lunes, 10 de enero de 2011

Guerra Cultural en Argentina –(Parte 3)  

Por Edgar Schmid y Vcom (R) (VGM) Horacio Ricciardelli.

Globalismo e “izquierda MacDonald’s”


En la globalización es cuando más imaginación – y mente abierta – debemos tener para ver la clase de Estructuras (económicas - políticas) y Superestructuras (culturales) se necesitan en esta época y de nada sirven muchas referencias a Lenin, porque desde 1914 a hoy, el imperialismo ha evolucionado y mucho.
 Las multinacionales entonces, las que se benefician de la globalización no actúan entonces sólo a nivel de estructuras estatales sino también a nivel de superestructuras culturales.

 Si tomamos como ejemplo a MacDonald’s para expanderse no sólo debe enfrentar las estructuras políticas – el Estado chino que le da el permiso para radicarse allí – sino también las superestructuras culturales: si al pueblo chino con una cocina de siglos, no le gusta la hamburguesa, el negocio falla. MacDonald’s debe actuar sobre el Estado y sobre la Sociedad.
 El Estado se mantiene “estable” en la medida en que funciona conforme a las instituciones culturales de la Sociedad, cuando la “constitución formal” actúa de acuerdo a la “constitución real”.
 Un error muy común de muchos “conservadores” en la Argentina – especialmente los que en su ideología confunden nacionalismo con anti-izquierda – es no haber percibido la diferencia entre la “izquierda de la Guerra Fría” con la “izquierda post-guerra fría”.
 Como ayuda para entender esto, es recomendable la lectura de “La CIA y la guerra fría cultural” donde se explica ya desde 1948 los lazos entre Fundación Ford, CIA e instituciones como la Escuela de Frankfurt y la experiencia que tiene en “izquierdas” no-URSS, y en Guerras culturales.  
 Hace 20 años, se veía a la “izquierda” en el marco de la guerra fría, de una guerra contra el capitalismo mundial, y la eliminación mutua del enemigo. Con el globalismo el objetivo del capitalismo ya no es eliminar a la izquierda sino utilizarla para barrer las resistencias culturales a su “dominación de pleno espectro”, una prolongación de la actual “guerra de Cuarta Generación.” Supongamos que el Nuevo Orden Mundial necesita políticas maltusianas para barrer población.[1] ¿En quien se va a apoyar? ¿En una “derecha” compuesta por creyentes religiosos? No, estos van a ser los primeros que se opongan. Por el contrario, la promoción del aborto es una tarea encomendada a la “izquierda”.
 El desmantelamiento de las viejas superestructuras de lejano origen religioso – e imponer anticlericalismos ad hoc - queda entonces a cargo de las “izquierdas”. Quizás se cumpla la profecía de Jacobo Timerman:
 “La Opinión será de izquierda en lo cultural, de centro en lo político, de derecha en lo económico” (Mayo de 1970).
 Ni la izquierda es "revolucionaria" ni la derecha es "contrarrevolucionaria": Ambas son expresiones del actual sistema capitalista sólo diferenciadas por el discurso.  Ya no se usa la calificación de "izquierda" entendida en los parámetros de la Guerra Fría, entre los sistemas capitalistas y comunistas,  sino en los términos de "reformar" el sistema controlado por la "derecha".
 Así se usan y califican las posiciones de izquierda (expresión de "progresismo y democracia") contra la derecha (expresión de "retrógrado y fascista"), en términos de la inserción de ambas como alternativas dentro del mismo sistema. En el marco internacional, se trata de un re-posicionamiento de la "Guerra Fría", no ya entre dos sistemas opuestos (el capitalista y el comunista) sino entre fuerzas capitalistas disputando la hegemonía del poder mundial.
     Con la derrota y desaparición de la URSS (punto de referencia geopolítico y logístico de la "revolución socialista" y de sus movimientos armados) desaparece el sistema comunista, y el sistema capitalista occidental de "libre mercado" ingresa al nuevo "orden mundial" convertido en sistema hegemónico unipolar liderado por EEUU como potencia locomotora. (Como nos explica Manuel Freytas[2]).

La nueva guerra
Colapsado el sistema socialista de la URSS y el esquema del orden mundial "bipolar", el sistema capitalista se licuó en un orden internacional "unipolar" con EEUU como potencia regente.
En el vértice del triángulo, terminó la "guerra entre sistemas", y comenzó la era de la "guerra Inter-sistema" – un sistema capitalista con fuerzas mundiales compitiendo entre sí por áreas de influencia (geopolítica, militar y económica) y sin romper el ordenamiento internacional del sistema capitalista.
