por Carlos Tórtora
María Servini de Cubría no sólo reivindicó ayer la independencia del Poder Judicial sino que quebró el precario equilibrio inestable entre el gobierno y la oposición.
Su fallo suspendiendo la elección popular de los consejeros de la Magistratura y declarando inconstitucionales los artículos 2, 4, 18 y 30 de la ley 26855 parece indicar que en la Corte Suprema ya hay mayoría para ratificar lo firmado por la jueza electoral. Esto le quitaría sentido a un per saltum del gobierno. Con respecto al otro camino, la apelación ante la Cámara Nacional Electoral, este tribunal es conocido por la moderación de sus fallos, pero es difícil que revierta a la sentencia de Servini, que ahora se convierte en la abanderada de la independencia judicial. Pero sin duda el dato más importante de la incipiente rebelión judicial es su repercusión política. El fallo de Servini podría ser un excelente argumento para que Sergio Massa dé el paso al frente y se candidatee para diputado nacional, ahora tal vez acompañado por caracterizados antikirchneristas como Gerónimo Momo Venegas y el neokirchnerista intendente de Almirante Brown, Darío Giustozzi. Si el massismo aprovecha el clima de fin de ciclo para despegarse de la Casa Rosada, Daniel Scioli correría el serio riesgo de que sus seguidores marchen hacia Tigre y su único recurso para mantenerse en la carrera presidencial sería anunciar su candidatura a diputado también rompiendo con el gobierno nacional. El estilo Scioli no concuerda con jugadas de este tipo. Y si cediera ante las presiones y fuera candidato por el Frente para la Victoria podría perder ante Massa. Ayer, aun antes de conocerse el fallo, operadores de aquél contabilizaban que en los últimos días se habían sumado al proyecto unas 70 agrupaciones políticas. Para Mauricio Macri, el nuevo escenario tampoco es fácil. La ola opositora que se está formando puede beneficiar más a la alianza Solanas-Carrió-UCR que al PRO. Macri, como es obvio, no puede darse el lujo de perder en la Capital. La posibilidad de una sublevación de la dirigencia peronista que confine a CFK a un rol de presidente sin poder propio no favorecería al macrismo, cuya expectativa es que Cristina se debilite recién a pocos meses de las elecciones del 2015, cuando el peronismo ya no tenga tiempo para recuperarse.
Traiciones en ciernes
La posibilidad de una rebelión peronista, siendo grave, lo es menos que los peligros que se ciernen en los alrededores del poder. Servini, aparte de jueza electoral, es una de los 12 magistrados federales de Comodoro Py. A partir de ahora, el resto de sus colegas podrían verse tentados a emularla, dando una fuerte demostración de independencia. Esto es, procesar a algún funcionario acusado por hechos de corrupción. Por ejemplo, la situación procesal de Amado Boudou tiene bastantes chances de complicarse.
Obsesiva como nunca con la idea de que está rodeada de traidores, Cristina no confía en casi nadie. Por ejemplo, sus espías le habrían informado que el apoderado del PJ y diputado nacional Jorge Landau se habría reunido con Massa para desearle suerte en su lanzamiento provincial. ¿Está el gobierno a punto de perder el control del PJ bonaerense? Muchos punteros del Gran Buenos empiezan a percibir que el Frente para la Victoria está ingresando en un tembladeral.
junio 12, 2013
Informador Público
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