A pesar del tono de gesta épica que se ha
pretendido imprimirle, la “estatización” o “nacionalización” de YPF no deja de
ser otra cosa que la recuperación de la YPF creada por Carlos Saúl Menem (sociedad
anónima) para ser entregada a las multinacionales petroleras
angloamericanas (controladas o poseídas por la familia Rockefeller).
No haremos demasiado hincapié en el hecho
que quienes promovieron, justificaron, avalaron y acompañaron la privatización
menemista de YPF son los mismos que hoy claman su “nacionalización” o
“estatización”. Sí queremos recordar y tener presente que “el sueño de la
nacionalización de YPF” de Él habrá sido un sueño de alcoba, porque no hay una
sola mención a ello en el «Plan de Gobierno» presentado por Néstor Kirchner en
el año 2003: en el capítulo dedicado al Sector Enérgico, sólo menciona la
necesidad de asegurar “beneficios y rentabilidad empresaria razonables”, y de
promover “el uso de gas licuado de petróleo en el transporte público, de cargas
y en el aparato productivo del agro; el uso del GNC en el transporte vehicular
intensivo, y el uso del gas oil o nafta en el resto de los restantes usos
vehiculares”. De YPF, ni noticias.
A modo de síntesis, podemos afirmar que de
la mano de Kirchner, Menem y los hijos putativos de Alsogaray, los argentinos recuperamos la YPF menemista para ponerla al
servicio de las multinacionales petroleras angloamericanas. “Cristina
cumple, Rockefeller & Cia. nos depredan”.
A)
La mentira de la argentinización
peterseniana y la esquizofrenia del kirchnerismo.
El 16 de abril ppdo., nuestra Presidente,
“la mejor gobernante de la historia argentina” y “compañera histórica de
Napoleón Bonaparte”, anunció con gran pompa la “nacionalización” de YPF, hasta
ese momento en manos del Repsol YPF y gerenciada por los miembros de la
sociedad minoritaria Petersen Energía, S.A., sociedad española constituida el 23 de julio de
2007 en Madrid (España) e inscripta en el Registro Mercantil de Madrid (Tomo
24588, Folio 88, Hoja M-442504), sociedad
totalmente participada por Petersen Energía
PTY Ltd., constituida de conformidad con las leyes de Australia, “debidamente
inscripta en la Securities and Investment
Commission de ese país” con el número 128.147.419[1].
Pero los mismos documentos oficiales -el Principio de Acuerdo (firmado el 21 de
diciembre de 2007 por Antonio Brufau Niubó, por Repsol YPF, y Enrique Eskenazi,
por el Grupo Petersen) y el Contrato de
compraventa de acciones (firmado por el mencionado Brufau por Repsol YPF y
por Matías Eskenazy Storey por parte de Petersen Energía S.A)- muestran y
demuestran que la supuesta “argentinización” de YPF en febrero de 2008 fue en
realidad un negocio entre dos empresas españolas,
una de ellas controladas desde Australia. En este sentido, ¿la presidente estaba
mal informada en este tema tan crucial o hizo gala de esquizofrenia política,
al decir no hace mucho tiempo que la YPF privatizada por Menem y con ayuda de
los Kirchner era una empresa administrada por “argentinos”[2],
si hasta el mismo representante del grupo Petersen firmó el contrato de
compraventa del 24,5% de acciones como miembro de una empresa española, y la empresa compradora –Petersen Energía S.
A.- fue definida siempre explícitamente como española?
Que la presidente de la Nación
desconociera estos detalles es grave, porque significaría que no tiene el
control político que debe tener un Jefe de Estado. Que lo supiera también es
grave, si en sus declaraciones públicas afirmaba todo lo contrario.
B) Gestión
“argentina” de YPF: ¿esquizofrenia o mendacidad?
Peor aún, los fundamentos para la expropiación
accionaria de YPF sostienen que luego de 1999 Repsol inició “un progresivo
proceso de desmantelamiento y vaciamiento” de YPF, a través de una “estrategia
de carácter predatorio” (pp. 14-15); que la aplicación de una lógica operativa
más cercana al mundo financiero que al productivo “multiplicó las importaciones
de combustibles por 11 veces entre 1995 y 2011” (pp. 16-17); que “el actual déficit
energético de Argentina se encuentra estrechamente asociado con las políticas
llevadas adelante por parte del accionista mayoritario Repsol a lo largo de la
última década” (p. 18); que desde 1999 Repsol llevó a cabo un
“lento pero progresivo deterioro de la capacidad de producción, tanto petrolera
como gasífera”, es decir, “adoptó una estrategia basada en la depredación de los
recursos existentes”, tendencia que “se reforzó aún más a lo largo de los últimos
años” (pp. 18-19); en última instancia, “la política depredatoria
llevada adelante por el principal accionista desde 1999 condujo a una
sistemática pérdida de la relevancia de REPSOL-YPF en el mercado hidrocarburífero
local” (pp. 19-20)[4].
