por Mª Virginia Olivera de Gristelli
-Vosotros habéis dispersado mis ovejas y las habéis ahuyentado, y no os habéis ocupado de ellas; he aquí, yo me ocuparé de vosotros por la maldad de vuestras obras–declara el Señor. Yo mismo reuniré el remanente de mis ovejas de todas las tierras adonde las he echado, y las haré volver a sus pastos; y crecerán y se multiplicarán.…"(Jer.23, 2-3)
-Vosotros habéis dispersado mis ovejas y las habéis ahuyentado, y no os habéis ocupado de ellas; he aquí, yo me ocuparé de vosotros por la maldad de vuestras obras–declara el Señor. Yo mismo reuniré el remanente de mis ovejas de todas las tierras adonde las he echado, y las haré volver a sus pastos; y crecerán y se multiplicarán.…"(Jer.23, 2-3)
-Porque he aquí, yo voy a levantar en la tierra un
pastor que no se preocupará de la que perece, ni buscará a la
descarriada, ni curará a la herida, ni sustentará a la fuerte, sino que
comerá la carne de la cebada y arrancará sus pezuñas. (Zacarías 11, 16)
-“Así dice el Señor DIOS: `¡Ay de los pastores de Israel
que se apacientan a sí mismos! ¿No deben los pastores apacentar el
rebaño? `Coméis la grosura, os habéis vestido con la lana, degolláis la
oveja engordada, pero no apacentáis el rebaño.…(Ez.34, 2-3)
-“Ellos son del mundo; por eso hablan según el mundo y el mundo los escucha” (1 Juan 4, 4).
-“Es inevitable que haya escándalos, pero ¡ay! De quienes los provocan…” (Lc.17, 1)
-“Ellos son del mundo; por eso hablan según el mundo y el mundo los escucha” (1 Juan 4, 4).
-“Es inevitable que haya escándalos, pero ¡ay! De quienes los provocan…” (Lc.17, 1)
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Ya nuestros lectores se han ido familiarizando con lo que hace 34 años, bajo el eufemístico nombre de Encuentros de Mujeres Autoconvocadas, se organiza en la Argentina, como calculado ejercicio revolucionario internacional, por parte de todos los colectivos lgtbhijk y demás yerbas.
Desde cualquier parte del mundo, cualquier interesado puede hallar en internet numerosas muestras suficientemente ilustrativas de lo que significan estos pretendidos acontecimientos de “diálogo” (sic). Y todo habitante de La Plata ha visto en estos días las paredes empapeladas de los afiches verdes que aquí al lado reproducimos.
Sólo como botón de muestra, copiamos aquí algunas pocas publicaciones de los últimos años, con videos incluidos:
- NO podemos ni debemos acostumbrarnos -28º Encuentro Nac. de Mujeres Autoconvocadas-
- Encuentro Nacional de Mujeres : Abortista, Anticatólico y Sacrílego (1-2)
- Sí: los “Encuentros de Mujeres Autoconvocadas” son parte de una Guerra social y espiritual
- Feministas pro-abortistas intentan incendiar Catedral en Argentina
Si el “interesado” es además directo y principal responsable de una Arquidiócesis a la que pertenece la ciudad anfitriona, hay que ser demasiado iluso para creer que exista desconocimiento del tema, o información insuficiente al respecto.
Ahora bien, resulta que este año la ciudad elegida es La Plata, significativo enclave de tradición marxista y masónica, cuyo Arzobispo durante muchos años fue Mons. Héctor Aguer. Pero hace poco más de un año ha sido reemplazado por el anterior rector de la Universidad Católica Argentina y principal redactor de Amoris Laetitia, Víctor Manuel Fernández, más conocido en Argentina como “Tucho”, o también por su “best seller” sobre El arte de besar, en el cual el solícito pastor advierte, sin ahorrar detalles, las diferentes visicitudes que los fieles pueden sufrir en tan arduo menester… Tucho Mirandez
El caso es que hace apenas dos días, el arzobispo platense ha dado una muestra más exquisita de solicitud pastoral al publicar en uno de los principales periódicos (La Nación) un comunicado acerca del próximo Encuentro de Mujeres, el que ha provocado la justa indignación de muchísimos fieles no sólo de su grey sino de todo nuestro país. Aquí el primer párrafo:
“Se acerca el Encuentro Nacional de Mujeres autoconvocadas en La Plata. Hay gente con miedo, incluidos miembros de las fuerzas de seguridad, políticos y vecinos, como si viniera una horda sedienta de venganza y destrucción. Pero son mujeres, de muchos colores, con diversas formas de defender sus derechos, y también con diferencias entre ellas. Las une el sueño de una verdadera igualdad, y la ira se entiende cuando se recuerda la historia, siglos de opresión, de humillación, de dominio machista, de violencia. A veces la bronca se concentra contra la Iglesia, que necesita una autocrítica en este tema, como en tantos otros.…”
El disgusto se expresó en reacciones que fueron desde comentarios en las redes sociales, hasta respetuosas cartas en los mismos medios donde se publicó la carta original, y finalmente, algunas pintadas callejeras (fotos más abajo) cerca de la Curia platense.