 En este nuevo escenario, emergente del fin de la "guerra entre sistemas", la guerra de "izquierda" contra "derecha" también experimentó un salto cualitativo y transformacional.
 El teatro de confrontación supervivió, pero su marco cambió de contenido doctrinario y de objetivo estratégico. La "nueva izquierda" y la "nueva derecha" ya no combaten militarmente desde polos diferenciados y excluyentes ("sistema" y "antisistema"), sino que disputan una guerra político-ideológica conviviendo dentro de un mismo sistema.
En el nuevo marco de disputa, "izquierda" y "derecha" ya no son enemigos excluyentes (revolución vs. contrarrevolución), sino rivales políticos-ideológicos que conviven y compiten por el control del Estado capitalista.  El teatro de confrontación ya no es económico-político-militar, sino ideológico-político-electoral-cultural dentro de normas fijadas por la preservación del sistema dominante. [3] El objetivo es entonces quebrar culturalmente a los sectores de derecha que se oponen a la globalización.
 La izquierda dejó de ser anti-imperialista – todo lo contrario -  y su objetivo suelen ser – entre otros - los sectores nacionales e identitarios resistentes – acá “malvineros” – que son atacados en nombre de los “derechos humanos”. Es más, parece que se dedica a combatir los sectores nacionalistas con la excusa que son “de derecha”.
 Paradojas – o para-jodas – los únicos que se enfrentaron al imperialismo en el siglo XX – son atacados por los “anti-imperialistas” y lo hacen con banderas rojas y todo.
De todos estos, los peores son los de la Izquierda ex Nacional, hoy K. Porque todos lo leyeron a Abelardo Ramos, todos leyeron cuando el “Colorado” hablaba de socialismo latino-americano, y ahora aceptan el modelo cultural de la socialdemocracia europea.

Imperialismo “gramsciano” y Sociedad Civil.
Algo que resulta fascinante es observar como la “izquierda” que tanto despotrica contra el “imperialismo” y al mismo tiempo acá se prende en todas las banderas culturales que lanzan Fundación Ford, British Council, Open Society y/o Human Right Watch de George Soros,  Rockefeller Brothers Fund, y otros.
 Así vemos formaciones con banderas trotskistas que acuden a los desfiles de “orgullo gay” porque para estos ‘revolucionarios’ lo ‘políticamente correcto’ es ponerse del lado homosexual y atacar a la Iglesia.
A partir del 6 de noviembre de 1982,  fundación de la Nacional Endowment foo Democracy – comenzó el ataque gramsciano contra la URSS. A diferencia de un ataque del Pentágono, sus target ya no eran instalaciones físicas, sino “la sociedad civil”.
En Moscú, la “punta de lanza” estuvo a cargo de George Soros, que apuntó directamente a Raisa Gorbachova, esposa de Mikhail Gorbachov y quien con fondos de Open Society Fund la alentó a que Raisa abra su propia ONG: la Soviet Cultura Fund.
Esto le abrió a Soros las puertas a la nomenclatura soviética y empezar a evaluar el precio y debilidades de cada uno. Poco después el elegido de Soros y el resto del imperialismo era Boris Yeltsin y a partir de allí se da el golpe de Estado que termina con la Unión Soviética. Esto es muy brevitatis causae, porque también habría que estudiar entre otras la influencia y alcance del sionismo entre la población judía de la URSS, así como la Russkaya Mafiya  – mafia rusa y de otras nacionalidades.
También básicamente como ganadores de ese golpe, debemos estudiar a los oligarcas rusos,
cuáles eran sus ocupaciones en los mediados 1980, sus contactos con Gran Bretaña y/o Israel, y de donde sacaron el dinero con que se apoderaron de las empresas del Estado.     
Escribe el general M Gareev, impulsor de la Nueva Doctrina Militar rusa: “La Unión Soviética tenía el arsenal más grande del mundo y sin embargo cayó sin disparar un tiro por no haber previsto este tipo de guerra”.
Aprendida la lección, el estudio de este tipo de guerra forma parte de la Nueva Doctrina Militar rusa.
Cuando vemos el nuevo tipo de agresión. Las revoluciones de color – naranja en Ucrania, rosa en Georgia, tulipán en Kirguistán – básicamente se mueven todas en movilizar la sociedad civil contra el Estado. Ya no se trata de la vieja revolución leninista de movilizar soldados desertores o marineros amotinados (aparato del Estado que falla). Ahora se trata de movilizar sociedad civil y con organizaciones estudiantiles como tropa de asalto.
Para ser más concisos, reproducimos el trabajo de Thierry Meyssan:NED: la Fundación estadounidense para la democracia. Las redes de la injerencia «democrática». Por Thierry Meyssan*.