Si todas estas denuncias son ciertas, no
se entiende por qué el gobierno se ha dado cuenta recién ahora, en el año 2012,
de todas estas anomalías. Porque en realidad el gobierno ya sabía en el año 2008 en adelante
que uno de los problemas que enfrentaba la economía argentina era el de la
“escasez energética”, tal como lo reconoció oficialmente ante la United States
Securities and Exchange Commission, en ocasión de la presentación de la
propuesta para el canje de deuda que tuvo lugar durante el año 2010[5].
Si todas estas denuncias son ciertas, no
se entiende entonces por qué la misma presidente de la Nación afirmó hace menos
de un año atrás, el 8 de junio de
2011, no sólo que YPF-Argentina “es la empresa más importante y la
primera contribuyente del país”, sino que además agradecía a la empresa YPF “la confianza en el crecimiento del
país, porque está claro que una inversión de esta naturaleza es
porque creen que vamos a seguir creciendo al nivel que lo hemos venido
haciendo”[6].
Tampoco se entiende que en diciembre de 2010 la
presidente de la Nación dijera que YPF era una empresa gestionada exitosamente
–sobre todo a partir de la incorporación del socio «argentino»-, gracias a lo
cual podía afirmar que “por primera
vez [YPF] no perdía reservas y había aumentado por primera vez la producción de
barriles”, además de “tener aseguradas
ahora reservas gasíferas hasta 16 años”. Más aún, la presidente afirmó que
la política petrolera-comercial aplicada por Repsol YPF con su socio
hispano-australiano había dado por resultado “algo concreto, objetivo: el
crecimiento, las reservas, el número de pozos explotados, la duplicación de los
pozos produciendo, el crecimiento de los barriles, las inversiones”.
Como si este reconocimiento no bastara,
la misma Casa Rosada divulgó aceptando como ciertas las palabras pronunciadas
en ese mismo acto por Sebastián Eskenazi, según las cuales durante 2010 en YPF “logramos
revertir la tendencia negativa de producción después de 12 años y logramos 100
por ciento de recuperación de reservas”[7].
Si estas denuncias son ciertas, no se entiende por
qué el Director Titular de YPF en representación del Estado Argentino en el
Directorio de Repsol YPF rubricó el 2 de noviembre del año 2011 que “el Estado Nacional está en
todo de acuerdo con las actividades que la compañía viene desarrollando”.
Según estas contradictorias afirmaciones gubernamentales,
la labor de Repsol YPF en todos estos años ha sido de crecimiento de reservas-duplicación
de pozos produciendo-crecimiento de barriles y de inversiones, pero paradójicamente
ello ha constituido una política de
vaciamiento, de no producción, de no exploración y de depredación sistemática. Como se puede apreciar, estamos en presencia de afirmaciones
antagónicas típicas de una mentalidad esquizofrénica o de una actitud
claramente mendaz e hipócrita, porque desde un punto de vista lógico
y racional lo contrario no puede nunca significar lo mismo.
C) Expropiación
de YPF con la Ley del Proceso de Reorganización Nacional
El proyecto de ley de expropiación del
51% de las acciones de YPF S.A establece que “el proceso de expropiación estará
regido por lo establecido por la ley 21.499/77” y que a fin de salvaguardar la continuidad
operativa de YPF, “el Poder Ejecutivo nacional a través de las personas u
organismos que designe desde la entrada en vigencia de la presente ley, ejercerá todos los derechos que las acciones a expropiar
confieren en los términos de los artículos 57 y 59 de dicha norma”[8].
Estos dos artículos son los que le han permitido al gobierno intervenir a YPF
S.A. mediante la forma de la “ocupación temporánea.
