viernes, 24 de diciembre de 2010

Guerra Cultural en Argentina (Parte 1).

Por Edgar Schmid y Vcom (R) (VGM) Horacio Ricciardelli

Buenos Aires, 27 de octubre de 2010
Ponemos a propósito esta foto del capitán Perón para demostrar que muchos nacionales respecto a la “Década Infame” sólo han visto la estructura – dominada por los liberales – pero las anteojeras leninistas les han impedido ver como hubo sectores nacionales (Forja y nacionalismo católico) que comenzaron a “excavar las trincheras de resistencia”[1] que permitieron “los asaltos frontales”[2] del 4 de junio de 1943 y 17 de octubre de 1945.
Nuestra Izquierda Nacional proviene de una rama del trotskismo y por ello su visión – a diferencia de Gramsci – sólo ve las estructuras de Coerción y pero incapaz de ver las superestructuras de Consenso.

Un periodista de Córdoba publicó en su blog un artículo que hace acordar al médico que diagnostica bien y pero equivoca la terapia. La conclusión es la siguiente:

“La Ley de Medios es un primer paso en el camino para compensar esta situación; pero hay que fortalecerla y tornarla realmente activa con una mayoría consolidada en el Congreso, que sea capaz de impedir que sus cláusulas se reviertan. Esto torna aun más urgente la necesidad de tener una idea clara sobre lo que estará en juego en las elecciones del 2011. Hay que derrotar la amenaza de un retorno a la década de los ’90, primero. Después habrá que apoyar la eventual victoria del kirchnerismo de la única manera en que se podría hacerlo: apoyándole las manos en la espalda, no sólo para sostenerlo, sino para impulsarlo hacia delante.”

Ante la magnitud del problema que enfrentamos – destrucción cultural de Argentina – y la tal simplificación – limitar la conciencia nacional a los “medios” – Don Hipólito Yrigoyen le hubiera respondido: “Ud. confunde la bandera del regimiento con el banderín de la cocina”

El periodista no tiene obligación de hacer un análisis gramsciano, es muy posible que, viniendo de la izquierda nacional esté influido por los conceptos de Estado de Lenin y Trotsky. Pero hoy – un cuarto de siglo después de iniciada la ofensiva gramsciana y des-malvinizadora post-Malvinas – que se inicia con el alfonsinismo – con gramscianos como Juan Carlos Portantiero y José Aricó entre otros – debemos tener mucho más y mejor conocimiento de la lucha por la superestructura cultural.

La derrota cultural que sufrimos es quizás porque, ¿quién sabía algo de Gramsci en los ’70? La juventud de combatientes, militantes y militares – de civil, de uniforme y de sotana – estaban todos convencidos que “el poder nace de boca del fusil”, que la lucha era por tomar el poder coercitivo del Estado, no para ganar el consenso de la Sociedad Civil. Y nada nos preparó para lo que venía post-Malvinas, que seguimos mirando con anteojeras anticuadas.

La anti-Estrategia de la Izquierda ex Nacional.

La primer diferencia entre Lenin (y Trotsky) y Gramsci es que Lenin habla de conquista del Estado y Dictadura Proletaria (por la fuerza o Coerción) y mientras Gramsci habla de Hegemonía Cultural en la Sociedad (no por fuerza sino por Consenso).

Los que hemos vivido los años desde 1955 a hoy, vimos que los liberales de entonces se dirigieron a controlar el Estado y desde allí reprimir al peronismo. A Perón le que quedaba una gran parte de la Sociedad – especialmente dentro de la clase obrera ganada por el Consenso y con la cual recomendó en Conducción Política: Conducir no es mandar, conducir no es obligar. Conducir es educar, conducir es convencer[3]. Perón no era gramsciano pero este consejo es el esqueleto del pensamiento de Gramsci.

Para elaborar una Estrategia – como lo hacía Perón – hay que tener sentido de los Medios y los Tiempos. Y los Tiempos no se refieren a ganar las elecciones el año que viene. Eso es mera Táctica. Los Tiempos se refieren a una Estrategia de Guerra Cultural a Mediano y Largo Plazo, a cómo y en cuanto tiempo construir una Conciencia Nacional y en que terreno hay que dar las batallas y con que objetivo.

Juan José Hernández Arregui nos ha demostrado en sus obras que lo existente en materia de Conciencia Nacional en Argentina /y A Latina) no es producto de unos pocos años sino de los pocos siglos de Historia de América Latina. Así, estamos en desventaja respecto a Europa donde la historia de cualquier nación ya formada tiene un milenio y en Asia encontramos naciones con varios milenios.

Acá la lucha debe ser por lo que definía Hernández Arregui como Ser Nacional:
“una comunidad establecida en un ámbito geográfico y económico, jurídicamente organizada en nación, unida por una misma lengua, un pasado común, instituciones históricas, creencias y tradiciones también comunes conservadas en la memoria del pueblo, y amuralladas, tales representaciones colectivas, en sus clases no ligadas al imperialismo, en una actitud de defensa colectiva ante embates internos y externos, que en tanto disposición revolucionaria de las masas oprimidas se manifiesta como conciencia antiimperialista como voluntad nacional de destino”[4]
Recordemos cómo nos clasificaba el brasileño Darcy Ribeiro[5]: estamos divididos en pueblos testimonio, pueblos trasplantados y pueblos nuevos. En esta época de guerras culturales imperialistas, hemos visto por ej. como el imperialismo puede aprovechar cada contradicción para enfrentarnos como en Nicaragua con los indios misquitos (pueblo testimonio) contra los mestizos sandinistas (pueblo nuevo y siempre según conceptos de Darcy Ribeiro).