En su discurso sobre el estado de la Unión, el presidente Bush anunció su intención de duplicar el presupuesto de la Fundación Nacional para la Democracia (NED). Este organismo fue creado por Ronald Reagan para continuar las acciones secretas de CIA aportando apoyo financiero y dirigiendo sindicatos, asociaciones y partidos políticos. La NED se vanagloria de haber dirigido y manipulado el sindicato polaco Solidarnosc, la Carta de los 77 y muchos otros grupos. Bajo la dirección del Departamento de Estado y en asociación con los partidos republicano y demócrata, el patronato y los sindicatos, la NED ha encontrado numerosos «repetidores» institucionales e individuales en todas partes del mundo, incluyendo Francia.
El presidente George W. Bush anunció, el 20 de enero de 2004, durante su último discurso sobre el estado de la Unión, que duplicaría el presupuesto de la Fundación Nacional para la Democracia (NED) y concentraría «sus nuevos trabajos en la promoción de elecciones libres, del libre intercambio, de la libertad de prensa y de la libertad sindical en el Medio Oriente». Se trata, para la Casa Blanca, de acompañar su acción militar en la región con una ingerencia creciente en la vida interna de ciertos Estados.
A principios de los años 80, el presidente Ronald Reagan estigmatizó a la Unión Soviética como «el Imperio del Mal» y concibió nuevos modos de combatirla. A «la contención» diplomático-militar se agregó entonces una amplia empresa de desestabilización mediante la movilización de la «sociedad civil». Al haber sido reveladas las acciones secretas de la CIA por una serie de comisiones investigadoras y condenadas por la opinión pública, el Consejo de Seguridad Nacional decidió continuar su accionar mediante métodos menos sucios y bajo otra denominación. Principalmente, la nueva estructura tenía que ser protegida de la alternancia mediante una administración bipartidista.
Oficialmente creada el 6 de noviembre de 1982, la Fundación Nacional para la Democracia (National Endowment for Democraty - NED) dispone de un estatuto jurídico de asociación no lucrativa. Pero su financiamiento es aprobado por el Congreso y figura en el capítulo del presupuesto del Departamento de Estado destinado a la Agencia para el Desarrollo Internacional (US Agency for International Development - USAID). Para mantener la ilusión de que se trata de una organización privada, la NED recibe también donaciones de tres asociaciones, que son a su vez financiadas indirectamente por contratos federales: la Smith Richardson Foundation, la John M. Olin Foundation y la Lynde and Harry Bradley Foundation.
«En ocasión de celebrarse el veinte aniversario del Fondo Nacional para la Democracia (NED), reciban mis felicitaciones. Uds. han contribuido con su valioso apoyo material, técnico y moral a la actividad de los activistas por la democracia en numerosos países. Les transmito mi esperanza en que sabrán continuar adelante con ese importante compromiso en muchas partes del mundo en los meses y años venideros. Tony Blair»
La mayoría de las figuras históricas de las acciones clandestinas de la CIA han sido en algún momento miembros del Consejo Administrativo o de la dirección de la NED, entre ellos Otto Reich, John Negroponte, Henry Cisneros o Elliot Abrams. Actualmente la preside Vin Weber, ex-representante republicano por Minnesota, fundador de la ultraconservadora asociación Empower America y buscador de fondos para la campaña de George W. Bush en el 2000. Su director ejecutivo es Carl Geshman, un ex-trotskista convertido en responsable del Partido Socialista de Estados Unidos (Social Democrats, USA) y miembro de la corriente neoconservadora [1]
La NED no es más que la continuación de las acciones secretas de la CIA con otros medios, razón por la cual el Reino Unido y Australia se asocian desde arriba a su gestión en el marco del acuerdo que rige las relaciones entre sus servicios secretos militares.
El principio de la NED es que : «Lo que es bueno para América, es bueno para el mundo». Los fondos los administra, por consiguiente, un Consejo Administrativo en el que están representados el Partido Republicano, el Partido Demócrata, la Cámara de Comercio de Estados Unidos y el sindicato AFL-CIO. Cada uno de estos componentes propone acciones que deben ser aceptadas por dos tercios de los miembros.
Después de atribuido el dinero, este transita mediante institutos controlados por alguno de los componentes. En la práctica, esto lleva a la NED a determinar los Estados que serán blanco de sus acciones y en los cuales ella financia partidos e interlocutores sociales para derrocar gobiernos y poner personas en el poder según «el interés de América» y no conforme al de uno u otro de sus componentes.
Aunque fue creada para luchar contra el comunismo, es precisamente desde que desapareció la Unión Soviética que la NED goza de mejor salud. Mientras pretende dedicarse a la promoción de la democracia, no hace más que someter Estados reproduciendo en estos los intereses contradictorios de la clase dirigente estadounidense.