Ante estos hechos me interesaría como mujer católica y argentina que también se oiga mi voz, dejando aquí unas necesarias observaciones e interrogantes que es de esperar reciban una respuesta calificada y más o menos coherente.
a) acerca de lo que arguye Mons. Fernández, quisiéramos que si interesa esgrimir el primado de la caridad, por favor se observe el orden debido de ésta, que comienza por atender a los más próximos, es decir a su propia grey, que en mayor o menor medida se ha sentido cacheteada en pleno rostro por su misiva. Porque luego de más de tres décadas de soportar blasfemias, agresiones e inmundicias de toda laya en este tipo de eventos -que debido a su matriz radicalmente satánicos tiene como principal enemigo a la Iglesia Católica y a sus templos-, lo mínimo que se pretende es que no nos quieran vender gato por liebre, pretendiendo que los fieles se traguen el discurso políticamente correcto de la inclusión y los justos reclamos por la miseria.
Aunque durante años la jerarquía de la Iglesia en Argentina se ha afanado por apagar toda difusión de estos “(Des-)Encuentros”, la proliferación de datos a través de internet ya no lo hace posible, y pretender hoy acallar su vinculación a un proyecto internacional contra la vida tanto física como espiritual es bastante absurdo. Han logrado anestesiar a muchísimos fieles a costa de festivales de luces y vaciamiento doctrinal modernista, pero gracias a Dios -porque El sigue cuidando a Su Iglesia, como Esposo solícito-, aún hay en nuestra patria una reserva de fe lúcida y de sentido común, que puede distinguir el pan de la serpiente.
Hace rato que cualquier católico medianamente informado sabe que este tipo de manifestaciones tiene un origen ideológico marxista, que considera a la Iglesia su principal enemigo en la lucha de clases, y que lejos de ser un puro acontecimiento espontáneo, se trata de una estrategia política continental a largo plazo: Vale la pena citar la Declaración Final del XXV Foro de Sao Paulo (Caracas, 28/7/2019)
“… Defender el papel de las mujeres latinoamericanas y caribeñas como constructoras fundamentales de los procesos de cambio emancipatorios (…). Apoyar las masivas movilizaciones feministas en curso en el continente. Sin el aporte de las mujeres será imposible avanzar hacia la verdadera independencia de nuestras naciones. Entender que solo podrá triunfar la lucha por la igualdad de género si asumimos la lucha por la igualdad de clases. Solo desterrando el capitalismo será posible eliminar el patriarcado. Condenar todas las formas de discriminación y violencia hacia la mujer, la exclusión, el tráfico y trata de mujeres y niñas, la explotación sexual, los feminicidios, así como exigir un mayor apoyo y protección de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.”
Sabemos que el aborto es sólo la punta del iceberg, pero insiste el Arzobispo:
Como oportunamente le respondiera el Dr. Enrique Díaz Araujo en una carta que ha circulado estos días, “sería provechoso que se publicaran los nombres de esas señoras poco conocidas”….O habría que indicarles, en todo caso, que se se han equivocado de lugar.
En su carta hace mención de Santa Catalina de Siena elogiosamente como “capaz de hacerle frente a cualquier autoridad eclesiástica” y de “algunas abadesas que en la Edad Media hacían temblar a los obispos”. Hoy permítame decirle entonces, sin faltarle el respeto, que me avergüenzo profundamente de ud. como pastor de mi patria, porque hablando a mujeres sobre las mujeres, no haya sido capaz de dedicar ni una sola palabra a la Mujer por antonomasia (que las feministas han agraviado en el último tiempo gozándose en sus blasfemias y sacrilegios), modelo perfecto no sólo de Mujer sino de Maestra, sin cuya fidelidad de Hija del Padre y Esposa del Espíritu Santo no hubiésemos recibido entre nosotros al Único por quien todo hombre es liberado de cualquier esclavitud, cuya raíz es el pecado…¡no la falta de “diálogo”! Por el contrario, la Revelación nos enseña que el diálogo indiscreto de primera mujer con la Serpiente trajo la esclavitud y muerte al mundo, y con ellas, todos los males.
