domingo, 29 de septiembre de 2019

Todavía adoran piedras, todavía comen ratas, pero hay quienes ayudan


por Padre Federico
Hace un par de semanas publicábamos un pedido del Padre Federico Highton, SE, para ayudar a a una escuelita perdida perdida del sur de la India, que carecía de medios para subsistir y hasta para vestirse. Esto era lo que el padre nos decía:

      “Hace tres años, en la meseta tibetana, le predicamos la Fe Católica a Puran, un predicador protestante que había convertido cientos de almas en su lugar de origen: Dumka, en India. A Puran lo encontramos supervisando un grupo de unos ochenta adivasis que, en nuestra zona misional, construían los caminos, sobreviviendo en miserables campamentos, hacinados, despreciados y malpagos. Puran trajo a muchos de los suyos a nuestro centro misional y les predicamos, los bendijimos y participaron de la Santa Misa muchas veces.

    Puran hace meses que volvió a Dumka y por eso estuvimos mucho tiempo sin verlo. Según nuestro recuerdo, la última vez que lo habíamos visto fue en la frontera del Tibet chino. Ese día Puran filmó un video manifestando su firme voluntad de ser católico y firmó un documento con el mismo mensaje. Luego, no tuvimos más noticias. Nosotros temíamos que él hubiese vuelto al protestantismo…

    Pero, hace unos días, sorpresivamente, desde Dumka, Puran vino con Manuel (un adivasi amigo suyo) a visitarme al centro misional. Padecieron un viaje larguísimo con el solo objetivo de visitarme. Ni bien llegaron me enteré de las novedades. Cuando estábamos en la sacristía preparando la Misa, pregunté a Puran si debíamos poner una hostia para él y respondió afirmativamente, lo cual nos llenó de alegría. Nos contó que en diciembre él recibió la Primera Comunión.

    Celebramos la Misa amenizada con himnos latinos y cantos católicos en la lengua shantali, que es la lengua que habla la etnia Adivasi, a la que Puran y Manuel pertenecen. Pero, ¿por qué hicieron un viaje tan largo para visitarnos? Porque Manuel necesita ayuda. Mas, ¿quién es Manuel? Presentémoslo en dos líneas… Manuel Murmu tiene 24 años y a los 19 años, luego de haber salido 3 veces del Seminario por problemas de salud, fundó 2 escuelas católicas (con sus respectivos albergues) en Dumka. Es un apostolado de carácter masivo ya que, entre las dos escuelas (llamadas “San Pedro", una, y “Emmanuel", la otra) suman 700 alumnos, de los cuales la mitad son literalmente “dirmi puja", esto es, adoradores de piedras y árboles. No pertenecen a ninguna religión “organizada” (como el budismo o el hinduísmo), sino que simplemente adoran rocas y árboles.

    Viven en una miseria total, espiritual y material. Su mayor pobreza es espiritual, esto es, la idolatría fito-pétrea y la ignorancia de Dios. Pero, a su vez, son paupérrimos materialmente hablando. Es gente que literalmente sale a cazar ratas y sapos para poder comer. Si uno llega a cazar una rata, se pueden pelear entre ellos pues la pobreza es tal que la rata es considerada un alimento apetecible.

    Como decíamos, Manuel dirige dos escuelas que, en total, educa a 700 niños paupérrimos. Ayer llegué del Himalaya a Jharkand, donde estan las escuelas. Estoy impactado. Me cuesta ver a tantos niños andrajosos. Lo que más pena me da es ver tantas niñas con sus vestiditos destrozados, llenos de agujeros. Nos ahorramos las descripciones. Vean las fotos…

    Manuel nos pide ayuda. Por eso vine y les doy lo que tengo: bendiciones y catecismo, Misas y sonrisas. Pero también necesitan ropa y comida. A veces, comen una sola comida por día porque el arroz no es suficiente. Acá los niños son flaquísimos. No comen carne, pero no por adherir a la ideológica moda vegana, sino porque no tienen más carne que la de las ratas y los sapos. Pero, Manuel les prohibió comer ratas en la escuela.

    Hoy les celebré la Misa, les prediqué y les enseñé el sagrado catecismo. Participaron fascinados. Estaban felices de aprender a responder en latín durante la Misa. Aprenden rapídisimo. Ya saben inglés. No son ningunos tontos. Guardaron un silencio cuasi-cartujano en la Misa. Durante el canon, no volaba una mosca. Manuel nos está suplicando que armemos una capilla. El terreno es enorme. Si las periferias existen, esta es la periferia por antonomasia. Sobre todo, porque el Dios verdadero no llega.

    Que el Señor se apiade de estas pobres creaturas y les mande urgente socorro. ¡Viva la Misión!

    Padre Federico Highton, S.E. Misionero en Asia 11-IX-19, Ramgarh, Dumka, Jharkand, INDIA”
 
InfoCatólica. Blog: Mar adentro. 27.9.19

No hay comentarios:

Publicar un comentario