Desde ese punto de vista, la NED es probablemente la principal responsable de la crisis de las democracias en el mundo: no ha cesado de falsear los mecanismos institucionales y de asimilar la democracia a una «buena administración» en nombre de los pueblos y suplantando a estos.
Por otro lado, la utilización de institutos con diversas etiquetas políticas esconde a la opinión pública el origen de los fondos y los móviles que determinan que estos sean atribuidos. En numerosos Estados, los beneficiarios de estas «ayudas» son manipulados sin que se den cuenta, incluso cuando los individuos que han negociado la atribución de estos fondos están perfectamente conscientes de los canales a los cuales se integran.

Los cuatros institutos satélites de la NED son:
Centro Americano para la Solidaridad de los Trabajadores (American Center for International Labor Solidarity - ACILS). Presidido por John J. Sweeney en su calidad de secretario general de la central sindical AFLC-CIO.
Centro para la Empresa Privada Internacional (Center for International Private Entreprise - CIPE). Dirigido por Thomas J. Donohue en su calidad de presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, o sea como «patrón de los patrones» [2]. 
+Instituto Republicano Internacional (International Republican Institute - IRI). Presidido por el senador John McCain, perdedor de las elecciones primarias del 2000 ante George Bush, actualmente principal defensor parlamentario de la guerra global contra el terrorismo.
 +Instituto Nacional Democrático para los Asuntos Internacionales (National Democratic Institut for International Affairs - NDI). Presidido por la ex-secretaria de estado Madeleine K. Albright.
El sistema de institutos satélites está inspirado en lo establecido por Estados Unidos, como ejército de ocupación, en Alemania con la Friedrich Ebert Stittung, la Friedrich Naunmann Stiftung, la Hans Seidal Stiftung y la Heinrich Boell Stiftung, utilizadas como retransmisores financieros en aquel país en lugar de los propios institutos alemanes.
Siguiendo el mismo principio, la NED encontró corresponsales en diversos Estados aliados, miembros de la OTAN o de la antigua ANZUS, entre ellos: la Westminster Foundation for Democracy (Reino Unido), el International Center for Human Rights and Democratic Development (Canadá), la Fondation Jean Jaurès y la Fondation Robert Schuman (Francia), el International Liberal Center (Suecia), la Alfred Mozer Foundation (Holanda).
En ocasión de su vigésimo aniversario, la NED hizo un balance de su acción del que se desprende que este organismo financia y dirige actualmente más de 6 000 organizaciones políticas y sociales a través del mundo. La NED proclama haber creado enteramente el sindicato Solidarnosc en Polonia, la Carta de los 77 en Checoslovaquia y Otpor en Serbia. También se congratula en haber montado tanto la radio B29 como el periódico Oslobodjenje en la antigua Yugoslavia y un montón de nuevos medios independientes en el Irak liberado.
La NED publica el Journal of Democracy, que se distribuye en el mundo entero, y la revista Encuentro, especialmente para Cuba, así como libros colectivos. También organiza prestigiosas conferencias con los intelectuales que patrocina (por ejemplo, el historiador François Furet y el patrón de la prensa Jean Daniel en Francia). Finalmente, la NED «forma» cuadros políticos y sindicales, en el mundo entero, en cuanto a todo lo concerniente al ejercicio de la «democracia».
Oficialmente, el presupuesto de la NED es de solamente 50 millones de dólares. Pero se agregan a esta cantidad principal numerosos co-financiamientos destinados a las operaciones que organiza. Estas participaciones exteriores, de un monto evaluado en varias centenas de millones de dólares al año, provienen principalmente del Departamento de Estado, del Departamento del Tesoro y, discretamente, de la CIA.
Ya no se trata sólo de hablar de “imperialismo” con conceptos de 1914 que quedaron obsoletos hace 50 años. Ahora se trata de tener buena inteligencia sobre el “imperialismo gramsciano”.

Hegemonía liberal o hegemonía nacional.
Siguiendo con el “periodista” y su: “La Ley de Medios es un primer paso…”
Es táctica a corto plazo – puro electoralismo o lucha de ratones como definía Raúl Scalabrini Ortiz[4].  Nada de construcción nacional estratégica a medio y largo plazo. Si vamos a hablar de construcción de Conciencia Nacional – y en el sentido que le daba JJ Hernández Arregui[5] – entonces no pensemos en el año que viene sino en las generaciones que vienen.
Es la estrategia la que determina la táctica, no al revés. Si no distinguimos ambas, si nos concentramos sólo en lo táctico, por más victorias que tengamos en lo táctico, la victoria estratégica final no será nuestra sino del otro, quien determino las pautas – e iniciativas – estratégicas y eligió el terreno de lucha.