Por cierto, debo decirle que también olvidó en su discurso mencionar a Jesucristo. Tal vez sea para ud. sólo un detalle, pero entonces cabría preguntarnos a quién está dirigida esa carta, difundida primeramente a través de un diario secular, en la que firma como Arzobispo, esgrimiendo su autoridad de pastor en la fe, pero omite hacerlo explícitamente a su grey, omitiendo cuidadosamente recurrir al “diccionario básico” que debería regir entre bautizados: ni pecado, ni gracia, ni Nuestro Señor, ni María Santísima…pero eso sí: se hace eco de los clichés habituales del discurso más trasnochadamente marxista de la leyenda negra anticatólica (el falsario Bmé. de Las Casas, el stalinista Neruda…poco original francamente), para “convencer” a los fieles de que -palabras más, palabras menos- hemos de hacer poco menos que un mea culpa por pertenecer a la Iglesia, inveterada enemiga del progreso, las luces y las luchas sociales.
Mons. Fernández, respetuosamente quisiera preguntarle de qué lado está ud…pero creo que ya lo ha respondido. Seamos honestos, por amor de Dios…
¿Por qué nos quieren convencer de que somos nosotros los que incordiamos, los que estamos de más, los que no merecemos ser escuchados, cuando a todas luces son ellos los que parecen avergonzarse de una Iglesia que no tiene nada que ver con la que nos acogió en el Bautismo, al darnos como Madre una fe que “nos gloriamos de profesar”?
Pero vayamos entonces a lo puramente secular y mundano, que parece ser el terreno en que hoy debería moverse la Iglesia -devenida en ong humanitaria universal-, y nuevamente nos espera la decepción: ya que tan valerosamente denuncia las injusticias contra las mujeres de hoy, nos preguntamos también, ¿por qué no denuncia fuertemente a quienes financian la organización de estos eventos, con dinero proveniente de organismos estatales que se le niega a la concreta y perentoria atención de los pobres en nuestro país? ¿¿O no sabe perfectamente que lo “invertido” en estos tres días permitiría largamente la atención de los más necesitados durante un año??
En su “comunicado” afirma que
“Las mujeres católicas podrán dar su opinión en los talleres”.
Tendría que saber que hay más de mil mujeres católicas que hace años que asisten “para dar su opinión” en los talleres y en más de una ocasión han salido golpeadas, arañadas y pateadas –incluso embarazadas- por el solo hecho de haberse “detectado” que eran católicas. Hay videos más que elocuentes. ¿De qué diálogo estamos hablando? Pero claro…ya sabemos que el pobre Lobo es el incomprendido y Caperucita una bestia implacable e intolerante. En este marco mental debe comprenderse la frase:
“Ruego a todos los católicos que eviten cualquier forma de agresión verbal y toda iniciativa que termine siendo provocativa”.
Este argumento lo tenemos bien grabado en la memoria los cien o doscientos católicos que hace algunos años fuimos acusados de “provocadores” por el anterior Cardenal Primado de Bs.As. cuando tratábamos de impedir a las hordas envenenadas del “orgullo lgtb” que se habían propuesto ingresar a la Catedral Metropolitana, no precisamente como turistas…
Pero se nos aconseja también que
“quienes no hemos sabido asumir como propios los legítimos reclamos de las mujeres simplemente tendremos que abrir el oído. Bienvenidas las que vienen a enriquecer el debate público…”
Dócilmente, pues, miremos las temáticas publicadas para los “talleres” con que los fieles hemos de “enriquecernos” en esta festiva ocasión:
- Cupo laboral para trans
- Visibilidad lésbica
- Derecho de pernada
- Xaternidades (sic)
- Suspensión de desalojos
- Modelo médico hegemónico, obesidad y sobrepeso (sic)
- Despenalización del trabajo sexual
- Deconstrucción de cuerpos feminizados (sic)
- Amor en todas sus formas
- Experiencias de escraches a machos (curas entre ellos)
- Amor libre – Poliamor
- Ruptura de la familia nuclear
- Emancipación de la mujer de los roles impuestos
No es una broma pesada, no. Aquí los detalles del multicolor programa “cultural” (sic).
Este es el consejo de “participación” que nos da un Arzobispo argentino, principal redactor -¡oh, casualidad!- de una exhortación apostólica a cuya “luz” presuntamente habría de releerse todo el Magisterio precedente. Quien tenga ojos, que vea, pues para eso nos los ha dado Dios, y nos pedirá cuentas.
