su eventual detención, que de ese modo luciría como una represalia.

InformadorPúblico.com  • 20/05/2018 •

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