¿Que es entonces la Hegemonía? Y lo que es lo que es más importante: ¿Está el kirchnerismo construyendo Hegemonía Cultural Nacional?
Leemos en “La Hegemonía del pueblo” de Pablo González Casanova: “Un resumen mínimo del concepto indica que Gramsci entiende por Hegemonía: La articulación de grupos y facciones de clase bajo una dirección política y moral, la del “príncipe” o partido revolucionario, a una multiplicidad de voluntades dispares con objetivos heterogéneos, una “única visión del mundo”, una “voluntad nacional popular”. La lucha por la Hegemonía supone, además, una estrategia que permita a la clase obrera “dirigir a las clases aliadas y dominar a las clases opuestas”, dentro de un proyecto revolucionario por el socialismo. La creación de la voluntad colectiva se da cuando una ideología logra difundirse
entre toda la sociedad y determinar “no lo solo objetivos económicos y políticos unificados sino también una unidad intelectual y moral”. En ese sentido la búsqueda por la hegemonía busca impedir una “revolución pasiva” o un “consenso pasivo”. Ha de fundarse en un consenso “activo y directo”, “que integre en las masas la visión del mundo, y la lucha económica, política y moral”.
No solo a corto plazo sino a  largo plazo. Este objetivo supone, de un lado, una “mística o religión popular”, que vincule a los dirigentes y a los dirigidos, con una ideología y una visión revolucionaria del mundo”, y exige además la difusión en la sociedad de una serie de “valores sociales que no tienen una única connotación de clase”. (Editorial Contrapunto, página 11.)
Queda entonces hacer la crítica a este concepto y ver como se construye la hegemonía nacional.

¿Cómo construir Hegemonía nacional? Antecedentes nacionales.
6 de septiembre: grietas en la hegemonía cultural liberal. En la historia de las Hegemonías en Argentina tenemos fechas claves: 17 de septiembre de 1861 - Batalla de Pavón, 17 de octubre de 1945 –la Argentina peronista de Liberación o Dependencia – y 30 de octubre de 1983, la Argentina alfonsinista de Autoritarismo o Democracia.
El 6 de setiembre es la quiebra del ciclo que comienza 17 de septiembre de 1861 – Batalla de Pavón: Nace la Argentina oligárquica, no sólo de un acto de fuerza sino de construcción de Consenso. El roquismo y los combates por la federalización de Buenos Aires no implican un cuestionamiento al modelo en sí sino un complemento más nacional al excesivo porteñismo de Mitre. El Yrigoyenismo – pese al origen federal de Alem e Irigoyen - no logra cuestionar el modelo cultural.
El 6 de septiembre de 1930 tiene un resultado contradictorio y mal comprendido por la Izquierda Nacional que se limita a la Coerción y Estructura (en sentido marxista) y omite el Consenso y la Superestructura Cultural. El 6 de setiembre trae en su seno una serie de conceptos culturales y visiones de lo nacional que terminará eclosionando el 17 octubre de 1945.
Mientras Antonio Gramsci estaba preso en Italia, y teorizando sobre la guerra de posiciones (culturales en la Sociedad) y previa a la guerra de movimientos (de asalto al Estado) un grupo de militares e intelectuales nacionales ¡¡¡estaban haciendo exactamente eso!!! Y no por haber desarrollado una Teoría al respecto sino por una intuición muy argentina.
Y de eso hablaremos a continuación. Cómo, a consecuencia del 6 de septiembre comienza un ciclo cultural que culmina en Malvinas el 2 de abril de 1982.- Y cómo a consecuencia de la derrota viene una desmalvinización que sigue hoy en el actual kirchnerismo.
La construcción de una Nación no es algo “para el año que viene” sino el resultado de siglos. Tomemos distancia del inmediatismo de nuestra partidocracia y miremos a la distancia, con la Grandeur que pedía el Gral. De Gaulle para construir su nación.
Uno de los primeros del 6 de septiembre resultados es que con los oficiales cercanos al general Uriburu viene un grupo de militares dispuestos a implantar el culto a San Martín y desplazar al culto a Rivadavia del mitrismo.
Mausoleo de Bernardino Rivadavia en Plaza Miserere. Último hito de la iconografía mitrista antes de ser desplazada por la ofensiva sanmartiniana de 1930.
Desde siempre Mitre había presionado por ocultar lo más posible la figura de San Martín (y sus enfrentamientos contra Rivadavia) y levantar a este como “El más grande hombre civil de la tierra de los argentinos”. 