En buen romance, el gobierno nacional,
popular y democrático se basa en la Ley de Expropiaciones sancionada por el
Proceso de Reorganización Nacional el 19 de enero de 1977, con las firmas de
Jorge Rafael Videla y Julio Gómez, “en uso de las atribuciones concedidas por el artículo 5º
del Estatuto del Proceso de Reorganización Nacional”. Según este
artículo, “las facultades legislativas que la Constitución Nacional otorga al
Congreso, incluidas las que son privativas de cada una de las Cámaras, serán
ejercidas por el Presidente de la Nación”. Es decir, la presidente nacional,
popular y democrática gobierna por encima del Congreso Nacional, al mejor
estilo Videla. ¿Este fundamento del proceso de expropiación accionaria no
pone en evidencia que el Congreso Nacional es una simple escribanía del Poder
Ejecutivo Nacional, y por otro lado, que en su intento de “sentirse como
Napoleón” la presidente de la Nación se apoya peligrosamente en leyes
sancionadas por el general Jorge R. Videla? ¿NO ES PELIGROSO O INDIGNO DARLE
STATUS DEMOCRÁTICO A LAS LEYES DEL PROCESO –Ley de Entidades Financieras, Ley
de Expropiaciones, Código Aduanero, Ley de Hidrocarburos, etc.-, PARA
JUSTIFICAR ACTOS DE GOBIERNO “DEMOCRÁTICOS”?
D) “Nacionalización”
de YPF: recuperación de la YPF MENEMISTA
La presidente de la Nación no se cansa de
alabar lo estatal como ámbito superior de la acción política y como garantía de
la gestión de políticas públicas. Según sus propias palabras, “está demostrado
en esta administración que los recursos del Estado pueden ser administrados
correctamente también”. Pero no se entiende entonces, tal como lo explicita el
proyecto de ley y lo ha reiterado la presidente, por qué la Argentina no
recupera la histórica empresa estatal creada por el General Enrique Mosconi,
sino la empresa privatizada y convertida
en sociedad anónima por Carlos S. Menem en 1990: “el modelo que hemos elegido no es un modelo de estatización, que
quede claro, […] seguimos conservando la forma de sociedad
anónima, seguimos funcionando de acuerdo a la ley de sociedad privada”[9].
Por un lado, alaba lo estatal, pero paradójicamente conserva una de las
principales herramientas del Estado como emprendimiento mercantil privado. ¿Por
qué? ¿Será porque dicho carácter privado le permite al gobierno de la señora
presidente que no se le aplique a la YPF remenemizada “legislación o normativa
administrativa alguna que reglamente la administración, gestión y control de
las empresas o entidades que el Estado nacional o los estados nacionales tengan
participación”[10]?
¿Estamos en presencia de una síntesis
de Kirchner, Menem y Alsogaray: loas
y alabanzas a lo nacional, popular y democrático, pero como emprendimiento privado, exento de cualquier tipo de
control estatal y fundamentado en las leyes de la última dictadura militar?
¿Por qué?
D) “Nacionalización”
de YPF: todo el poder para Rockefeller
Como es público y notorio, la reprivatizada
YPF menemista gestionada por los mismos que apoyaron su privatización y
avalaron el desastre energético y fiscal que hoy padece la Argentina no tiene
capital para afrontar el aumento de producción y el desarrollo que se necesita,
de alrededor de 25 mil millones de dólares en los dos primeros años.
Llama la atención que el gobierno
kirchnerista no haya pensado en asociarse al “socialismo usurero del siglo
XXI”, a través de la PDVSA venezolana, para formar de una buena vez el “anillo
energético sudamericano” soñado por la presidente. Muy por el contrario, las
primeras empresas consultadas por los “comandantes” de Vido y Kicillof han sido
las grandes petroleras multinacionales de origen norteamericano –Exxon Mobil,
Chevron Corp, ConocoPhillips-, empresas
del clan Rockefeller.
Que haya explorado la posibilidad de
asociar a Petrobras (Petróleo Brasileiro S. A.) no deja de situarse bajo el control
del “imperialismo petrolero” del clan de Ohio, dado que esta empresa semi-pública
con participación nacional y extranjera privada forma parte, desde el año 2007,
del dispositivo de penetración comercial y política de los Rockefeller a través
del Council of the Americas, para “difundir el libre comercio y la iniciativa
privada” en América latina[11].
No hay que engañarse respecto a la
posible participación de una “pyme nacional” en esta etapa inicial, Medanito
S.A., aunque su presidente haya prometido invertir millones de dólares para
acompañar la “nacionalización” de YPF. Se trata de una empresa nacida al calor
de la ola privatizadora y privatista de los ’90, adquirente en los momentos iniciales
de su operatoria de instalaciones de YPF, que cuenta solamente con “15 años de
experiencia” en el rubro[12].
En todo caso, su capacidad de hacer capital intensivo y millones de dólares
para asociarse a YPF proviene de su asociación con EOG Resources (Enron Oil & Gas
Resources) en mayo del 2011 para la explotación de los en ese momento recién
descubiertos yacimientos de Vaca Muerta.