En este tipo de conflicto resulta insuficiente y hasta peligroso importar conceptos euro-céntricos – como hizo siempre la izquierda a contramano de Mariategui - y desde un continente donde se desconoce que es un pueblo testimonio, un pueblo trasplantado y un pueblo nuevo. Así se ha llegado a ver en los países andinos (Perú, Bolivia, Ecuador), con muy fuerte presencia de pueblos testimonio, a una izquierda que habla de “lucha de clases” (a la europea) y sin tener en cuenta que el indio, antes de tener conciencia de clase, tiene conciencia de cultura e identidad, de que es indio.

Este hecho de importar marxismo-foráneo llevó a la tragedia de Sendero Luminoso pues los militares viendo las falencias en antropología de los insurrectos pudieron organizar y armar una milicia de 250.000 ronderos (patrullas de autodefensa de aldeas). En esta guerra –la estrategia equivocada de Sendero, terminó con más de 60.000 muertes inútiles.

El marxismo que nos viene de Europa tiene elementos de economía política inglesa, filosofía alemana y socialismo francés[6]. Pero eso es insuficiente en América latina. Se carece de los conocimientos antropológicos que permitan conocer/estudiar el mosaico de culturas que somos, para poder cerrar la brecha entre ellas e impedir que el imperialismo aproveche estas contradicciones. El resultado es un marxismo que se lanza a la lucha ignorando las características de la cultura dentro de la cual va a luchar. Así son las derrotas. Conocer la cultura del otro – o no – es lo que determina el triunfo o la derrota.

El colapso de Yugoslavia y URSS demuestra lo que puede pasar cuando un socialismo no puede solucionar los problemas nacionales: no hay socialismo que valga ni contradicción que no pueda aprovechar el imperialismo en esta lucha.

Podemos definir una nación como homogeneidad étnica, de lengua y religión, eso si partimos de un punto de vista etnocéntrico. Por el contrario, un imperio es – en un territorio determinado – una diversidad étnica, de lengua y religión.

La URSS y Yugoslavia se decían socialistas pero con estructura y diversidad de imperio. Al no poder solucionar los problemas nacionales, colapsaron.

¿Y lo bolivariano que es?

El proyecto bolivariano – tal como se expresa hoy en día – comprende una estructura de imperio, (luso-hispano) con toda la diversidad étnica, de lengua y religión. La unidad nacional que proclama el chavismo no podrá lograrse mientras que el imperio esté al acecho para aprovechar las contradicciones de imperio (lengua, etnia, religión).

Hay una izquierda que por un lado proclama “ideales bolivarianos” y por el otro lado adhiere a la visión de la Historia de las oligarquías, las mismas que permitieron la balcanización posterior a la independencia cuando aún vivía Bolívar.[7]

También en esas izquierdas están aquellas cuyos prejuicios euro-céntricos les impiden apreciar elementos culturales como la religión en la construcción de la nación. Esa exégesis de lo jacobino (Rodolfo Puiggros) demuestra que se parte de una visión franco-céntrica [8]de la nación. Por suerte Jorge Abelardo Ramos junto con Alberto Methol Ferré, superaron los estrechos límites masónicos donde estaba confinada la izquierda euro-céntrica.

El “marxismo” sin Antropología, no es la ideología que necesitamos. Necesitamos un buen conocimiento de muchas ciencias para la difícil tarea que enfrentamos. Tampoco necesitamos un “marxismo” que no sepa comprender el rol de la religión en el sostén de lo nacional.

Decía Bolívar: “No somos ni europeos ni indios. Somos americanos”. Traducido en términos de Darcy Ribeiro, “no somos ni pueblo trasplantado ni pueblo testimonio, somos pueblo nuevo” Hace 200 años para Bolívar, lo estratégico nacional era lo mestizo.

Las amenazas a esta estrategia provienen de fundaciones en Londres[9], Ginebra, Holanda, Suecia, desde donde se alientan distintas ONGs destinadas a enfrentar a los originarios con los huincas e impedir la formación del pueblo mestizo de Bolívar.

En el horizonte hay una amenaza de separatismo muy grave donde se aplica la falacia de falsa opción, con un pensamiento lineal de obligarnos a optar entre indio y blanco dejando de lado lo mestizo.

Frente a estos peligros estratégicos a mediano y largo plazo, nuestras izquierdas - juanbejustista, codovillista y la Izquierda ex Nacional – dejan de lado la construcción de la conciencia nacional, se concentran en las elecciones del año que viene, en lo que Scalabrini Ortiz llamaba lucha de ratones[10].

Estrategias: plazos y tiempos.

El periodista se centra en “La Ley de Medios es un primer paso… ”. Error, las herramientas fundamentales para construir Consenso en un país como Argentina son tres: Medios, Escuelas e Iglesia. Perón decía:

“Cuando tenía los diarios a favor me derrocaron. Ahora regreso cuando tengo los diarios en contra” Perón
Perón había construido un gran consenso nacional en el núcleo duro de la clase obrera y desde allí resistía hasta pasar a la ofensiva. Desde 1955 hasta 1961 se mantuvo a la defensiva de lo que dijeran los medios. El 18 de marzo de 1962, con el resultado de la victoria electoral del peronismo, marca el punto más alto de la marea mediática del anti-peronismo. A partir de allí todo va camino abajo en el avance peronista a la recuperación del gobierno en 1973.

