Y el fenómeno no se limita solo a Irán: la iglesia "invisible" está creciendo en todo el Medio Oriente, asegura la organización "Open Doors USA" .
por Marco Tosatti
En el país en manos de los ayatolás, uno de los pocos en el mundo en el cual impera la teocracia islámica, parece que están teniendo lugar conversiones de la fe del Profeta al cristianismo a un ritmo que una organización especializada estadounidense, “Open Doors USA”, juzga “explosivo”.
Según parece, el fenómeno está particularmente difundido entre las jóvenes generaciones. Es algo que viene confirmado por los sacerdotes y religiosos que viajan a Medio Oriente y a la Península Arábica, y que son contactados, en las zonas "extraterritoriales" de los aeropuertos, por muchachos que quieren hacerles preguntas y entrar en contacto con religiosos cristianos. En cuanto a las conversiones, parece que en menor medida está teniendo lugar un renacimiento del interés por el zoroastrismo; en oposición al islam, visto y vivido sobre todo por los jóvenes como un elemento árabe, no nacional ni persa.
El fenómeno en Irán concierne sobre todo a las confesiones protestantes no tradicionales; un movimiento de “iglesias domésticas” que habría dado vida a “muchas reuniones secretas”; el fenómeno se estaría difundiendo a nivel nacional, y se da sobre todo en las grandes ciudades. Es inútil decir que la situación encuentra toda la oposición posible por parte del régimen. Irán entre otras cosas, ocupa el quinto lugar en la lista de los cincuenta países considerados los peores persecutores de los cristianos elaborada por “Open Doors”.
“Los operadores de Open Doors piensan que el crecimiento del cristianismo está relacionado con el hecho de que los iraníes se dan cuenta del verdadero rostro del islam como religión oficial del país y con la creciente desconfianza de la gente hacia al gobierno y el líder, tras las elecciones trucadas del 2009 en las cuales Mahmoud Ahmadinejad fue confirmado como presidente”, ha declarado un representante de “Open Doors” que ha pedido el anonimato por razones de seguridad.
Para Carl Moeller, presidente de “Open Doors” el fenómeno no se limita solo a Irán: la iglesia “invisible” está creciendo en todo el Medio Oriente. Invisible porque el paso del islam al cristianismo es peligroso, si no imposible, en esa región. “Hombres y mujeres, a causa de la situación espiritual en la que viven, se encaminan a la fe de Jesucristo a pesar de los riesgos mortales que corren con esta decisión. Y de ello se puede dar crédito solo al Espíritu Santo”. Hace cuarenta años, vivían en Irán casi 400 cristianos provenientes de un contexto islámico. Ahora algunas fuentes hablan incluso de 370.000 cristianos convertidos. Según el gobierno, en Irán viven todavía 200.000 cristianos, miembros de las Iglesias oficiales.
Una confirmación indirecta de que el fenómeno del paso de una fe a otra tiene que tener un fundamento real llega de algunas disposiciones recientes del gobierno. Solo hace algunos días la Iglesia anglicana armenia de Teherán fue advertida para que hiciera cesar sus servicios religiosos del viernes en lengua farsi. La iglesia en Nader Shah Avenue es una de las pocas iglesias oficiales de Irán que todavía puede disponer de un servicio en lengua local para lso cristianos que hablan persa.
“Farsi Christian News Network” (FCNN) afirma que funcionarios del Tribunal islámico han advertido a los responsables anglicanos que si siguen celebrando en farsi los viernes, el día sagrado de los musulmanes, su iglesia será bombardeada “como sucede en Iraq todos los días”. FCNN añade que otras dos iglesias, que celebraban servicios religiosos en lengua local, han sido obligadas a renunciar. Este tipo de actividad es continuada y se ha llevado a cabo durante décadas sin ningún problema. Del mismo modo han sido prohibidas las clases del sábado y la catequesis para los nuevos cristianos; también estas se han llevado a cabo durante décadas, sin ninguna limitación oficial, por parte de las Asambleas de Dios en la capital Teherán. El ministerio para la Seguridad del Estado, de cual dependen estas decisiones, no ha querido hacer ningún comentario sobre el cambio de política.
Y de hecho ha tenido lugar un aumento de la represión hacia los cristianos “no oficiales” en todo el país. En las últimas semanas se ha tenido noticia de arrestos llevados a cabo en Ahwaz, Shiraz, Esfahan y Kermanshah. Según “Mohabat”, una página cristiana especializada en defensa de los derechos religiosos, además de los cristianos oficiales, también otras iglesias reconocidas no han quedado exentas de presión: “Anglicanos, pentecostales sirianos, e Iglesias presbiterianas han tenido que dejar de celebrar los servicios de los viernes. Recientemente un líder anglicano farsi ha sido arrestado en Isfahan. Y han sido cerradas por las autoridades algunas iglesias pentecostales sirianas”. Isfahan, la tercera ciudad del País, es desde hace algunas semanas el centro de esta actividad represiva. Siete líderes cristianos han sido arrestados en sus casas y ha sido confiscado diverso material religioso además de ordenadores y documentos. En una de estas ocasiones también fueron retiradas algunas fotografías que adornaban una pared. Lo que parece extraordinario es que los arrestados pertenecen no solamente a "iglesias domésticas" desde siempre en el punto de mira de las autoridades, sino también a Iglesias oficiales. Uno de los arrestados de hecho es Hekmat Salimi, convertido hace 30 años y pastor de la iglesia anglicana de San Pablo, autor de libros de Teología; también ha sido arrestada Giti Hakimpour, 78 años, una pastora de la iglesia anglicana de San Lucas. Algunos analistas ven en estos arrestos una táctica para desalentar las conversiones desde el islam.
Actualizado 3 abril 2012./Vatican Insider
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