viernes, 8 de marzo de 2013

Brasil teme que los militares tomen el poder en Venezuela y busca fortalecer a Maduro


La presidenta de Brasil se contactó con los líderes regionales para garantizar el apoyo al heredero de Chávez. Busca evitar una fractura interna con Cabello y las FFAA. “Hay un fenomenal vacío de poder”, sostuvo un analista consultado por LPO. La Politica Online  
Cuando Hugo Chávez ungió como su sucesor a Nicolás Maduro, el pasado 8 de diciembre, buscó evitar que la fuerza que construyó en los últimos años se disipe en pedazos ante su ausencia. Sabía el fallecido presidente que su decisión sería muy difícil de contrarrestar. Por eso, hasta ahora, el chavismo se ha mantenido unido y leal detrás de la figura del elegido. Fue el último gran movimiento político del bolivariano, que sabía que detrás de él no dejaba a nadie con su capacidad de mantener a todos los sectores internos alineados.
Pero las dudas y la incertidumbre acerca del futuro del chavismo después de las elecciones presidenciales son múltiples. Dando por hecho que Maduro sea finalmente el mandatario electo, la pregunta que surge es: ¿Hasta cuando se mantendrán alineados los sectores que no le responden?
Aunque la preocupación no es sólo a futuro. También lo es en lo inmediato y surge de las más altas esferas del poder sudamericano. Según el periodista brasileño Kennedy Alencar, reconocido por tener información exclusiva de lo que se teje en el Palacio del Planalto, Dilma Rousseff comenzó, tras la muerte de Chávez, una ronda de contactos para lograr un apoyo regional sólido a Maduro.
"Brasil va a tener un papel muy importante (en la transición). La presidenta y la diplomacia de Brasil ya iniciaron contactos con otros presidentes sudamericanos para que todos defiendan la Constitución", reveló Alencar.
Según su versión, la intención es que los presidentes sudamericanos envíen un mensaje claro y contundente a los militares venezolanos -en consecuencia, también a Diosdado Cabello, que mantiene poder en el círculo castrense- para que se mantengan dentro del orden constitucional. Quienes están al mando de esos contactos son el canciller Antonio Patriota y el asesor presidencial, Marco Aurelio García. 
"El gobierno brasileño tiene una simpatía política extremamente mayor hacia Maduro que hacia cualquier otra figura dentro del chavismo. Lo mira con muchos mejores ojos que a Diosdado Cabello", afirmó Kennedy, que también alertó que en el gobierno brasileño saben que el vice no tiene un apoyo interno homogéneo. “Por eso es importante fortalecerlo para que no lo desgasten las luchas internas en esta transición", agregó.
“Un fenomenal vacío de poder”
LPO consultó al analista internacional Jorge Castro acerca de esta maniobra de Rousseff. Luego de aclarar que considera que se trata sólo de una especulación, opinó que es lógico que la mandataria brasileña busque “garantizar el mantenimiento de la estabilidad en Venezuela y la región”. 
En su visión, “Chávez es irremplazable” y su muerte ha provocado “un fenomenal vacío de poder”. Por lo tanto, es natural que los países más importantes de la región apuesten a evitar una ruptura del orden constitucional, algo que ve poco probable. 
En ese sentido, y haciendo referencia a la supuesta presión que Rousseff busca ejercer sobre la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), Castro afirma que en medio de ese vacío de poder “la única institución que queda en pie son las fuerzas armadas”, por lo que inevitablemente deberán ser los garantes de la estabilidad.
El miércoles, el diplomático venezolano Milos Alcalay le dijo a LPO que los militares se mantienen leales porque “son parte de la cúpula del poder”. Recordó que más de la mitad de los gobernadores son de origen castrense. “El gobierno está militarizado”, aseguró. No obstante, opinó que “los militares no son marcianos. Son parte de la sociedad y ven con preocupación que se produzca una fractura social”, con lo que deslizó que están preparados para actuar.
Esta la situación que provoca el inquietud en Brasilia. Desde hace años, el país caribeño es una preocupación para el gigante sudamericano. De hecho, Lula da Silva fue una especie de “equilibrio” para Chávez. Trató de interceder en sus enfrentamientos con Estados Unidos y Colombia y hasta intervino en cuestiones internas como el paro petrolero de 2002/2003, actuación que terminó con el referéndum revocatorio de 2004.
Ya en el pasado mes de enero, cuando la salud de Chávez era un misterio y el debate era si asumía o no el día 10 como estipula la Constitución, una información similar había surgido en Brasilia. Entonces se dijo que funcionarios brasileños le habrían expresado a Maduro que el deseo del gobierno de Dilma era que se realicen elecciones "lo antes posible" si el presidente no podía asumir. "Pensamos que es la mejor forma de asegurar una transición democrática pacífica, que es el principal deseo de Brasil", dijo en ese momento un diplomático. La expresión de deseo llegó también a oídos del opositor Henrique Capriles.
En ese entonces, el analista Fabián Calle explicó a LPO que la continuidad del chavismo en Venezuela es de “interés central” para Brasil. “Es altamente funcional a sus intereses geopolíticos de erosionar la influencia y el rol de los Estados Unidos en Sudamérica”, aseguró.


lapoliticaonline (edición del 8/3/13)

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