Hacer hincapié sólo en los Medios, demuestra que el kirchnerismo carece de estrategias a mediano y largo plazo, que se centra sólo en lo táctico – los medios. Los medios pueden dar una “superioridad” a cinco años como máximo pero no más allá cuando el adversario de los medios construyó consenso a mediano plazo.

La Historia demuestra que si desde el Estado no se construye Hegemonía Cultural, a mediano plazo - se está estratégicamente derrotado por la élite que detenta el poder cultural, la Hegemonía Cultural. Sucedió con Yrigoyen y está sucediendo ahora con los poderes des-malvinizadores. El kirchnerismo se queja de la “oligarquía sojera, destituyente, etc., etc.” Pero si no libra batalla dentro y por el modelo cultural – y des-malvinizador de esta, terminará derrotado por su falta de estrategia.

En los años ’20 había buenas cotizaciones de granos argentinos – como ahora con el “viento de cola” y las cotizaciones de soja. Pero nada se hace para construir una estructura estratégica básica ni mucho menos la superestructura a mediano plazo. Entonces llegó el 6 de septiembre y no se había hecho nada. El kirchnerismo despilfarra hoy el Factor Tiempo como lo hizo el alvearismo en los ‘20. Y lo hace porque sólo ve lo Táctico – las elecciones del año 2011 y los Medios – no lo Estratégico a Mediano Plazo: Educación y Conciencia Nacional. En esto se sigue moviendo en la superestructura que forjó el alfonsinismo.

No basta con limitarse a importar “Gramsci” desde Europa y sin “adaptarlo”. Eso sería similar a lo que hizo Juan B. Justo que hasta llegó a traducir a Marx, pero jamás elaboró algo que le permitiera conocer a la Argentina real. Hay que construir la visión latinoamericana que nos permita liberarnos del un euro-centrismo tóxico.

Gramsci elabora su Teoría en Italia – país central y con una “nación construida”. Argentina no es ni país central – es periférica – ni es “nación construida”. Debemos entonces construir un “Gramsci” para un país dependiente y en formación.

Y como país dependiente nos encontramos que no es la burguesía local quien tiene la Hegemonía sino el imperialismo. Si no tocamos el imperialismo – o como hace el kirchnerismo lo ignora mientras se enfrenta con los empresarios locales – entonces estaremos combatiendo contra el collar en lugar de dejar de ser perros.

La desmalvinización también trae como consecuencia que se le cobre retenciones a los chacareros pero no se le cobra retenciones a las empresas mineras del imperio británico que extraen oro de la cordillera.

Debemos situarnos entonces en los períodos de Hegemonía Cultural de los cuales las victorias o derrotas militares son sólo un resultado circunstancial.

Viendo la historia de los últimos 200 años, podemos clasificarla en 4 períodos de Hegemonía Cultural:

I) 1806-1861: De Invasiones Inglesas a Pavón:

El modelo cultural político de instituciones españolas reacciona ante lo inglés y el liberalismo que trae con él. La vieja matriz cultural barroca[11] que dejaron los jesuitas, se prolonga en el federalismo y sus lemas: “Religión o Muerte”, “Viva la Santa Federación”, etc.

Con la derrota de Pavón viene el nuevo modelo Hegemónico

II) 1861 – 1930 – La Argentina liberal-Oligárquica

Si el mitrismo se hubiera basado sólo en el resultado de la batalla de Pavón (acto de Coerción por el control del Estado), no hubiera durado mucho. El liberalismo duró por lo que hizo al cambiar la Sociedad (Consenso).

- Instituciones Culturales Familiares: Cambiaron la familia criolla matricéntrica por la familia inmigrante patricéntrica.
- Instituciones Culturales Educativas: La escuela de Sarmiento que será una inmensa máquina de reciclar
- Instituciones Culturales Religiosas: La Iglesia que cumplía las funciones de escuela (recordar al propio Sarmiento en la escuela dirigida por su tío) y de registro civil (los padrones de nacimientos, bautismos, etc.) fueron despojados por el Estado.
- Cesa vieja resistencia católica al liberalismo – en especial a la reforma religiosa de Rivadavia que preanunciaba la lucha por la tierra – cuando Mitre encuentra un obispo gallego – y anti-rosista – Monseñor Aneiros, que convalida la aceptación de la Iglesia de la hegemonía masónica. Como ha demostrado Alberto Methol Ferré, la propia Iglesia en Roma estaba a la defensiva al menos desde 1648 (Tratado de Wesfalia). Esto recién comienza a revertirse en 1890 cuanto el Papa León XIII emite la encíclica Rerum Novarum y encaran la cuestión social.
- Instituciones Culturales Jurídicas: El antiguo Derecho Indiano (y el concepto católico de posesión de la tierra) reemplazado por el Código de Vélez Sarsfield. Y con esto la aparición del actual concepto de oligarquía terrateniente. Cuando Vélez Sarsfield escribe “no habrán otros Derechos Reales que los acá enunciados”, borra de un plumazo todos los derechos de propiedad que venían desde la Colonia y los deja a merced de la oligarquía liberal que aparece. - Instituciones Culturales de Medios de Comunicación: No sólo aparece La Nación sino también diarios tradicionales que existen hasta hoy: La Capital de Rosario, El Liberal de Stgo del Estero, La Gaceta de Tucumán, El Tribuno de Salta, etc.

