jueves, 16 de enero de 2014

Juan Suris: el narcotraficante que puede desatar un escándalo sin precedentes.

Drogas, lavado de dinero, autos truchos, falsificación de dólares y trata de personas. Sus vínculos policiales y políticos. El rol de Leonardo Fariña.   
Por Nicolás Lucca (*) 
La detención de Juan Ignacio Suris en el domicilio de la vedette Mónica Farro, puso en el tapete nacional a un personaje que en Bahía Blanca es noticia desde hace tiempo. Si bien fue detenido por acusaciones que lo vinculan al narcotráfico, Suris tiene otra causa por evasión, en la cual fue acusado junto al piloto de Turismo Nacional Juan Pipkin y otras 5 persona, por adulterar facturas para evadir el pago de IVA. En su declaración indagatoria, Pipkin dijo que "todo lo manejaba Suris". La causa por las facturas truchas era similar a otra que también incluía a varios miembros del apellido Suris y que tramitó ante el mismo Juzgado Federal de Bahía Blanca a cargo del Dr. Santiago Ulpiano Martínez. 
A principios de diciembre, y a tan sólo una semana de que el Juzgado Federal de Bahía Blanca efectuara el pedido de captura internacional, Juan Suris se presentó ante el Juzgado Federal del Dr. Rodolfo Canicoba Corral en la ciudad de Buenos Aires, para declarar por la camioneta robada por la que fue detenido Leonardo Fariña y que, en realidad, le pertenecía. En aquel entonces, Suris no declaró, pero dejó un escrito en el que explicaba cómo había adquirido la camioneta BMW con el número de chasis adulterado. 
Diez días después, el Juez Federal de Bahía Blanca ordenó la detención de Juan Ignacio Suris por liderar una banda de narcotraficantes que operaba en dicha ciudad. Sin embargo, Suris no fue hallado en ninguno de los allanamientos efectuados conjuntamente por la Policía Bonaerense, la Prefectura Naval, la Gendarmería Nacional y la Policía Federal. Quienes sí quedaron detenidos en un primer momento, fueron Ezequiel Ferrari, Sandro Miranda, Yohanna Giménez y Guillermo, hermano de Juan Suris. 
Entre las escuchas telefónicas que sirvieron para determinar el tráfico de estupefacientes, la justicia también halló indicios de trata de personas. Aparentemente, en las desgrabaciones de las escuchas obra que Juan Ignacio Suris también estaría vinculado a una organización que se dedica a traer al país a ciudadanos chinos para luego entregarlos a comercios con fines de ser reducidos a la servidumbre. Según informa el sitio bahiense La Brújula 24, en las escuchas hasta se hace referencia "al hijo del embajador", que el "agregado cultural de la embajada de argentina en China es socio" de un contacto.
La relación con Fariña. En agosto de 2013, Fariña intentó hacerse cargo de los emprendimientos inmobiliarios abandonados por DyF Fiduciaria, una empresa que es investigada por la justicia penal de Bahía Blanca por defraudaciones y estafas. De haberse concretado el emprendimiento, su socio habría sido Juan Ignacio Suris. Finalmente, Fariña no llevó a cabo la operación porque no le resultó redituable. Si bien Fariña hoy dijo que conoció a Suris recién hace 6 meses, en diciembre afirmó que trabó relación con el acusado en mayo de 2013. Sin embargo, cuando en abril Fariña saltó a la primera plana con el escándalo del Lázarogate en el programa Periodismo para Todos de Jorge Lanata, el sitio La Brújula 24 ya afirmaba que Suris era tan buen amigo de Fariña que hasta fue invitado a su casamiento con Karina Jelinek en 2011. 
Vedette. Quien tampoco la pasa muy bien por estas horas es Mónica Farro, quien podría ser imputada por encubrimiento. Luego de que Suris fuera detenido en el domicilio de la vedette, Farro reconoció que sabía que su pareja estaba siendo buscada por la policía. Esa afirmación periodística, más las sospechas en torno a que Suris se escondía en la casa de Farro, llevaron al fiscal de Bahía Blanca Alejandro Cantaro, a cargo de la investigación, a confirmar que se analiza imputar a la vedette uruguaya por el delito de encubrimiento, previsto con uno a seis años de cárcel.
El abogado Matías Morla, que representa a la vedette, primero rechazó la existencia del encubrimiento, pero después afirmó que la ley es benevolente para quienes tienen un vínculo directo con el acusado: el artículo 277 del Código Penal exime de encubrimiento a quienes actúen en protección de un cónyuge, de un pariente cuyo vínculo no excediere del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad o de un amigo íntimo o persona a la que se debiese especial gratitud.
En declaraciones al canal Todo Noticias, Morla reveló que, hace unos diez días, Farro lo llamó "angustiada" para preguntarle por la situación legal de Suris. El abogado admitió que la Fiscalía había pedido la detención de Farro, pero que el Juez la denegó, lo cual fue visto como un buen indicio. Añadió que aunque avance la sospecha de encubrimiento en su contra ella afrontará el proceso "en libertad" porque "es una ciudadana honesta y va a hacer lo que tenga que hacer".
Polirrubro. El fiscal Cantaro contó a Todo Noticias que las actividades de Juan Ignacio Suris eran varias, y ninguna se caracteriza por su legalidad. "Durante este año y medio se fue reuniendo prueba para llegar a la conclusión provisoria de que ésta era una asociación dedicada a la comercialización de drogas, integrada por entre 10 y 12 personas, y que era  liderada por Suris", afirmó el doctor Cantaro. Asimismo, el Fiscal señaló que también investiga a Suris por asociación ilícita tributaria, trata de personas, falsificación de dólares, autos truchos y comercialización de cereal en negro.
Sobre el papel de Farro, el fiscal afirmó que "ella sabía que (Suris) estaba siendo buscado por la Justicia, lo escondió y no tiene una relación de parentesco o una relación de intimidad que haga que quede excluida del encubrimiento".
Punta del iceberg. Si bien pareciera ser una causa importante, los indicios llevan a pensar que todo recién empieza, dado que en el expediente judicial, el Juez habría hecho referencia a altas fuentes policiales, funcionarios penitenciarios y otros cargos del Estado que mantendrían vínculos con Juan Ignacio Suris. Entre los sospechados estarían un intendente del centro de la provincia de Buenos Aires por la venta de soja, el familiar de un embajador argentino en el caso de la trata de personas y varios efectivos de la bonaerense que hasta fueron mencionados por el propio Suris en sus conversaciones telefónicas. Según trascendió, Suris lograba desde zonas liberadas, mover patrulleros molestos y hasta se hace mención de un comisario de quien Suris se jactaba de "haberlo puesto en el cargo". 

(*) De la redacción de Perfil.com (14/01/2014)
Fuente:  Perfil.com

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