lunes, 10 de agosto de 2020

El conocimiento de América antes de Colón

Por Antonio Las Heras  
El pasado 3 de agosto se cumplió un nuevo aniversario del momento en que – durante aquel 1492 – Cristóbal Colón partió del Puerto de Palos de la Frontera (actualmente Huelva) en su primer viaje trasatlántico.


 Mucho ha dicho la historia oficial sobre los avatares que rodearon a este acontecimiento, como, por ejemplo, que la intención del marino era la de probar la esfericidad de la Tierra y la de llegar a las Indias, habiendo muerto sin enterarse de que había descubierto un nuevo continente.

Sin embargo otras investigaciones permiten señalar que la historia habitualmente repetida oculta gran parte de verdad.

En primer lugar, en la época de Colón los hombres cultos, intelectuales, filósofos y científicos, tenían perfecto conocimiento de que la Tierra era redonda. De los múltiples ejemplos citemos dos: Aristóteles ya lo había planteado en el siglo IV a. J., y Eratóstenes de Cirene lo comprobó en el III a. J. Por lo tanto, el argumento de que se creía que la Tierra era plana en el siglo XV es una falacia absoluta. Incluso el poeta italiano Dante Alighieri en su obra “La Divina Comedia” (escrita entre los años 1304 y 1321) reflejó este conocimiento al situar al Infierno como un cono invertido a través del cual se debía descender hasta llegar al centro de la Tierra y luego dar la vuelta para acceder al otro hemisferio porque la gravedad se invertía.

También los más avezados marinos conocían la existencia de América. ¿Cómo es esto posible? Es un hecho que por aquél entonces circulaban una serie de mapas mostrando algunas regiones del continente supuestamente desconocido, a los que Colón tuvo acceso y que le sirvieron de base para emprender su travesía. Recordemos que el Almirante fue cartógrafo y copista antes de sus expediciones a América, por lo que debía estar perfectamente enterado de la existencia de estos mapas.

Además, antes de partir del Puerto de Palos Colón realizó su propia investigación con el fin de hallar la mejor manera de llegar a estas tierras, recogiendo datos en varios países y toda la documentación que le fuera posible.

Ptolomeo, basado en los cálculos de Marino de Tiro efectuados en el siglo I d. J. aproximadamente, fue el primero en confeccionar un mapa en el que figuraba parte de Sudamérica. Él la llamó India Meridionalis. A partir de allí la confusión lingüística al hablar del viaje a las Indias en lugar de señalar un nuevo continente.

Fray Andreas Walsperger muestra parte de América del Sur con el nombre “cola del dragón” en un mapamundi realizado en el año 1448.

Hay algo sorprendente en un mapa encontrado en Estambul en 1929. Es el llamado Mapa de Piri Reis, terminado en el año 1523. Allí figuran las líneas costeras de América y de la Antártida e, inclusive, lo que hoy denominamos Tierra del Fuego. En una anotación al margen está escrito que para la confección de ese mapa se basó, entre otros documentos, en un mapa diseñado por Colombo que muestra la región occidental. Ahora bien, hasta la fecha no se ha encontrado ningún mapa cuyo autor sea Colón, y, además, éste había muerto en 1506 sin, supuestamente, tener ningún conocimiento acerca de la existencia del estuario del Río de la Plata o de la Bahía de Hudson o de Tierra del Fuego.

Sucede que muchos documentos fueron ocultado y otros destruidos inventándose una historia paralela a la real: la “historia oficial” que sólo es una pantalla creada para encubrir la verdad que, hoy, está siendo develada.


Antonio Las Heras

Doctor en Psicología Social, magíster en Psicoanálisis, filósofo y escritor. Dirige uno de los institutos de la Sociedad Científica Argentina.

La Prensa    09.08.2020

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