III. 1930 - 1945. La Década Infame o la “tierra de Nadie” de Gramsci

Gramsci – impresionado por las batallas de la Primera Guerra Mundial – muchas veces hacía paralelos con las tácticas de la guerra de trincheras. De allí la guerra de movimientos, como lo hace Trotsky en Petrogrado el 7 de noviembre 1917[12], cuando avanzan hacia todos los edificios del Estado, y lo que innova Gramsci con la guerra de posiciones. La construcción de nuevas superestructuras culturales de consenso dentro de la Sociedad (no el Estado) y desde allí pasar a la guerra de movimientos (asalto al Estado desde la Sociedad).

Es comprensible que los intelectuales orgánicos del campo nacional (Forja, Scalabrini Ortiz, Jauretche, etc.) sólo hayan visto la acción oligárquica e inglesa sobre el Estado. Recién entonces Gramsci teorizaba sobre la diferencia entre actuar sobre el Estado y actual sobre la Sociedad.

Pero como veremos más adelante, dentro de grupos nacionales civiles y militares comienzan a “cavar las trincheras culturales de la Sociedad” desde donde se “asaltará” el aparato del Estado (4 junio 43). De la ruptura entre la vieja cultura mitrista y la nueva cultura industrial nacional que viene con los jóvenes oficiales hablaremos más tarde y más en detalle.

Queda como adelanto y botón de muestra, que en la Década Infame el general Savio levantaba Altos Hornos Zapla y FFMM, pero hoy con el kirchnerismo se habla mucho de derechos humanos pero ya no se fabrica ni siquiera un cartucho y la clase obrera ha quedado desocupada. Desde el punto de vista cultural-nacional-industrial con el kirchnerismo estamos peor que en la Década Infame.

La Década Infame – en las comparaciones gramcianas – es una “tierra de nadie” donde la oligarquía post-Pavón está fuertemente atrincherada pero ya avanzan hacia ella los asaltantes nacionales de 1943.

IV. 1943 – 1982: Del nacionalismo de la “Década Infame” a Malvinas.

Rodolfo Walsh escribía en la tapa de “Noticias”:

“El General Perón, figura central de la política argentina de los últimos treinta años, murió ayer a las 13,15 horas. En la conciencia de millones de hombres y mujeres, la noticia tardará en volverse tolerable. Más allá de la lucha política que lo envolvió, la Argentina llora a un líder excepcional”
Cuando leemos “La Defensa Nacional”[13] del 10 de junio de 1944, del propio Perón, vemos en este trabajo toda la fuerza de un razonamiento aprendido de los prusianos, pero al mismo tiempo – y esto aún hoy no se comprende del todo – las carencias en la lucha cultural que hay hasta 1955 y que se darán con toda intensidad – y violencia – en las luchas posteriores a 1955.

El documento “La defensa nacional” era un trabajo contra la des-industrialización impuesta por Canning. Y ni aún el 2 de abril los liberales de Martínez de Hoz se animaron a ir contra una sola empresa militar industrial. No hubo ni un solo militar, que en lo más duro del Proceso se haya animado a proponer la privatización de alguna industria militar.

Visto a la distancia, “La Defensa Nacional”, notable exposición sobre estructura, carecía de avance equivalente en la superestructura cultural. Sobre todo en Historia y la prueba son los nombres que pusieron a los ferrocarriles: Mitre, Sarmiento y Urquiza.

Si la historia tiene una función para los pueblos, es para que estos puedan identificar los enemigos históricos. Hasta el propio Perón le escribía a Scalabrini Ortiz.

"Usted es uno de los intelectuales argentinos que siempre vio claramente el enemigo real". "Quizá un error de nuestra parte fue no haber considerado siempre a nuestro gobierno como una etapa de la lucha secular contra Inglaterra que se inicia con las invasiones inglesas".

En su momento, Perón no pudo ver la resistencia cultural que despertaría su proyecto, y tampoco se puede combatir un enemigo que no se ve.
Los nacionales debemos agradecerle a la “libertadora” el error de hablar de “Segunda Tiranía” y “Línea Mayo Caseros”. Pusieron a Perón a la altura de Rosas. Y los hijos de militantes peronistas y/o nacionalistas que entraban en el secundario, continuaban esa militancia defendiendo “la tiranía de Rosas”.

“El revisionismo histórico fue la primer batalla cultural que los nacionales ganamos a los liberales” José María Rosa

Hasta el momento podemos decir que es la única batalla cultural que ganamos a los liberales y que ahora estamos perdiendo – por no librarla – a manos de los “progres”.
Para la victoria de 1973 era necesario romper la hegemonía mitrista en la visión de la Historia, en la Weltanshaung diría Carl Schmitt. De lo contrario hubiéramos sido derrotados como lo fue el radicalismo en la década del ’20.

Y no caigamos en la trampa del sistema que sólo pone a Galtieri como chivo expiatorio para evitar atacarnos a nosotros todos. El 2 de abril estábamos todos en la Plaza, y no sólo en Plaza de Mayo. Estábamos en todas las plazas de las ciudades argentinas. Era el resultado de haber revalorizado Vuelta de Obligado y haber visto a Inglaterra como el enemigo histórico dentro de Argentina.

La opción que comprende este período se resume en “Liberación o Dependencia”

V. 1982 - … : La desmalvinización

“Liberación o Dependencia” es reemplazada por “Democracia o Autoritarismo”. Es la continuación de la justificación de Margaret Thatcher: era la guerra de la democracia británica contra la dictadura argentina.

