sábado, 27 de julio de 2013

El salto al vacío de Cristina, Milani y Verbitsky.


Por Juan Salinas Bohil
@salinasbohil
"Los violentos cambios de dirección en las políticas gubernamentales pueden compararse con los que ejecuta Maradona con su equipo que pasa de jugar con bajitos presumiblemente hábiles a altos presumiblemente torpes. El cambio de actitud con el FMI después de haberlo denigrado hasta el hartazgo marcó un comienzo.
Mañana, si a ambos Presidentes les cuadra políticamente bien, podrían reprivatizar empresas recientemente estatizadas, divorciarse de Chávez o colgar, como dijimos en más de una oportunidad, el cuadro de Videla en el Colegio Militar, sin banquito y sin Bendini. ¿Hacia ahí nos dirigimos? Que todo sea por la subsistencia del modelo nacional y popular con inclusión social."
La debacle económica creada por el socialismo insertado en la Casa Rosada lo obliga a permanentes piruetas… y mentiras. Estas últimas son las que abundan. Son decenas de “derechos” los que ha logrado la ciudadanía en los últimos diez años pero ninguna obligación, salvo la de ver arrebatados sus ingresos para que centenares de miles de parásitos vivan muy bien.
 Nos encontramos en el nuevo milenio de los Derechos Humanos, faccioso concepto que permite alimentar a una horda famélica de comunistas y adláteres que se han reciclado bajo el pomposo nombre de “progresistas” a la par que defienden con uñas y dientes el “modelo nacional y popular” que doblará al español neutro la imposición de beneficiar a Chevron, la misma empresa con la que Perón firmó el acuerdo el 6 de mayo de 1955 bajo el paraguas protector del decreto 6.688/55.
 La cosa se entiende si se cree que tanto los conflictos militares como los comerciales, las esferas de influencia y los estados satélites suelen existir. Porque una cosa es permitir que se descarguen containers con baratijas en algún punto de la costa de la provincia de Buenos Aires y la compra de vagones de ferrocarril y subtes, pero de ahí a la construcción de represas en Santa Cruz... Lázaro es un simple perejil, millonario de dudoso origen, pero perejil al fin dentro de las guerras comerciales entre naciones y bloques que no tienen fin.
Otro enfrentamiento que tiene vigencia en nuestro país desde hace casi 50 años tomó relevancia en las últimas semanas. El jefe del Ejército, un oficial de Inteligencia, es acusado de haber violado derechos humanos en sus años jóvenes de subteniente lo que hizo que la Presidente debiera a retirar del Congreso el pliego de su ascenso hasta después de las elecciones. Lo curioso es que fue la izquierda en masa quien apuntó toda la artillería sobre el militar a tal punto que el Centro de Estudios y Legales (CELS), un organismo de inteligencia paraestatal al que los legisladores rinden pleitesía, dirigido por el ex terrorista Horacio Verbitsky quien se desempeñó como doble y quizás hasta triple agente en los 70, impugnó el ascenso de Milani con duras críticas a su pasado después que en el presente cercano había afirmado que el general no tenía antecedentes negativos por derechos humanos. Pero mientras la izquierda atacó a Milani por su pasado y su actual actividad en la Inteligencia militar, la derecha hizo hincapié en el desmesurado crecimiento de su patrimonio y el falseo de sus declaraciones juradas. El uniformado unió el agua y el aceite en su contra. Todo un logro.
El general Milani es despreciado por la oficialidad joven que no deglute la corrupción de sus mayores aunque sobrelleva en silencio opositor los juicios y cárceles de quienes combatieron a los Verbitsky y Cia. La Presidente lo mantiene en el cargo no obstante que al parecer el general puede haber violado derechos humanos allá lejos incrementado su patrimonio de manera inusual acá cerca. Ahora se reprime a manifestantes que cortan calles cuando durante diez años se los toleró y, por falta de inacción judicial, se los alentó. Un cambio notable. Como otros. Habría que averiguar a qué se debe que el general haya caído en desgracia cuando las organizaciones de “Derechos Humanos” y las “organizaciones sociales” que reemplazan a los partidos políticos se hicieron las distraídas por tanto tiempo. ¿Cambio ideológico, estratégico o táctico? Por si acaso fueran simples pases de facturas entre bandas habría que decir: “Por algo será”.


27/713


 Correo de Buenos aires.comar






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