por Rodolfo Patricio
Florido
¿Que hará el
Gobierno cuando el 7D haya pasado… que hará Clarín cuando siga siendo el medio
más importante aunque, eventualmente, tenga que desprenderse de algunos
activos?
… La pregunta del millón, más que si deberá o no desprenderse de
algunas empresas es… ¿Quién tendrá en la Argentina el capital necesario para
comprarla? Porque seamos realistas, en la Argentina no hay ningún empresario,
excepto algunas familias multi millonarias (Bulgheroni, Pérez Companc, Lacroze
Fortabat, Horacio Paganni, Agostino Rocca, Grupo Macri: (Franco, Mauricio, y
Florencia Macri), Eduardo Eurnekian, Alfredo Coto), excepto que el Gobierno
fuerce una entrega en cómodas 1000 cuotas, que tenga el dinero suficiente para
adquirir Cablevisión o en su defecto Canal 13.
Por otra parte
y aun en una situación forzada, el público que consume la información, el
estilo, los noticieros y la programación de esos medios, no seguirá consumiéndola
si le cambian los protagonistas. En otras palabras… 678 no tendrá 15 puntos de
rating porque pase a TN o al 13.
La Argentina es
un país demasiado inteligente para seguir un sulky como si fuese un perro
amaestrado si le cambiaron el conductor del sulky. ¿Qué hay gente que sigue las
ruedas de un sulky sin ver quien lo conduce ni hacia donde lo dirigen? Es
cierto. Pero también es cierto que esa gente no es a la que el Gobierno quiere
influenciar bajo la grandilocuencia de estar a la búsqueda de una mayor
diversidad informativa.
En otras
palabras, Paka Paka y el Canal Encuentro es lo más sofisticado que el Gobierno
ha producido y ha tenido que tener una actitud más abierta que la del Canal 7
para lograr algún rédito. La sociedad argentina no consume cualquier porquería
y mucho menos si siente que le dan la comida gratis y predigerida.
En términos de
rating, destruyeron, por su obviedad oficialista dos programas muy exitosos
como eran TVR y CQC. Y, este último, se sostiene un poco más por que sus
conductores, Juan Di Natale y Guillermo “el pelado” López, han tenido una
posición un tanto más ecléctica y por el conocido juego “el chino” del Pelado.
Tan obvia y burda era su filiación oficialista que uno de sus panelistas (Pablo
Camaiti) terminó conduciendo un noticiero (Visión 7) del Canal Oficial.
Hay en el
gobierno una cierta tendencia cuasi infantil, quizás por los micromundos de la
militancia, a creer que las conductas sociales masivas son un producto
absolutamente manejable. Nada más errado. Las sociedades eligen ver lo que
quieren ver y ven lo que los distrae, los mejora o lo que los refleja.
El oficialismo
se comporta como si el mensaje transmitido al estilo Goebbels lograra perforar
las conductas ciudadanas. Claramente atrasan. Goebbels fue posible cuando la
radio era el espacio más masivo de comunicación y había pocas. Hoy, el mundo es
imagen y la radio una compañía intermitente. Hoy, la gran mayoría de los
consumidores argentinos tienen cable con más de 70 canales o televisión
satelital con cientos de canales. Ni la Cadena Nacional alcanza todos los
espacios.
En otras
palabras, por más que quieran entregarle un Canal a Milagro Sala o a Hebe de
Bonafini, ninguno podrá aguantar sino reciben un bypass de dinero público
estatal. Y ya, no hay tanto dinero. Solo un marco totalitario, que no parece
ser posible y que muy probablemente para la mayoría del gobierno tampoco
deseable, podría darle sustento a la creación de un modelo comunicacional
totalitario, disfrazado en una supuesta diversidad celular con más características
de tumoral que de libertario.
Al fin y al
cabo en la Argentina los poderes van y vienen. Lo que parece eterno, termina. Y
no habrá ninguna marcha que conmueva al oficialismo por más numerosa que sea.
Así como que, cuando hagan el acto con dinero público, bajo la excusa de que es
un acto en Celebración del día de los Derechos Humanos, recurrirán a todos los
artistas para asegurar el marco de una fiesta gratuita que congregue y así
poder demostrar que ellos también pueden movilizar ciudadanos. En el fondo… una
ingenua estupidez. Pretenden transformar sexo pago en noche de bodas.
El Gobierno
está sordo y seguirá sordo… así como un sector de la sociedad ha transformado
el odio también en sordera. Este país, nuestro país, no se escucha. Una pena.
Sobretodo porque el diálogo entre sordos es un imposible, sobretodo si
dinamitan a los traductores.
Así, ya hay
gente que multiplica sus opiniones en las redes sociales en una suerte de
“vamos por todo” pero inverso a la expresión de la Presidente Cristina Fernández.
Una locura que
nos depositaría en el peor de los mundos… el de la muerte. Una locura, pero una
locura que sueñan como mundo deseable solo los fundamentalistas del oficialismo
y algunos minúsculos sectores de la sociedad que quieren terminar con el
gobierno a como de lugar. En cualquier caso… una locura. Porque la locura
termina con las ideas y sepulta las verdades. Da miedo, pensar que; con todo lo
que nuestro país ha atravesado, haya todavía sectores que quieran transformar
el sueño en una pesadilla del pasado.
Lic. Rodolfo Patricio Florido
diciembre 4, 2012, publicó Informador Público
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