En 1965 Harry Ferns, profesor en Birmingham, publicó un libro “Argentina”. Decía:

“Como no sea mediante una guerra civil devastadora es difícil imaginar otra forma de dejar sin efecto la revolución (industrial) iniciada por Perón” (pág. 256).

Los británicos vivieron al peronismo – y los 30 años que siguieron – como una revolución que rompía la ecuación anglo-argentina.[14] El primer intento fue la guerra civil devastadora que no llegó a tal. Lograron un primer avance con Martínez de Hoz que dio un gran golpe a la industria civil pero no pudo tocar las fabricaciones militares.

Con la pos-guerra de Malvinas los británicos tenían la oportunidad de operar no sólo contra la estructura sino también contra una superestructura resultado de la misma.

Si los gobiernos civiles pos-Malvinas hubieran sido nacionales, el esfuerzo hubiera sido en la reestructura doctrinaria a las FFAA, la eliminación de todo resabio liberal que nos impidió una doctrina de pueblo en armas antes y durante Malvinas.

Pero lo que vino después de Malvinas puede definirse como la desculturización es la continuación de la guerra por otros medios.

Ahora se trataba de aprovechar el aparato del Estado – junto con los Medios - para imponer desde arriba una cultura de desmalvinización sobre la sociedad y las FFAA. En esta campaña los Medios – a cargo de la maniobra táctica de diversión – y mientras se elaboraba la Estrategia a Mediano Plazo - actuaron con todas las reglas de la Acción Psicológica.

1. Buscaron y estudiaron formas, baratas y eficaces, de propaganda masiva. Seleccionaron los “Grupos Blancos”, y conjunto de personas que compartían ciertas características comunes y sometidas a una misma situación.

2. Estudiaron la “Vulnerabilidad Psicológica”: La circunstancia o condición especial del Grupo Blanco en la situación que la hizo receptiva al mensaje. También aprovecharon la “Oportunidad Psicológica”, el momento listo para recibir nuestro mensaje, y actuar con la máxima velocidad (el cese al fuego posterior al 14 de junio de 1982).

3. Tuvieron claro la “Misión Psicológica”: realizar el proyecto que permita lograr el Objetivo, inculcando una idea al grupo blanco (el más amplio anti-militarismo) o provocando una emoción en él, que influya en su conducta posterior: las violaciones a los derechos humanos.

4. Estudiaron el “Modo de Acción Psicológica”: el proceso que permitió desarrollar la idea o emoción que señala la misión. Se llevó a cabo explotando una vulnerabilidad psicológica. La propaganda del Enemigo inculca la idea de que los tiempos por venir serán mejores y alientan el facilismo: “Con democracia se come, se educa, se cura”.

Lo que es cierto es que lo que se pierde en una guerra no se recupera con elecciones.

5. Ver el “Tema Psicológico”. Es el Símbolo o grupo de símbolos que sirven de núcleo al mensaje y cuya comprensión por parte del grupo despertará el efecto buscado en la meta psicológica. Los “pañuelos de las Madres” cumplen esta función paralizante.
- Llamamiento persuasivo: apelando a la razón y/o la lógica para conseguir que los miembros piensen y actúen de manera coincidente y coordinada facilitando la tarea.

- Llamamiento emocional: El “Somos la Vida, somos la Paz” y dejemos de lado la lucha por una Patria mejor. Así se aceptó sin cuestionar la Deuda Externa y un nuevo tipo de Dependencia.

En los ‘70 sólo un grupo de intelectuales sabía quien había sido Gramsci. Pero desde entonces hemos estado sufriendo un bombardeo gramsciano en una y otra forma. Y de eso es trata: o el campo nacional aprende a sobrevivir en una guerra cultural gramsciana o desaparecemos como nación.

¿Se necesita un Kondriatieff de la Cultura Nacional?

Nicolai Dimitrievich Kondriateff sorprendió al mundo con su Teoría de los Ciclos Económicos y la extensión en el tiempo de cada ciclo (60 años).

Quizás el oportunismo a corto plazo de la política argentina sea producto de no ver los ciclos de la Historia que estamos viviendo. En un mundo donde Fundación Ford planifica políticas culturales a ¡50 años! Es indudable que mirar al año que viene es muy corto plazo.

En los Ciclo Culturales de Hegemonía y Contra-Hegemonía tenemos

I Período: 1810-1861 – 51 años
II Período; 1861-1930 - 69 años
III Período, 1930-1982 – 52 años
IV Período, 1982- …. – 28 años hasta ahora

Quedando claro que en la Estrategia Cultural los medios son sólo para Táctica a Corto Plazo, queda entonces el rol de la Educación-Escuelas en la Estrategia a Mediano Plazo: de 25 a 30 años.
En Argentina debemos aprender a distinguir Pensamiento Táctico a Corto Plazo y Pensamiento Estratégico a Mediano Plazo. Esa es nuestra crítica a las tres etapas desmalvinizadoras: Alfonsín, Menem y Kirchner. Ninguno de los tres tuvo Pensamiento Estratégico a Mediano Plazo. Alfonsín y Kirchner buscando sus propios objetivos a Corto Plazo en todo momento se movieron dentro de una matriz socialdemócrata a Mediano Plazo que viene de Europa.

Acá por el momento debemos distinguir entre Plazos y Contenidos. Los programas y contenidos escolares si dependen del Estado, del ministerio de Educación. Y en esas carencias no se le puede echar la culpa a los medios.

Elegimos 25/30 años porque es la distancia que hay entre una generación y otra, el tiempo promedio que alguien tarda en llegar a la adultez y tener su primer hijo.