Esto ya lo advertía Juan Bautista Alberdi: "En nombre de la libertad y con pretensiones de servirla, nuestros liberales, Mitre,Sarmiento y Cía., han establecido un despotismo turco en la historia, en la política abstracta, en la leyenda, en la biografía de los argentinos. Sobre la revolución de Mayo, sobre la guerra de la independencia, sobre sus batallas, sobre sus guerras ellos tienen un Alcorán, que es de ley aceptar, creer, profesar, so pena de excomunión por el crimen de barbarie y caudillaje”" (Juan Bautista Alberdi. Escritos póstumos. Ensayos sobre la sociedad, los hombres y las cosas de Sudamérica. Buenos Aires. 1899)
Vemos la Plaza de Azul – Pcia de Bs As. - 1935  del Ingeniero Francisco Salamone. Comienzo de la iconografía sanmartiniana que disputa la hegemonía a la mitrista. 
Usaremos el término sanmartiniano para englobar un movimiento que incluye al general José Uriburu, al capitán Perón, el teniente Juan José Valle (fusilado en junio 1956) y el teniente Eduardo Lonardi. ¿Con que otro término designar un movimiento cambiante y contradictorio como la realidad y que termina incluyendo golpistas y fusilados de un  cuarto de siglo más tarde?
Abelardo Ramos tenía razón cuando hablaba de los dos ejércitos, pero eso no significa que muchos que hoy dicen ser sus seguidores, tengan un pensamiento lineal en blanco y negro, reduccionista e incapaz de seguir las complejidades de un desarrollo dialéctico.
En los años ’30 y de acuerdo a las tendencias de entonces, lo que Ramos llama ejército mitrista era anglófilo y el sanmartiniano era germanófilo. Los germanófilos traen los conceptos de von der Goltz – El pueblo en armas (Das Volk im Waffen) – y más tarde – yendo más allá todavía, de Luddendorff– La guerra total (Das Totale Krieg).
El capitán Perón, al año siguiente asciende a mayor y recibe una asignación que - para Gramsci era de importancia estratégica: la cátedra de Historia Militar de la Escuela Superior de Guerra. Y debe moverse para lograr por el momento objetivos mínimos pero sin levantar las sospechas de la masonería liberal (Grl. Agustín P Justo) allí escribe una de sus primeras obras: “Apuntes de Historia Militar”.
Esta es en sí una obra muy breve pero hay algo que hoy nos parece elemental pero en aquel entonces debería haber llamado la atención de la masonería militar: “El ejército de los Andes se creó de la nada” y describe como San Martín como conductor militar, primero crea toda su logística en una provincia des-industrializada y luego se lanza a la lucha por la independencia. Lo que está pregonando Perón es el ejemplo para industrializar la Argentina. Lo que había enseñado antes el Gr. Colmar von der Goltz: Las naciones son libres en la medida en que fabrican sus propias armas. (y tengan la industria para hacerlo)
Con posterioridad Perón es trasladado pero sus “Apuntes” quedan como libro de texto. De los capitanes que estudian con “Apuntes” (y su concepto Sanmartiniano), muchos serán teniente coroneles en el GOU y 1945. Devolver a San Martín al puesto que le pertenecía en la Historia fue una de las primeras etapas.

Década Infame: Industria militar y cultura nacional.
“Cultura es todo lo que une al Pueblo”. Perón,
Cultura no es leer a Borges. Cultura es lograr construir una nación mientras se unifica al pueblo. Lo que la Izquierda Nacional no supo ver ex cómo la corriente nacional militar fue creando Consenso respecto a la industrialización militar. 
El proyecto militar-industrial que vino en 1930 le dejó a los mitristas el control de la estructura (Acuerdo Roca-Runciman) mientras por dentro se creó la “base” cultural que terminaría apoderándose del Estado.
Lo que Abelardo llama “los dos ejércitos”, se van perfilándose ya desde Roca en su visita a Berlín – incluyendo a Bismarck – trayendo coroneles alemanes para crear la Escuela Superior de Guerra. Y con los alemanes vienen las ideas de Friedrich List – que serán subversivas para combatir la Hegemonía de Adam Smith. En los ’30 las obras de List se imprimían en Buenos Aires. Desde 1955 – con la “libertad” y Alemania derrotada en 1945, los obras de List han desaparecido de las bibliotecas universitarias. Son como los NN del Proceso: desaparecidos. List no deja el desarrollo en “la mano invisible” sino que responsabiliza al Estado.
A esto se une que en “El Capital” de Marx en ningún momento se desarrolla el rol del Estado en el desarrollo económico. De este modo hay una tendencia de Marx a coincidir con la idea inglesa de Economía sin Estado en lugar de la idea alemana de Economía con Estado. Quizás allí reside la dificultad de muchos marxistas en comprender el concepto de Perón de construcción del Estado-nación.
