martes, 30 de abril de 2013

El Gobierno habría recibido denuncias por lavado de unos $42 millones y las "cajoneó".


A pesar de las sospechas documentadas y de los millones con origen incierto, Rosa Falduto, la funcionaria que dirigía la UIF en 2008, no presentó denuncias a la Justicia. Esa misma conducta siguió José Sbatella, que reemplazó a Falduto en 2010. 
El Gobierno recibió por escrito la advertencia de que la financiera Invernes, vinculada con Lázaro Báez, movió de manera sospechosa más de $ 54 millones.
El llamado de atención llegó a la Unidad de Información Financiera (UIF) y el organismo oficial dedicado a combatir el lavado de dinero nunca reportó esa denuncia a la Justicia, a pesar de que en el documento figuraba que la financiera no había justificado de ningún modo el ingreso de depósitos en efectivo por $11.770.000 y transferencias por $ 42.821.000 a lo largo de ese año desde una constructora del Grupo Báez. La revelación fue el centro del programa Periodismo Para Todos del domingo por la noche.
El 11 de noviembre de 2008, un banco envió a la UIF, el organismo que conduce José Sbatella, un Reporte de Operación Sospechosa (ROS) sobre Invernes, que maneja el financista Ernesto Clarens, de profundos vínculos con la familia Kirchner y con Báez.
El informe -que los bancos están obligados a presentar cada vez que detectan operaciones que podrían configurar lavado de dinero–era voluminoso: fueron 553 páginas con los movimientos de la cuenta de Invernes y con el foco puesto en depósitos en efectivo por $11.770.000 en agosto, septiembre y octubre de 2008 y por giros a la financiera por $42.821.000 desde la constructora Gotti SA, una de las que pertenecen al grupo Báez.
Según la información a la que accedió PPT, el banco denunció a la UIF esos movimientos porque la financiera nunca mostró documentación respaldatoria que justificara esos ingresos. 
En el ROS también figura el sospechoso incremento de la circulación de dinero en efectivo hacia la cuenta corriente de Invernes: en 2006 se habían depositado sólo $1.000 allí, en 2007 $8.704.500 y en 2008 ese monto saltó a los $11.770.000 que dispararon las alarmas del banco.
Invernes, que maneja Clarens, se relaciona con el universo Báez de manera directa. Austral Construcciones (la constructora insignia de Báez) e Invernes comparten domicilio: en los registros públicos figura como domicilio auxiliar de la financiera el de Pasaje Carabelas 241, la misma sede de Austral. A su vez, según declaró Lázaro Báez ante la AFIP, Carlos Adrián Calvo, uno de los directores de Invernes, fue quien depositó millones de pesos en efectivo en la cuenta de Badial SA una de las compañías que preside el constructor K.
A pesar de las sospechas documentadas y de los millones con origen incierto, Rosa Falduto, la funcionaria que dirigía la UIF en 2008, no presentó denuncias a la Justicia. Esa misma conducta siguió Sbatella, que reemplazó a Falduto en 2010.
Sbatella no presentó denuncias ante la justicia ni siquiera cuando PPT reveló hace 15 días el movimiento de al menos 55 millones de euros por canales irregulares hacia el extranjero de las compañías de Báez, uno de los empresarios que más dinero recibió desde la llegada del matrimonio Kirchner al poder.
Báez, que se presenta como amigo personal de Néstor y Cristina Kirchner, y que fue señalado como “testaferro” de la familia presidencial, recibió adjudicaciones de obra pública hasta 2011 por unos $4.700 millones.

Última actualización:29/04/2013 12:04:25 pm 

iProfesional.com (30/4/13)

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