Cuando se tiene una Estrategia a Mediano Plazo se piensa en el contenido de la Educación. De un chico de cinco años al que se empieza a educar hoy – por inteligente que sea, recién veremos los resultados dentro de veinte años. Un gobierno oportunista, sólo piensa en el corto plazo – las elecciones del año que viene. Así, si hay que repartir Laptops, se les entregan a los de 17 años que votan el año que viene, no a los colegiales que votarán dentro de 10 años. La Laptop es la herramienta, no el contenido. Es como creer que alguien con un buen procesador de texto, por el sólo hecho de tenerlo, va a superar a Cervantes que escribía con pluma de ganso y con una sola mano. El problema es lo que metemos dentro del cerebro, no sólo lo que ponemos en la mano. La presidente dice: “Me siento la Sarmiento del Bicentenario.” ¿Si? Ya sabemos lo que metió Sarmiento dentro de los cerebros de los chicos argentinos. ¿Y que va a meter ahora la presidenta dentro de los cerebros de los chicos argentinos?
Para ver los resultados a Mediano Plazo, veamos el inicio de la ecología moderna – made in England – cuando Sir Edward Goldsmith fundó The Ecologist en 1970. Sabían que era una estrategia a largo plazo, que no se basaba en los viejos que habían sido educados en conceptos diferentes sino en los niños que llegarían a adultos en 25/30 años. Esta estrategia en un primer momento pasa inadvertida pero luego se vuelve abrumadora en países donde la mitad de la población tiene menos de 20 años.

¿Cuál es el Proyecto educativo kirchnerista? ¿Acaso sabe algo el senador Daniel Filmus que durante el alfonsinismo actuó en FLACSO? Nos llega de www.rodolfowalsh.org, nada sospechosa de procesista[15]
La ocupación colonial bajo el gobierno de Kirchner
La Fundación Ford al frente de la Secretaria de Medio Ambiente
julio 12 (ANCLA) -
(Jorge Mariani) El gobierno de Néstor Kirchner acaba de entregarle a la Fundación Ford la estratégica Secretaria de Medio Ambiente de la Nación al designar a la doctora Romina Picolotti a su cargo. La indicada "ambientalista" dirige el CEDHA (Fundación Centro de Derechos Humanos y Ambiente) y cobró fama durante las protestas por las papeleras vecinas a Gualeguaychú. El sitio oficial del CEDHA (www.cedha.org.ar/es/financiamiento/) revela que dicha "ONG" es otra pantalla del mundialismo que impulsa el Nuevo Orden.
Allí se puede comprobar que la fundación de la flamante funcionaria se encuentra financiada en un 67 % por la Fundación Ford, recibiendo aportes también de la Embajada Británica local y del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. (PNUD), entre otros. Es decir, que esta "ambientalista profesional" es prácticamente subvencionada en su totalidad por intereses externos.
Al igual que el CELS de Horacio Verbistky[16], ISALUD de Ginés González García[17] y FLACSO de Daniel Filmus[18], la Fundación Ford avanza para ocupar todas las áreas del Estado argentino. Podemos decir que toda la política que lleva adelante el gobierno de Kirchner tanto en cuestiones de Defensa, Justicia, Derechos Humanos, Salud Pública y Educación, está íntegramente diseñada y ejecutada por la mencionada entidad que aplica en el mundo las políticas que necesita el establishment mundialista de EEUU.


Verbitsky, Filmus, González García y Picolotti: Fundación Ford en el
Control de la Estrategia Cultural a Mediano Plazo
Tengamos presente que la doctora Picolotti es una "experta" en "Desarrollo sustentable", entendiendo por ello lo que entienden sus promotores: Evitar que el hemisferio sur se desarrolle demográfica o industrialmente, de modo que ponga en peligro la supremacía poblacional o productiva del mundo desarrollado. La "Sustentabilidad" para los que se niegan a firmar el Protocolo de Kyoto consiste en que nosotros cultivemos soja y esterilicemos a nuestra población.
Arturo Jaureteche acuñó el término "cipayos" para designar a los nativos, que al igual que durante la ocupación Británica de la India, por una paga servían a la corona en sus designios coloniales.
Fundación Ford nos derrota en la Estrategia a Mediano Plazo.

Andrés Sarlengo (CONTRAPUNTOS, especial para ARGENPRESS.info)[19] escribe:

“Hay que nutrirse de los patios de las escuelas y los delantales blancos cuando no se encuentra el significado de palabras tales como Argentina, futuro o ganas”, subraya Carlos Del Frade en el prólogo del libro de María Beatriz Jouve: ¿Se nace o se hace? Crónicas de una maestra (1).

Y desde Domingo Sarmiento a Alberto Sileoni las escuelas son miradas desde afuera: con el desprecio de unos pocos que desean que las mayorías les creamos que son progresistas. En Argentina predomina la pedagogía del capital.

“Sólo el 31 % de los alumnos que comienzan la primaria concluye la secundaria”, señaló La Nación en una de sus editoriales del 13 de julio de 2010 (2).

Quizás Arturo Jauretche tenga razón: “La incapacidad para ver el mundo desde nosotros mismos ha sido sistemáticamente cultivado en nuestro país (3)”.

