sábado, 21 de mayo de 2011

¿Qué pasa en España?

Miles de personas acampan desde hace cinco noches en plazas de las ciudades más importantes de España. Aquí están las claves para entender el origen y las posibles consecuencias de este movimiento. por José Baig / BBC Mundo.

¿Por qué surgen las protestas?

“Estamos preocupados e indignados por el panorama político, económico y social que vemos a nuestro alrededor. Por la corrupción de los políticos, empresarios, banqueros… Por la indefensión del ciudadano de a pie”, dicen en el manifiesto con el que convocaron a la movilización.

Lo cierto es que, a pesar de lo general de la proclama y con la ayuda de las redes sociales, lograron la adhesión de miles de personas (130.000 en toda España, aseguran los organizadores) que salieron a las calles a manifestarse.

La movilización cobró vida propia al finalizar las manifestaciones y muchos de quienes participaron decidieron acampar en plazas de las principales ciudades españolas “hasta ser escuchados”.

Muchos atribuyen la inspiración de estas protestas a un libro de 30 páginas escrito por el francés Stéphane Hessel y que pocas semanas después de su publicación en España se convirtió en un éxito de ventas. La obra, de hecho, dio nombre a los manifestantes. “¡Indignaos!”, se titula el libro, “indignados” les dicen los medios a quienes protestan. “'En situaciones como la presente, no debe existir espacio para la resignación o la apatía”, dice Hessel en su libro.

Cinco días después del 15 de mayo, la movilización desbordó a la plataforma “Democracia real ya”.

¿Quiénes son?

Se trata principalmente de jóvenes a los que se les han sumado personas de todas las edades y estatus social descontentas con la situación del país y la respuesta de los políticos ante la crisis.

Uno de los aspectos más destacados de la movilización es que no está promovida por partidos políticos.

Pese a que algunos los acusan de ser un movimiento abstencionista, sus portavoces se defienden alegando que su llamado no es a no votar sino a hacerlo con conciencia.

¿Por qué ha tenido tanto éxito?

Las movilizaciones se están produciendo a pocos días de las elecciones municipales y regionales de este domingo 22 de mayo. Un movimiento diferente a la previsible monotonía de la campaña electoral llamó la atención de inmediato.

Se dice que la obra del francés Stéphane Hessel, “¡Indignaos!”, dio nombre a los manifestantes.

Además está de fondo la situación económica. Hay 21% de desempleo (45% entre los más jóvenes), además de duros recortes en gastos y la casi certeza de nuevos ajustes después de las elecciones. A esto se suma la posibilidad cierta de que miles de personas pierdan sus casa por no poder seguir pagando la hipoteca.

Los dos partidos mayoritarios llevan en sus listas candidatos acusados de hechos de corrupción, cosa que ha generado un profundo cuestionamiento del estilo actual de hacer política.

En medio de este desencanto, el llamado movimiento 15M surge como catarsis ciudadana de indignación ante el manejo de la crisis y el estilo tradicional de hacer política. En resumen, muchos ciudadanos estaban disconformes y encontraron en el movimiento una opción para manifestar su descontento.

Otro factor es el hecho de que España, por cercanía y por historia, vivió con mucha intensidad los levantamientos en el mundo árabe. Para muchos aquí, los paralelismos entre La Puerta del Sol en Madrid y la Plaza Tahrir de El Cairo son más que evidentes.

¿Hasta cuándo continuarán las concentraciones?

Los manifestantes dicen que seguirán en las plazas hasta el domingo 22 de mayo, a pesar de que la Junta Electoral Central determinó que debido al fin de la campaña para los comicios del domingo, las concentraciones serían ilegales a partir de la medianoche del viernes.

¿Qué piden los manifestantes?

Al ser un movimiento espontáneo, sin líderes y sin una organización detrás, hay demandas para todos los gustos. Sin embargo, la principal exigencia es un cambio en el sistema político y económico que sienten que no refleja los intereses y las demandas de los ciudadanos.

Las exigencias que parecen estar más claras son las relacionadas con el cambio en el sistema electoral, de manera que sea más equitativo con los partidos minoritarios donde se pueda votar por candidatos individuales y no por listas cerradas, como ahora.

El “15M” surge como catarsis ciudadana de indignación ante el manejo de la crisis y el estilo tradicional de hacer política.

También cobra fuerza entre las demandas la exigencia de un cambio fiscal, de modo que los impuestos sean cada vez más progresivos, que se destinen principalmente a salud, educación y vivienda y que el sistema financiero sea objeto de una supervisión más exhaustiva.

Las propuestas relacionadas con distintos temas se debaten en asambleas abiertas en cada una de las plazas y a partir de las minutas de esas reuniones se comenzarán a sacar conclusiones para presentar exigencias más específicas.

En todo caso las exigencias son de todos los gustos y colores y van desde la implantación de carriles especiales para las bicicletas en todas las ciudades, hasta la abolición de la monarquía.

¿Cómo han reaccionado los políticos a estas demandas?

Con matices y casos excepcionales, la reacción del estamento político español podría explicarse en tres fases.

Primera, ignorar el movimiento; segunda, tratar de hacer propias las demandas del movimiento; y tercera, mirar los toros desde la barrera.

Lo que sí parece ser un hecho es que a los partidos políticos les ha tomado por sorpresa esta movilización espontánea y masiva. Como respuesta, están pidiendo el voto.

¿Qué pasará después del 22 de mayo?

Nadie parece tenerlo claro, ni siquiera los principales promotores del movimiento. Una primera consecuencia podría ser que los nuevos gobiernos que resultarán electos el domingo decidan frenar o posponer una serie de recortes presupuestarios impuestos por el gobierno central para reducir el déficit fiscal.

El gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero decidió posponer el anuncio de los detalles y el alcance de estos recortes para después de las elecciones, precisamente con la intención de no tomar medidas impopulares en el momento en que más necesita los votos.

Lo que sí se sabe es que esos recortes afectarán principalmente servicios como la salud o la educación. Después de la indignación que han mostrado en la calle los españoles, muchos creen que resultará cuando menos complicado imponerles nuevos sacrificios.

Pero los mismos manifestantes parecen tener claro que es mucho lo que quieren transformar, que no van a poder lograrlo todo y que tendrá que pasar mucho tiempo para que los cambios se comiencen a notar.

¿Cómo puedo enterarme de lo que pasa?

La red social más activa con respecto a este movimiento es Twitter, donde circulan varios hashtags: #acampadasol #spanishrevolution #notenemosmiedo #15m #nonosvamos #globalcamp #nolesvotes #democraciareal #yeswecamp

También en Facebook se han creado las páginas Spanish Revolution, Movimiento 15M y “Acampada en Sol”.


INFORMADOR PÚBLICO (21 DE MAYO DE 2011)

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