La larga lista de robos para la corona sigue en pleno aumento. Lingotes de oro aportados por mineras, los negocios de Lázaro Báez y de Hebe de Bonafini, el juego y distintos entramados K dejaron al país vaciado
Hoy es lunes 13 de mayo y gran parte de los asalariados de la Argentina están contando las monedas. Saben que no llegarán a fin de mes, producto de la inflación y de las nefastas políticas económicas que lleva adelante el gobierno K.
Al mismo tiempo, mientras los bolsillos de la mayoría de los ciudadanos se quedan vacíos, las arcas de funcionarios y amigos del poder están saturadas de recursos. ¿El motivo? La corrupción no solamente mata, sino que también genera cada vez más pobres e indigentes a costa de puñado de privilegiados que se hacen millonarios.
El saqueo es tal que hasta existen sospechas de que la familia Kirchner viene abarrotando lingotes de oro (así lo denunció públicamente la exsecretaria de Néstor Kirchner, Myriam Quiroga), que salen desde Catamarca a partir de los negocios oscuros que tienes los K con las multinacionales mineras. Estas empresas, gracias a los favores del poder político, se llevan las riquezas del país, dejando a su paso muerte, destrucción y contaminación con cianuro.
La magnitud del saqueo no tiene antecedentes. El último fin de semana se conoció el testimonio de un piloto que viajó con el exsecretario privado de Néstor Kirchner. Dijo que realizó varios viajes entre Buenos Aires y Río Gallegos, y que trasladó en un avión privado más de 3 mil millones de euros, que equivale a la friolera suma de 20 mil millones de pesos. Con esta suma de dinero, por ejemplo, se podría hacer todas las obras que necesita La Plata para no volver a inundarse. Y hasta sobrarían varios millones.
Tapar todos estos movimientos oscuros, generados en negociados infames, es el verdadero motivo que llevó a la administración K a impulsar el proyecto de blanqueo de dólares no registrados.
Otro escándalo que se buscaría tapar definitivamente es el que involucra al vicepresidente Amado Boudou, que llegó a ese puesto luego de ser puesto a dedo en la lista por parte de la propia CFK. Desde su rol de funcionario, Boudou habría tejido el negocio para quedarse con el millonario negocio de la impresión de papel moneda a través de la compra, con presuntos testaferros, de la ex Ciccone. Luego de estallar el escándalo, la empresa fue expropiada.
Asimismo, otros que buscarían blanquearse son los que mordieron de los 700 millones de pesos despilfarrados por la Fundación Madres de Plaza de Mayo. Estos recursos salieron de los impuestos que pagamos todos los ciudadanos (como los trabajadores que ganan más de $6.745 y deben pagar Ganancias), y terminaron en las arcas de Hebe de Bonafini y del parricida Sergio Schoklender. Deberían haber construido casas para sectores sociales postergados que, obviamente, nunca se hicieron.
Los millones de Lázaro
De todas maneras, uno de los robos K más descarados, salió a la luz hace poco tiempo e involucró al enigmático empresario amigo del poder, Lázaro Báez, al financista Federico Elaskar y al presunto contador Jorge Leonardo Fariña, entre otros cómplices del saqueo. En este caso, los anteriormente nombrados están en la mira por el presunto lavado de dinero en el exterior: la escandalosa cifra del blanqueo, según los propios acusados, sería de, por lo menos, 50 millones de euros.
Además, Báez -que a esta altura ya se convirtió en la cara de los turbios negocios del kirchnerismo- está señalado por haber sido parte de otro entramado oscuro diagramado por el Gobierno para montar empresas en Venezuela que sirven en áreas estratégicas del sector energético de aquél país. Uno de los ejemplos concretos es la petrolera EPSUR SA, creada en el 2005, firma testigo que cimentó varios acuerdos para desarrollar los nefastos negociados K, no sólo en territorio venezolano, sino también en otros estados latinoamericanos.
Por otra parte, cabe señalar que uno de los que denunció en reiteradas ocasiones los desmanejos de Báez en el mundo empresarial, el exgobernador de Santa Cruz, Sergio Acevedo, también sugirió que el incremento patrimonial del matrimonio presidencial responde a “una tasa de ganancias que solamente tienen actividades no lícitas”, como el narcotráfico, la venta de armas o el tráfico de órganos, una acusación que sigue levantando polvareda en los pasillos de la Casa Rosada.
Tragamonedas
Gracias a los favores otorgados por el kirchnerismo, el empresario del juego, Cristóbal López, logró llenar de tragamonedas el país. Y hasta se quedó con el casino flotante de Puerto Madero, y con las maquinitas del hipódromo de Palermo.
Las fabulosas ganancias obtenidas, le permitieron incursionar en otros rubros ya que este presunto testaferro de los K en los últimos años compró petroleras, medios de comunicación, empresas alimenticias y hasta ingresó en concesionarios
viales.
Los K convirtieron a la Argentina en una suerte de meca del juego de Sudamérica, al punto que cada tragamoneda tiene una recaudación media diaria ampliamente superior a la que otorgan las maquinitas de Las Vegas. Solamente, en la provincia de Buenos Aires, el juego mueve $12 mil millones por año.
Estos recursos se obtienen, principalmente, a partir de lo que aportan los sectores socialmente más postergados. Las tragamonedas terminan esquilmando economías regionales y
familiares.
La Anses, otra de las cajas negras del kirchnerismo
A la hora de saquear, Cristina y sus secuaces no hacen distinciones. En la actualidad, no son pocos los jubilados que ven cómo el kirchnerismo mete la mano en sus bolsillos vaciando aquella caja negra llamada Anses.
Exprimido hasta el final, el organismo a cargo de Diego Bossio es visto hoy como una billetera sin fondo cuyo dinero se deriva a destinos diferentes al pago de haberes directos. En concreto, unos $ 60.000 millones de los fondos de la Anses hacen clientelismo político y cubren baches fiscales del Estado. Con fondos de la Anses, por ejemplo, se le otorgaron préstamos a la multinacional General Motors y se financió el polémico plan de computadoras Conectar para las escuelas primarias y secundarias.
En este contexto, las estadísticas son más que reveladoras: el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la Anses apenas alcanza a cubrir 33% menos de las jubilaciones mínimas que hace tres años, una cifra totalmente irrisoria.
La OEA pone la mira en la falta de controles contra la corrupción
La Convención Interamericana contra la Corrupción, que depende de la OEA, difundió en marzo último un duro informe sobre la Argentina en el que advierte las graves deficiencias del Estado para luchar contra los negocios ilícitos.
Según se supo, el documento cuestiona el rol de los principales órganos de control del Estado, como la Fiscalía de Investigaciones Administrativas (FIA), el Poder Judicial, la Auditoría General de la Nación (AGN), la Sindicatura General de la Nación (Sigen) y la Oficina Anticorrupción (OA).
En este marco, algunas de las falencias señaladas son la falta de coordinación para investigar casos de corrupción, las demoras en el nombramiento de jueces y fiscales idóneos en la materia, y un incremento en la cantidad de causas que prescriben.
Llamativamente, la información salió a la luz en un momento crítico para el kirchnerismo, jaqueado por las denuncias sobre lavado de dinero y la polémica reforma de la Justicia impulsada por el oficialismo.
La Plata, 13/5/13
Hoy en la la Noticia (ed. 14/5/13)
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