“Prefiero recordar, aunque a veces duela” (como diría Jouve) quienes diseñan nuestra política educativa. Así lo explica Darío Balvidares: “La definición de las políticas educativas a nivel global y para los países latinoamericanos y del caribe surgen de las grandes corporaciones en asociación con los llamados organismos internacionales que le dan forma y contenido político, en realidad, a lo que se llamó modernización del Estado. Desde el documento producido por la CEPAL y la UNESCO (Educación y Conocimiento: Ejes para la transformación productiva con equidad) se embandera el eslogan de Educación para Todos, que al mismo tiempo es uno de los Objetivos del Milenio. El documento fija las bases, diseña el nuevo modelo y presenta los lineamientos y orientaciones a seguir para realizar la reforma educativa (4)”.

(…) Después de Antonio Salonia (1989-1992) vino el Ingeniero Jorge Rodríguez. Entre 1989 y 1992 Rodríguez fue Presidente de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados. Su asesora era entonces Susana Decibe. La Licenciada Decibe ex detenida en la ESMA obtuvo su Maestría en FLACSO. Entre 1992 y 1995 fue Secretaria de Programación y Evaluación Educativa del Ministro Rodríguez.

Según José y Pedro Romero “con la llegada de Susana Decibe se producirá un reacomodamiento… que permitirá el ingreso y el acceso a cuotas de poder decisorio de un grupo de intelectuales simbólicos (5)”. Máximo ejemplo: FLACSO y otros.

Pedro y José Romero precisan: “Cecilia Braslavsky llega al Ministerio de Educación convocada por la Licenciada Inés Aguerrondo, y en el año 1994 concursa la Dirección de Investigación y Desarrollo Educativa desplazando a María Rosa de Almándoz. Desde allí conforma un grupo de coordinadores de íntima confianza con: Daniel Pinkasz y Laura Fumagali de FLACSO (5)”. No obstante, en 1993 Braslavsky ya era Coordinadora del Programa Argentino de Contenidos Básicos. Braslavsky fue entre 1984 y 1992 coordinadora educacional de FLACSO compartiendo la gestión con Daniel Filmus. Braslavsky en junio de 2000 ganó el concurso internacional para ser Directora de la Oficina Internacional de Educación de la UNESCO reemplazando en ese cargo a Juan Carlos Tedesco. Braslavsky en FLACSO también suplantó en su momento a Tedesco (6).

En De regreso escribimos: “La Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) ha influido mucho con sus intelectuales y sus enfoques sociopedagógicos. Es preciso descubrirlos. FLACSO nació en 1957 por iniciativa de la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) en plena Guerra Fría y hoy en su sede de Argentina tiene a la Fundación Ford y a la Fundación Repsol YPF como “a las instituciones con las que FLACSO se ha asociado”. Léase en la Web de FLACSO Argentina: “FLACSO-Argentina ha sido seleccionada por la Organización Mundial del Comercio para ser sede, durante los próximos cuatro años, de la cátedra OMC”.

Es más, en la Web de FLACSO puede hoy leerse: “La Cátedra OMC - FLACSO Argentina llama a concurso de ensayos en el marco del Premio FLACSO - Cátedra OMC, Edición 2010. El Premio FLACSO - Cátedra OMC se entrega anualmente y aspira a ser un estímulo y reconocimiento al pensamiento crítico, creativo, pro-activo y sólidamente fundado sobre los países en desarrollo y la Organización Mundial del Comercio”.

Ana Lorenzo en agosto de 2005 le respondió a la revista virtual de OSPLAD (Obra social para la actividad docente):

“El problema es que muchos de los que hicieron la reforma en materia educativa (en los 90) –tanto en el nivel nacional como provinciales- están en el gobierno, empezando por el propio Ministro Daniel Filmus, quien fue asesor de Susana Decibe. Digamos que los técnicos que hicieron la reforma de una u otra forma permanecen en sus lugares sin que se les haya escuchado ninguna autocrítica”.

Susana Decibe empero también tenía otros ilustres asesores: Joaquín Brunner y Cesar Coll, entre otros.

En definitiva, este pequeño inventario educativo deja bien claro que los 90 permanecen en este Bicentenario remozado de progresismo necrófilo. Banco Mundial, UNESCO, Congreso Pedagógico 1984/88, Ley Federal de Educación, Salonia, Decibe, Braslavsky, Llach, Sileoni, Tedesco, Filmus, Puiggrós, CTERA, AEA (Asociación Empresaria Argentina), Ley de Educación Nacional 26.206, CONSUDEC (Consejo Superior de Educación Católica), Banco Interamericano de Desarrollo (BID), ONGs, Aguerrondo, Ley de Educación Superior…

¿Educación para Todos o mitos transburgueses?
¿Calidad educativa o educación para la libertad?
¿Democracia o plutocracia?

Es tiempo de distinguir quién es quién en este Bicentenario de mentiras planificadas e indigencia colectiva. Distinguir quien oprime y cómo emanciparnos.

Nada fácil, pero imprescindible.

Notas:

1) ¿Se nace o se hace? Crónicas de una maestra. María Beatriz Jouve. Editorial Ciudad Gótica. Julio 2009.
2) Pensando en la calidad educativa. La Nación. 13/07/2010
3) Citado en La colonización pedagógica y otros ensayos. Antología. Arturo Jauretche. Centro Editor de América Latina. Diciembre 2008.
4) Citado en La democracia entre preguntas de Andrés Sarlengo. 2009.
5) Los reformadores sin espíritu. ¿Quiénes hicieron la reforma educativa argentina en los 90? José Romero. Pedro Romero. Octubre 2004.
6) Murió la gran educadora argentina Cecilia Braslavsky. Clarín. 02/06/2005 Luego de las confesas relaciones entre FLACSO, Fundación Ford, los funcionarios de Educación desde el alfonsinismo a la fecha, creo que ya hay una punta para sospechar muy seriamente sobre si este kirchnerismo es un proyecto “nacional.”