EOG Resources es una de las 500 firmas más grandes del
mundo. Tiene su sede central en Houston, Texas (Estados Unidos). Es una de las
compañías de petróleo y gas natural independientes más grandes en Estados
Unidos, con reservas comprobadas en Estados Unidos, Canadá, Trinidad y Tobago,
el Reino Unido y China[13].
Los dueños de esta importante empresa de origen norteamericano son, entre
otros, Capital Research Global Investors, State Street Corporation, Bank of New
York Mellon Corporation, BlackRock Institutional Trust Company Inc., etc[14].
¿Qué otras
empresas domina Capital Research
Global Investors, la mayor accionista de EOG Resources? Entre otras, se
encuentran Phillip Morris International Inc., Apple Inc., Microsoft
Corporation, ConocoPhillips, Oracle Incorporation, Royal Dutch Shell PLC, J. P.
Morgan Chase & Co, Direct TV, Merck & Co. Incorporation, Wells Fargo & Co., Chevron
Corporation, Apache Corporation, etc.
¿Qué tienen en
común casi todas estas empresas? Que ellas son miembros del Council of the Americas.
Es decir, detrás de esta empresa petrolera-gasífera estadounidense, socia de
Medanito S.A., están las grandes petroleras multinacionales de origen
anglo-americano, dominadas y controladas por la familia Rockefeller:
ConocoPhillips, Exxon Mobil, Chevron Corporation.
En síntesis: ¿quién va a ser
en un futuro próximo dueño del petróleo argentino? La familia Rockefeller.
Más allá de su verborragia “nacional, popular y democrática”, más allá de su
histrionismo progresista y “revolucionario”, el gobierno kirchnerista gobierna para el imperialismo internacional
del dinero y para el imperialismo petrolero angloamericano, implementados en
forma visible por el clan Rockefeller. CRISTINA CUMPLE, ROCKEFELLER NOS
DEPREDA.
José Arturo Quarracino
27 de abril de 2012
[1] Repsol YPF-Grupo
Petersen, Contrato de compraventa de
acciones, 21 de febrero de 2008, pp. 5-6. Cabe preguntarse por qué la
“nacionalización” sólo afecta al grupo español y no a la sociedad
hispanoaustraliana gerenciadora de la empresa.
[2] «El management de
YPF Argentina ha cambiado sustancialmente a partir de la incorporación de un
socio argentino», Presentanción del
Programa de desarrollo de YPF (hppt://www.casarosada.gov.ar/discursos/4032).
Que la Presidente diga que Petersen Energía S.A. es una empresa argentina a
cargo del management de la petrolera
(7 de diciembre de 2010) muestra que está muy mal informada, desconoce la realidad
en un área tan sensible o hace afirmaciones mendaces no se sabe bien por
qué.
[3] Anuncio del proyecto de ley de expropiación de YPF: Discurso de la
Presidenta de la Nación, 16 de abril de 2012 (en http://www.casarosada.gov.ar/discursos/25810-anuncio-del-proyecto-de-ley-de-expropiación-de-ypf-discurso-de-la-presidenta-de-la-nacion).
[4] Todos estos datos
están tomados de la publicación efectuada por el Senado de la Nación Argentina,
que se puede consultar en http://www.senado.gov.ar/YPF.pdf
[5] United States Securities and Exchange Commission, Form 18-K/A. Amendment Nº 3 for Foreign
Governments and Political Subdivisions Thereof, Annual Report of the Republic
of Argentina, Date of end of last fiscal year: December 31, 2008, p.
11(18): «Despite this recovery, the Argentine economy still faces significant
challenges, including widespread
poverty, increasing unemployment
und underemployment, high inflation and energy shortages». En un primer
momento, publicado oficialmente en inglés en http://secwatch.com/filings/view.jsp?formid=7098309.
Ahora se lo puede consultar en la página web mencionada en la nota anterior.
[6] Acto de inauguración de un puerto regasificador en Escobar. Palabras de
la Presidenta de la Nación, 8 de junio de 2011 (en http://www.casarosada.gov.ar/discursos/25143-acto-de-inauguracion-de-un-puerto-regasificador-en-escobar-palabras-de-la-presidenta-de-la-nacion).
[8] Proyecto de ley de Expropiación de las acciones clase D de YPF S.A.,
Título 3, Capítulo 1, Artículo 11 y Capítulo 2, Artículo 13 respectivamente.
[9] Anuncio del proyecto de ley de expropiación de YPF […], ibídem, nota
3.
[10] Proyecto de ley de Expropiación de las acciones clase D de YPF S.A., Título
1, Capítulo 3º, Artículo 15.
[11] Council of Americas , Our Members, April 9th, 2012
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