Vayamos finalmente a una de sus últimas frases:
Al mismo tiempo, más allá de que pueda comprender la bronca de muchas, apelo a las mismas participantes para que colaboren en la contención de quienes buscan dañar lugares que son del pueblo. Aun las iglesias son anclajes para muchas mujeres pobres, que las viven como espacios donde recuperan las fuerzas para seguir luchando. A tantas de ellas no les importan los curas ni los obispos, pero aman los lugares sagrados que les permiten casarse, bautizar a sus hijos,…
Nos hemos ocupado más de una vez en este blog de la significación de los espacios sagrados, pero digamos que una vez más, no coincidimos con que los templos son “lugares que son del pueblo”, cuando antes de eso son lugar sacros consagrados al culto del Dios Verdadero, y sobre todo, Lo contienen en sus Sagrarios. Ahora bien, convengamos en que sí son del Pueblo de Dios, por lo cual no puede relegar su protección sólo a la fuerza pública, habiendo admitido que hasta sus miembros “tienen miedo”, condenando a los católicos que quieran cuidar su Casa.
Dice, por fin, “·me comprometí a procurar evitar todo acto, movilización o expresión que se manifieste como una contraofensiva…”
Pero tendría que dar un paso más y advertir también que se ha comprometido con los organizadores de este Encuentro vandálico, a ceder COLEGIOS CATOLICOS PARROQUIALES para la realización de los talleres mencionados, lo cual pone en serio peligro el patrimonio material y espiritual de sitios adonde las familias platenses confían a sus hijos para su crecimiento en la fe. ¿Tiene un obispo legítimo derecho a eso?…
¿Tiene realmente derecho a arriesgar de ese modo los lugares que deben ser en medio del mundo como otros hogares-refugio para los más inocentes confiados a su cuidado pastoral?
¿No es acaso un abuso de autoridad pasar por encima de los párrocos violentando de este modo este delicado territorio que se les ha confiado? ¿Y las capillas? ¿Y las imágenes religiosas?…
Los colegios afectados de los que tenemos noticia serán:
Ntra. Sra. de Lourdes
La Anunciación
Serafín
Virgen del Pilar (¡en sus fiestas patronales!)
Sta. Teresa
San Antonio
Ntra. Sra. del Carmen
Ntra. Sra. del Valle
Castañeda
Casa de retiro ubicada en Ruta 36 (que será “estrenada” por las abortistas)
Colegios regidos por religiosos, que sepamos, se han “ofrecido” con vergonzosa obsecuencia los Salesianos…
Instamos de todo corazón a los párrocos y comunidades educativas que tomen las medidas necesarias para evitar los graves daños -sobre todo espirituales- a los que se están exponiendo.
Dos puntos más nos interesa clarificar, acerca de las reacciones suscitadas y en respuesta a los “misericordiosos” hermanos que ya han desenvainado la espada para defender al pobre pastor herido por sus ovejas “rebeldes”.
Ante todo, pedirles que traten de no razonar “al revés”, y teniendo en cuenta el principio de orden natural de legítima defensa, hay que decir que
- No es pecado discernir, y no hace a la virtud de la obediencia soportar injurias por parte de la autoridad episcopal, sin réplica alguna. Así como un hijo puede defenderse de un maltrato inhumano por parte de sus padres, un fiel tiene el derecho de “defenderse” y elevar un reclamo cuando recibe un maltrato espiritual por parte de sus pastores, que tratan de abolir su razón y adulterar su fe bautismal. Y en esta defensa, cada uno lo hace como puede y buenamente sabe, pero no se puede condenar al agredido por su reacción, dejando que la autoridad use y abuse de sus derechos jerárquicos mientras por otra parte viven declamando contra el clericalismo.
“…no caben en esos días acciones que, con la excusa de proteger iglesias, puedan interpretarse como una “resistencia” cristiana…”
Nos queda claro que quienes hoy abogan por la construcción de una “nueva iglesia más inclusiva y global”, a costa de la demolición de lo que se entiende por Iglesia hace 2000 años, repudian todo conato de Resistencia, de cualquier orden.