Daniel Filmus y la “gobernabilidad” de la Trilateral Commission. No se puede decir tampoco que Filmus ignora que es la Trilateral Commission (y Rockefeller) porque ya en los ’90, director de FLACSO y profesor en UBA, escribía para la Revista Iberoamericana de la Educación [20] de OEI- Organización de Estados Iberoamericanos para Educación, Ciencia y Cultura.

Hoy día con la explosión de Internet cualquiera puede averiguar enseguida que es la Trilateral Comisión. Pero hace 15 años atrás cuando Filmus escribe esto, hablar de la Trilateral era cosa de elegidos. Tampoco se conocía el rol de Samuel Huntington como uno de los ideólogos. De todos modos el artículo de Filmus nos muestra que:

Es bien conciente del tipo de Educación que necesita el Nuevo Orden Mundial.
También de cómo llevar un modelo acorde a Fundación Ford en lugar de la liberación de Argentina.

Saquémosle la careta a Daniel. Va parte de su artículo de 1995 (se época menemista):

1. Acerca del concepto de gobernabilidad
El origen de la utilización reciente del término gobernabilidad está íntimamente vinculado a su inclusión como problema a abordar por la Comisión Trilateral durante la década de los años 70. Esta inclusión es el resultado de la constatación de un incremento en la insatisfacción y desconfianza que provoca el funcionamiento de las instituciones democráticas en los países desarrollados. La Comisión Trilateral adopta una interpretación claramente conservadora del concepto de gobernabilidad al asociarlo principalmente con una sobrecarga de demandas sociales frente al Estado (Huntington y otros, 1975).

Desde esta interpretación la ingobernabilidad está asociada, por un lado, a la falta de eficacia de los Estados para responder a los crecientes reclamos de la sociedad en el marco de las condiciones económicas existentes, y, por otro, a la pérdida de confianza de la ciudadanía hacia los políticos y las instituciones democráticas al no encontrar cumplidas sus demandas (Rojas Bolaños, 1995).

La esencia conservadora de esta postura está reflejada en la idea de que es la ampliación de la democracia la que, al permitir la articulación de mayores demandas de la sociedad civil frente al Estado, se deslegitima como sistema: «La democracia, según este razonamiento, cuando se profundiza, alimenta ofertas y demandas, vuelve ingobernable a la sociedad. La pérdida de confianza entre los electores y sus partidos, entre la ciudadanía y las políticas estatales [...] produce estados de ingobernabilidad. Y como este tipo de sociedades no limita la participación popular, el resultado es una desconfianza hacia la democracia misma [...]» (Torres Rivas, 1993: 92). Desde la perspectiva de la Trilateral, gobernabilidad y democracia parecen ser dos términos contradictorios: «...un exceso de democracia significaría un déficit de gobernabilidad; una gobernabilidad fácil sugiere una democracia deficiente...» (Rojas Bolaños, 1995: 24). Por otra parte, desde esta visión, el único protagonista capaz de crear condiciones de gobernabilidad es la elite gobernante a partir de una determinada ingeniería social, de modificaciones en el nivel procedimental de los sistemas políticos o de apelar a la ayuda de mass media a efectos de incrementar los niveles de legitimidad.

De esta manera, las estrategias que se proponen frente a esta situación también conllevan una impronta conservadora: disciplinar a través de mecanismos ideológicos o coercitivos a la sociedad, a fin de limitar su capacidad de demanda.

Como veremos más adelante, el aporte que la educación puede brindar en el marco de este concepto de gobernabilidad se encuentra asociado únicamente a su función socializadora e ideológica en torno a legitimar un orden social establecido.
En resumen: Se viene un Nuevo Orden Mundial. Los “educadores” no pueden dejar que la “gobernabilidad” que necesita Rockefeller sea establecida por coerción. Es necesario entonces, desde la Educación, crear el Consenso que le permita a Rockefeller lograr esa gobernabilidad de los latinoamericanos. Pensar que después cuando viene Chávez, hablan de Bolívar. Sigue “Danny” Filmus:
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Sintetizando, frente a las perspectivas originales de cuño conservador que limitan la problemática de la gobernabilidad al desarrollo de estrategias elaboradas desde la cúpula del Estado en dirección a contener las demandas sociales y canalizar los conflictos sin que ellos amenacen la estabilidad del sistema socioeconómico y político (Garretón, 1993), en los últimos años se ha alumbrado otro concepto de gobernabilidad democrática.

Este concepto plantea una perspectiva integral y no restringida del binomio legitimidad-eficacia. Al mismo tiempo, coloca en un lugar central la necesidad de construcción permanente de la gobernabilidad democrática a partir de una nueva articulación entre el Estado y la sociedad civil, otorgándole a esta última un papel irremplazable: «[...] gobernabilidad es equivalente al desarrollo de un marco democrático que suponga amplia participación de sectores populares en la resolución de los problemas que plantea la crisis y la reestructuración productiva y societal [...]»

“Cortemos un poco” dijo el rabino: en ningún momento “Danny” Filmus plantea una Educación para la Liberación. Por el contrario todo la charla se alarga innecesariamente para dar vueltas en torno a una Educación para la gobernabilidad (de Rockefeller). Mucho gre, gre, para decir Gregorio. Dejamos el hipervínculo al trabajo de Filmus, que quienquiera lo pueda leer y si estamos equivocados que nos haga la crítica.


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