Imagen de Graciela Fernández Meijide, política de izquierda y madre de un terrorista desaparecido
El doloroso tema de los “desaparecidos” en la Argentina, sigue dando que hablar en nuestro país. Algunos lo hacen con seriedad; otros con liviandad; unos repiten lo que han escuchado y otros simplemente hablan por hablar…
Es como en un bazar: hay de todo y para todos los gustos.
Reproducimos aquí, sin más comentarios, la Carta de lectores enviada al Diario La Nación (diario liberal-conservador de Buenos Aires), y publicada ayer, 3 de Abril de 2019 por parte de la Asociación de abogados por la justicia y la concordia, organismo integrado por ex-jueces y abogados dedicados a la pacificación definitiva en la Argentina.
Que no te la cuenten…
P. Javier Olivera Ravasi, SE
Comunicado
En un reportaje de 70 minutos para el programa de televisión llamado “Salvados”, que produce y conduce un periodista claramente enrolado –para decir lo menos– en la línea progre y que se emite para un canal de Barcelona, el Papa Francisco habló un poco de todo.
Nada diremos, con una sola salvedad, de sus respuestas o comentarios a los temas propuestos. Basta con advertir que no habló como Jefe de la Iglesia, ya que no sólo por los asuntos que le planteó el periodista, sino por el tenor de sus respuestas, el Papa se expresó como un político más.
Pero lo que no podemos pasar por alto es que, en un contexto que no correspondía a la Argentina, sino a los muertos y desaparecidos durante la guerra civil española, el Papa dijo textualmente lo siguiente:
“En Argentina fueron más de 30.000 en la época de la dictadura. Me tocó de cerca eso. Siempre he defendido el derecho a la verdad sobre lo que pasó; el derecho a una sepultura digna, a encontrar los cadáveres. En Argentina se sigue haciendo. Es un derecho no sólo de la familia, de la sociedad. Una sociedad no puede sonreír al futuro, teniendo a sus muertos escondidos.”
Y agregó:
“Nunca vas a tener paz con un muerto escondido.”
Nuestra Asociación podría hacer una larga declaración a partir de estas expresiones del Papa. Para ello le sobran autoridad, méritos, derecho y –también– información. Pero en esta ocasión queremos limitarnos a poner de manifiesto tan sólo dos hechos.
Los hechos, como es sabido, son más contundentes que las palabras.
El primero es que el Papa, cuando no era tal, sino sacerdote, después obispo y finalmente Arzobispo de Buenos Aires y Cardenal Primado de la Argentina, nunca dijo públicamente cosa alguna sobre desaparecidos ni sobre el supuesto derecho a encontrar cadáveres, y jamás advirtió a los argentinos que nunca tendríamos paz con un muerto escondido.
El segundo hecho es que la cifra de 30.000 desaparecidos en la Argentina –tan redonda ella– es total y absolutamente falsa, y que su utilización, tanto en el plano local cuanto mundial, cumple la función de una consigna ideológica, que se agita tanto para deslegitimar la guerra contra el terrorismo librada en los años ’70, cuanto para lucrar de manera repugnante con su inevitable resultado de muertos y heridos.
Ningún argentino ignora esto, incluidos aquellos que –estos sí públicamente– reivindican y entonan loas al terrorismo de entonces. Tan evidente es también para ellos la mentira de los 30.000 desaparecidos que, en el vano intento de no caer en el ridículo, afirman con desparpajo que ese número tiene carácter simbólico.
Si alguno cree que hace falta decir más, pues que lo diga.
Buenos Aires, 2 de abril de 2019.
Carlos Bosch Alberto Solanet
Secretario Presidente
Fuente: Diario La Nación y Asociación de abogados por la justicia y la concordia.
abril 4, 2019 Que No Te La Cuenten
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