En cuanto a las “obras concretas” del nacionalismo militar desde 1930, están     
- Dirección General de Fabricaciones Militares. 1935.
Es el momento en que, luego de la muerte del Grl. Enrique Mosconi (YPF) el general Manuel Savio toma la posta, y al concepto de FFAA que defienden los recursos naturales (petróleo) agrega el concepto de ejercito como líder industrializador (a falta de burguesía nacional) Uno de los primeros resultados de DGFM sería Altos Hornos Zapla.
- Escuela Superior Técnica. 1935
También fundada por el Grl. Manuel Savio. Es indudable que un Ejército no puede cumplir un rol industrializador si no tiene sus propios ingenieros. Pero además de sus propias necesidades, también es indudable que el grl. Savio quería mantener a sus oficiales ingenieros aparte de la muy liberal Facultad de Ingeniería de la UBA. No era cuestión de que se contaminen.
Cuando Perón fundó la UTN (entonces Universidad Obrera) la campaña de discriminaciones que llevó a cabo el Centro de Ingenieros, demostró hasta que punto el liberalismo había prendido en la Facultad de Ingeniería.
- Fábrica Militar de Aviones.
Si bien fundada en 1927, para 1931 había firmado su primer acuerdo con Alemania y con licencia estaba fabricando los Focke Wolf 44, que aún daban demostraciones de acrobacia aérea hacia la época del “cordobazo” (1969)
También desarrolló aparatos propios que sería largo enumerar. Esta empresa, es muy anterior a Embraer y llegó hasta el Pucará (combatió en Malvinas) y el IA-63 Pampa. Para la cultura kirchnerista había que cerrarla con un discurso nacional, cosa que se hizo de facto. Hoy no tiene ni un solo técnico trabajando y o reparando aparatos. Sus tornos electrónicos fueron  vendidos como chatarra.   
- Astillero Arsenal Base Naval de Río Santiago. (1935). 
Este cambio cultural no se había limitado solo al Ejército. Había llegado también a la Armada donde el almirante Domecq García – lector del almte. Alfred Mahan, empezaba a empujar por un poder naval argentino, lo que incluía la industria naval propia. Para la década del ’40 estaban botando naves como los patrulleros “King” y “Murature” de 70 mts de eslora. Hoy no tenemos patrulleros para evitar el saqueo y depredación ictícola del Atlántico Sur argentino. El kirchnerismo no hace nada para reactivar la industria naval y la defensa del Atlántico Sur. Era mucho más nacional la “Década Infame”.
- Los liceos militares.
El primer liceo militar – General San Martín – también lo fundan en 1938 los militares de la “Década Infame” – influidos por von der Goltz y Luddendorf –querían una reserva de oficiales de clase media.
Esto viene al caso puesto que el problema del “periodista” es ganar la clase media. La diferencia entre uno de esos militares germanófilos era que la incorporación de la clase media era una política de Estado, no importa que partido gobernase eventualmente ni cual fuera la tendencia política del oficial de reserva. En cambio el “periodista” deja de lado la Defensa Nacional (tarea de la Ministra Garré) y sólo le importa los votos de la clase media al kirchnerismo el año que viene (objetivo bastante mezquino)
El tema era un intento de ir más allá de de uno de los logros más nacionales del roquismo: el servicio militar obligatorio del general Ricchieri. Era una mayor educación a la clase media para su incorporación y participación en la Defensa Nacional.
Una vez más, el kirchnerismo va a contramano de lo nacional. Nos informa La Gaceta de Tucumán del 16 de abril de 2010: “impedir lo que los padres del Liceo Militar Gregorio Aráoz de La Madrid califican de "vaciamiento de los liceos, para convertirlos en una escuela secundaria común". En medio de estos cuestionamientos a la reforma, llegó a Tucumán el general Gustavo Eduardo Lux, que está cargo de Educación y Doctrina del Ministerio de Defensa junto al licenciado Osvaldo Devries, asesor y miembro de la comisión que elaboró la polémica y resistida reforma que elimina la enseñanza de Religión y la Instrucción en armas de los cadetes. Más de 500 padres se dieron cita ruidosamente, entre bocinazos y cánticos, en la puerta de la institución para hacer oír su posición en este conflicto que se replicó en los 10 liceos del país.”
A lo que Gorojovsky – con el dogmatismo de un rabí fariseo - agrega[6]: Allí hay una interesante cobertura sobre las críticas que está recibiendo la reforma de los programas de los liceos militares, que "los equiparan a secundarios comunes". En particular, la crítica se refiere a la enseñanza de la Religión, que para estos miembros de la "familia militar" es, o parece, el fundamento de la Defensa Nacional.