Pero resulta que cuando hay ataque violento a un bien, la lógica y la doctrina católica nos dice que el ataque puede y debe ser resistido, y recordemos de paso que la Resistencia es lo propio de la virtud de Fortaleza. El Catecismo es claro:
1808 La fortaleza es la virtud moral que asegura en las dificultades la firmeza y la constancia en la búsqueda del bien. Reafirma la resolución de resistir a las tentaciones y de superar los obstáculos en la vida moral. La virtud de la fortaleza hace capaz de vencer el temor, incluso a la muerte, y de hacer frente a las pruebas y a las persecuciones. Capacita para ir hasta la renuncia y el sacrificio de la propia vida por defender una causa justa. “Mi fuerza y mi cántico es el Señor” (Sal 118, 14). “En el mundo tendréis tribulación. Pero ¡ánimo!: Yo he vencido al mundo” (Jn 16, 33).
Visto lo cual, nos parece desafortunada su declaración
Como arzobispo de La Plata, me comprometí a procurar evitar todo acto, movilización o expresión que se manifieste como una contraofensiva, lo cual sería inútil, ineficaz e imprudente.
Preguntamos, ¿a qué le llama contraofensiva? ¿se puede obviar o negar una confrontación que existe de hecho en la realidad entre la luz y las tinieblas, entre la vida y la muerte, la verdad y el error? ¿Acaso quien da testimonio de una, no expresa de hecho un rechazo de su opuesto? ¿inútil para quién?¿qué es lo primordial, el bien aparente de la conciliación con el mal, o el dar testimonio, que en más de una ocasión ha dado pie a un cierto número de conversiones entre las agresoras? ¿imprudente según la prudencia humana o sobrenatural?
Caben entonces las palabras del profesor argentino -mártir a manos de los montoneros- Jordán Bruno Genta:
“Jesús no se cansa de repetirnos que debemos obrar siempre el bien, incluso con nuestros enemigos que procuran nuestro mal; también que no debemos jamás responder a la injusticia con la injusticia; pero esto no significa que el cristiano no deba resistir ni reaccionar frente a la agresión injusta en contra de Dios, de la Patria, de los suyos, de sus amigos o de su propia persona. Por el contrario, debe estar siempre dispuesto y provisto para defender con viril energía a todo aquello que es sagrado o digno de ser amado, reverenciado y respetado.
Una cosa es no obrar mal ni con la injusticia; otra cosa es no defender hasta la muerte una causa justa por la cual el bien mayor es arriesgarlo todo.” (JB.Genta; Opción política del Cristiano, Editorial Cultura Argentina, Buenos Aires, 1977,pag.34-35)
Sobre el final prosigue Mons."Tucho":
“…sigamos caminando hacia una sociedad más inclusiva. El sueño es que brille cada vez mejor la igualdad entre todos los seres humanos y el inmenso valor de cada persona más allá de su color, origen, ideas, desarrollo y orientación sexual".
Nos preguntamos una vez más si la inclusión a la que se refiere tiene algo que ver con el deseo de todo bautizado, según el Corazón de Cristo, de que seamos Uno (Jn.17,21), a imagen de las Divinas Personas, “un solo rebaño, bajo un solo pastor” (Jn.10,16) con “un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos” (Ef.4, 5-6), o si se refiere a un rejunte masónico en el que toda identidad se pierde en una gran Confusión, bajo el imperio del Príncipe de este Mundo”.
No queremos unión sino es con Cristo Rey, por Él y en Él; “Él es la piedra que vosotros, los constructores, habéis despreciado y que se ha convertido en piedra angular. Porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos salvarnos.” (Hch. 4, 11-12)
Preferimos escuchar atentamente lo que advierte el apóstol San Judas:
«En los últimos tiempos habrá gente que se burlará de todo y vivirá de acuerdo con sus pasiones impías». Estos son los que provocan divisiones, hombres sensuales que no poseen el Espíritu. Pero ustedes, queridos míos, edifíquense a sí mismos sobre el fundamento de su fe santísima, orando en el Espíritu Santo. Manténganse en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para la Vida eterna. Traten de convencer a los que tienen dudas, y sálvenlos librándolos del fuego” (Jud. vv. 17-23).
Adherimos a la resistencia, pues -a menos que la Divina Providencia inunde sobre la ciudad-, justamente, los que en conciencia creemos que es nuestro deber, ante un ataque gravemente injusto, y alentamos vivamente a hacerlo, por el honor de Cristo y de su Madre Santísima, por la Iglesia (que no son las paredes, pero que éstas representan), y por la fe de quienes vacilan, pidiendo a Dios la gracia de saber dar testimonio, al amparo de San Miguel Arcángel, pidiendo que sea él mismo quien encabece nuestras filas.
¡Viva Cristo Rey su Madre, Nuestra Señora!
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Blog :Caritas in Veritate. InfoCatólica 5.10.19.
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