Por Rosendo Fraga
La oposición, en sus diversas expresiones, ganará en grandes distritos como Ciudad de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Mendoza y en algunos distritos chicos como Santa Cruz, mientras que el oficialismo se impondrá en la mayoría de las provincias medianas y chicas.
La semana pasada el Cristinismo tuvo una dura derrota en el plano institucional con el fallo de la Suprema Corte que declaró inconstitucional la reforma del Consejo de la Magistratura. El fallo declaró inconstitucionales artículos claves de esta reforma e incluye la suspensión de la elección de los consejeros por voto directo el 27 de octubre, lo que era el objetivo político más relevante del oficialismo en esta reforma. El fallo fue por seis a uno, casi unánime. La Presidente habría hablado personalmente con el Dr. Eugenio Zaffaroni para evitar que fuera siete a cero. Esta decisión anticipa otras similares en diversos aspectos de la reforma como la limitación de las medidas cautelares, sobre cuya inconstitucionalidad también se han pronunciado varios jueces de primera instancia. Frente al fracaso del 7D -cuando en diciembre del año pasado el oficialismo intentó sin éxito que la justicia declarara la constitucionalidad de la ley medios-, el Cristinismo lanzó la reforma judicial el 1 de marzo de este año para alinear políticamente a los jueces con el Ejecutivo. Así, frente a la derrota redobló la apuesta, planteando un conflicto institucional sin precedentes desde el restablecimiento de la democracia en diciembre de 1983. Ahora ha vuelto a fracasar, pero ya hay indicios de que no se dará por vencida e irá por la Corte, puede ser la nueva batalla política para redoblar la apuesta.
La propia Presidenta cuestionó duramente la decisión de la Corte, fueron criticados nuevamente sus miembros y se anunció que pese al fallo, el Ejecutivo va a avanzar igual con la reforma judicial.
El Cristinismo acusó a la Corte de corporativa y de actitudes pre democráticas; dijo que el fallo da la espalda a la soberanía popular; miembros del Gabinete afirmaron que el fallo era una afrenta al pueblo; acusaron al Presidente de la Corte (Lorenzetti) de querer ser Presidente; la titular de la Comisión de Asuntos Constitucionales de Diputados (Conti), dijo que la Corte prácticamente quiso dar un golpe y que en varios países las cortes han destituido presidentes; por último, el Vicepresidente (Boudou) acusó al máximo tribunal de violar la Constitución.
Pero fue la propia Presidente la que atacó directamente a la Corte, diciendo vamos a seguir dando batalla por la reforma judicial; la acusó de ejercer el poder de veto que la Constitución reserva para el Ejecutivo; dijo también que no sería extraño que dicten una cautelar para impedir elegir Presidente; acusó también a la justicia por el déficit de seguridad pública e ironizó sobre la justicia, al decir yo quiero ser jueza en 2015, enumerando los supuestos privilegios de los jueces. Desde el oficialismo se insistió en que lo sucedido con la Corte hacía necesario reformar la Constitucional Nacional y varios legisladores oficialistas volvieron a plantear la necesidad de que Cristina sea candidata nuevamente en 2015. Cabe recordar que, a fines de abril, el único integrante de la Corte que votó a favor del oficialismo (Zaffaroni) propuso elevar de 7 a 19 los integrantes de la Corte y transformarla en un único tribunal constitucional.
Pero el cierre de listas sumó una derrota política para el oficialismo, al decidir Sergio Massa encabezar la lista de candidatos a diputados nacionales de su Frente Renovador Peronista. La oposición, en sus diversas expresiones, ganará en grandes distritos como Ciudad de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Mendoza y en algunos distritos chicos como Santa Cruz, mientras que el oficialismo se impondrá en la mayoría de las provincias medianas y chicas. Por esta razón, la provincia de Buenos Aires, que es el 40% de los votos efectivos del país, definirá el efecto del resultado electoral. El Cristinismo quería que Massa no encabezara su lista, de manera que con otro candidato y menos votos -los votos del intendente de Tigre no se transfieren automáticamente a sus candidatos- contribuyera a dividir el voto peronista no kirchnerista.
Pero al ser Massa el primer candidato de su lista tiene posibilidades de polarizar el voto peronista bonaerense no K, imponiéndose a la lista del Frente para la Victoria (FPV), que lleva como primer candidato al intendente de Lomas de Zamora (Insaurralde). El anunciado apoyo de Scioli al FPV no está del todo claro en cuanto al efecto electoral que puede generar, dado que no han sido incluidos candidatos del gobernador en las listas. En cuanto a Narváez, queda asumiendo la posición del peronismo bonaerense abiertamente anti-K y acusando a Massa de hacer Cristinismo encubierto.
A casi cincuenta días de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), éstas vuelven a ser, como en 2011, más una suerte de pre elección que una elección para elegir candidatos. En el 90% de los casos, el 11 de agosto las diferentes fuerzas políticas en los 24 distritos presentan lista única. La excepción más relevante es el Frente Progresista en la Ciudad de Buenos Aires, que presenta cuatro: las que llevan como candidatos a senador nacional a Pino Solanas, Alfonso Prat Gay, Rodolfo Terragno y el hijo del ex Presiente Illia. Esta corriente política también ha presentado frentes de significación en Santa Fe -donde el ex gobernador socialista Hermes Binner y el Presidente de la UCR, Antonio Barletta, encabezan la lista- y en la provincia de Buenos Aires, donde Margarita Stolbizer y Ricardo Alfonsín son los dos primeros candidatos. El PRO presenta candidatos en Santa Fe (De Sel) y en Córdoba (Baldassi) y ha logrado incorporar un par de candidatos en la lista bonaerense de Massa. El PJ Disidente se desarticuló en el ámbito nacional, pero tiene a la lista del gobernador José Manuel De la Sota en Córdoba -que lleva al ex gobernador Schiaretti como primer candidato- y la lista de Francisco de Narváez en la provincia de Buenos Aires.
En conclusión: el fallo de la Corte que declara inconstitucional la reforma del Consejo de la Magistratura es la derrota política más importante del Cristinismo en lo que va del año; pero la Presidente está dispuesta como siempre a redoblar la apuesta, anunciando que continuará la batalla por la justicia y reiterando acusaciones contra la Corte; el cierre de listas agregó en la misma semana una derrota política con la decisión de Massa de encabezar su propia lista, lo que pone en riesgo el eventual triunfo del FPV en la provincia de Buenos Aires y las PASO que se realizan el 11 de agosto serán como en 2011 una suerte de pre elección, dado que en más del 90% de los casos las fuerzas políticas en los distritos presentan lista única.
Fuente: http://www.nuevamayoria.com
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