No lo pensaban así, por cierto, los soldados que fundaron las Fuerzas Armadas allí en tiempos de la Patria naciente.  En realidad, la Religión en los liceos se enseña desde hace 70 años, nada más.
Es una rémora heredada de la Década Infame, y en buena hora vuele de allí hacia las excelsas regiones donde debe reinar.
LA ÚNICA RELIGIÓN COMÚN A LOS SOLDADOS ARGENTINOS ES LA RELIGIÓN DE LA PATRIA JUSTA, LIBRE Y SOBERANA.
Cualquier otra religión es una cuña divisionista e inaceptable.
El dogmatismo le ha impedido demostrar su ignorancia. Cuando Gorojovsky hizo el servicio militar en Israel, casi seguro que jamás hizo objeción a la relación entre religión y milicia que se practica allí, que jamás objetó la visita de un rabino a su batallón. Pero acá, de nuevo en un país goym, la religión de los goym le “produce cosa” y se pone a decir cosas sin ton ni son. Nos dice Gorojovsky: (Enseñanza de la religión) No lo pensaban así, por cierto, los soldados que fundaron las Fuerzas Armadas allí en tiempos de la Patria naciente.  En realidad, la Religión en los liceos se enseña desde hace 70 años, nada más.
Se equivoca Gorojovsky y muy fiero. La enseñanza de la religión ya venía cuando Liniers le hace la promesa a la Virgen del Rosario antes de comenzar la campaña contra los ingleses (Iglesia de Santo Domingo en Perú y Avda. Belgrano).
También Seineldín con el almte. Busser arreglaron el nombre del Operativo – Rosario – para desembarcar en Malvinas. Y estaban apelando a la Virgen que llevó Don Juan de Austria en Lepanto.
La Virgen de la Merced – como Generala del Ejército -  fue idea del propio Belgrano y al día siguiente de la batalla de Tucumán. San Martín hizo a la Virgen de la Carrodilla la nombró Protectora del Ejército de los Andes – y ademán ordenó que los granaderos recen el Rosario todas las noches.
No olvidemos al general Martín Güemes, enterrado al pie del altar de la Catedral de Salta, lo cual nos da una idea de la consideración que tendrían los curas salteños por su catolicismo   
(La religión en los liceos militares) es una rémora heredada de la Década Infame, y en buena hora vuele de allí hacia las excelsas regiones donde debe reinar. (Gorojovsky)
Entre las “rémoras” de la Década Infame el ruso debe incorporar DG de Fabricaciones Militares, Escuela Superior Técnica del Ejército, Fábrica Militar de Aviones, todas cosas que sólo un obsecuente de Cristina y Nilda puede calificar de “rémoras”.
Gorojovsky es bastante ignorante respecto a la “década infame”. Más que preocupados por la Argentina de entonces, en la IN estaban preocupados por los juicios de Moscú o la defensa de Madrid. Lo nacional recién lo descubren el 17 de octubre de 1945.

De la “década infame” a la vuelta a Canning de 1983. 
“En la victoria aplicamos lo que ya sabemos. En la derrota aprendemos lo que sabe el enemigo”. Akira Kurosawa “Siete samurais”.   
Nuestra Historia es un “Corsi e ricorsi”, de 1806 a 1861, con el emerger de lo nacional, de 1861 a 1830 con el avance de lo liberal, de nuevo de 1945 a 1982, el empuje de lo nacional, y de 1983 a la fecha, el avance de la des-malvinización.
La Década Infame tiene el Pacto Roca-Runciman, pero también una vigorosa reacción nacional que se trasladará de lo cultural a lo político una década después. En ese momento – la Década Infame – estaba sucediendo todo un cambio cultural – lo podemos ver en las letras de los tangos – que auspiciaba el cambio nacional una década después.

“La guerra gaucha” o “Iluminados por el fuego”
El cine de la “Década Infame” era entonces, mucho más  nacional que el cine del kirchnerismo
Una muestra de lo que decimos es el “cine” de la Década Infame con la “polenta nacional” de la cultura que emergía, y el actual cine del kirchnerismo lleno de llorones desmalvinizadores.
La Guerra Gaucha es una película hito en la exaltación de lo nacional y hasta comenta Wikipedia: "La exaltación en la obra de los valores ligados al nacionalismo expresados en la conjunción del pueblo, el ejército y la iglesia en la lucha en defensa de la tierra fue considerada por algunos como una anticipación de la ideología de la revolución que el 4 de junio de 1943 desplazó al desprestigiado gobierno de Ramón Castillo".


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