El problema no es el Pilates en sí, sino cuando se le quiere dar un contenido espiritual.
por Juan Escobar Soriano.
1. Necesidad de criterios para el discernimiento.
Actualmente, podemos encontrar una gran cantidad de métodos y escuelas que ofrecen un verdadero hipermercado de posibilidades. La oferta es variada: “autocontrol”, “armonía”, “descanso”, “paz”, “liberación”, “relajación”, “desarrollo cuerpo – mente – espíritu”, como es el caso del que ahora nos ocupa, y muchas otras más.
En estos métodos, hay variadas técnicas, junto a prácticas psicológicas, elementos culturales y filosóficos de oriente y occidente, como así mismo, una unidad entre religión y ciencia. En algunos, encontramos una clara planificación para conseguir determinados fines. Otros, como el caso del Pilates, que técnicamente su nombre es “Contrology” (“Contrología”), pueden ser desvirtuados de su sentido original, dependiendo de los centros e instructores que lo enseñan.
Cf. F. Sampedro – J. Escobar, Las Sectas: Análisis desde América Latina (Bogotá 2003), 579-580.
2. El origen del Pilates: su inventor
Este método fue inventado por Joseph Hubertus Pilates, que nació en Mönchehgladbach, un pueblo pequeño cerca de Duesseldorf (Alemania) en 1880 y falleció en New York, Estados Unidos de Norteamérica en 1967. Su padre era un gimnasta de origen griego y su madre practicaba la Naturopatía, un tipo de medicina llamada de alternativa que propone que estimulando el cuerpo, este sanará solo. Pilates, fue un niño que sufría de asma, raquitismo y fiebre reumática, por lo que desarrolló una musculatura débil que derivó en alteraciones posturales y en anquilosis articular, que es la disminución o imposibilidad del movimiento. Pero pese a su condición, Pilates siempre estuvo enamorado de la idea griega del hombre ideal: el balance entre cuerpo, mente y espíritu.
Él creía que la mala postura, una respiración deficiente y el estilo de vida eran las principales causas de la mala salud. Por estas razones, comienza a desarrollar una serie de ejercicios para beneficiar la postura, tono muscular, fuerza, flexibilidad, equilibrio, coordinación, respiración y funcionamiento de los órganos. También estudió técnicas del Yoga, Zen, Taichi, Culturismo, Métodos de entrenamiento de los antiguos griegos y romanos, mecánica corporal y correcta respiración. Además, el médico de la familia le regaló un viejo manual de anatomía y con él consiguió aprender todas las partes del cuerpo. Se dice que a los 14 años había desarrollado un cuerpo a tal punto que modelaba para afiches anatómicos.
Los seguidores de este método plantean que en 1918, cuando una epidemia mundial afectó a millones de personas, el lugar donde estaba Pilates fue uno de los más golpeados, pero ningún practicante del método contrajo la enfermedad, lo que hizo que esta técnica ganara una gran credibilidad.
Según distintas biografías, entre 1923 y 1926, Pilates fue invitado a entrenar al nuevo ejército alemán, pero no estaba de acuerdo con la política de ese momento en su país y no aceptó el cargo. Aconsejado por el experto en boxeo Nat Fleischer y con la ayuda del conocido boxeador Max Schmeling, decide exiliarse en los Estados Unidos de Norteamérica. En el viaje conoció a quien sería su segunda esposa. En Nueva York, abrirán un Estudio al que comienzan a asistir bailarines y coreógrafos. Entre 1939 y 1951 mucha gente rica y famosa asistió al Estudio.
A la muerte de Pilates, y dado que no existía ninguna línea de sucesión o testamento, su esposa Clara heredó y perfeccionó el Estudio y difundió desde allí el método. Posteriormente, en 1970 Romana Kryzamowska, una antigua alumna y bailarina, se hizo heredera oficial de la técnica y directora del Estudio. En forma simultánea, otro discípulo, Ron Fletcher, abrió un Centro en Los Ángeles. De esta forma, diferentes estudiantes difundirán el método por Estados Unidos y Europa. Clara, la segunda esposa de Pilates, falleció en 1977.
Cf. www.eiraldipilates.com (15/01/14).
3. ¿Qué es el Pilates? El método
Pilates llamó a su método “Contrología”, y posteriormente fue conocido como “Método Pilates” o “Pilates”, en honor a su creador. Su mismo autor, lo definió de la siguiente forma: “La ciencia y el arte del desarrollo coordinado del Cuerpo – Mente – Espíritu a través de movimientos naturales bajo estricto control de la conciencia”. Como afirmamos anteriormente, para desarrollar este método empleó muchos elementos sacados de filosofías orientales, métodos griegos y romanos, artes marciales, danza, ejercicios físicos y elementos de anatomía.
En Chile, el método es presentado como: Una disciplina de ejercicios localizados utilizando técnicas únicas y propias del método en donde la concentración, la respiración, el control corporal y la calidad de la ejecución del ejercicio es fundamental. Dice entregar una fortaleza física superior y un mayor rango de movimiento, que posibilitaría un eficiente desempeño y funcionamiento de nuestro cuerpo. El atractivo es lograr una figura más estilizada, esbelta y flexible.
La difusión de este método en algunos países de Europa y América Latina no tiene más de ocho años, y en algunos Estados norteamericanos e Inglaterra sólo seis años. En la actualidad va ganando popularidad gracias a su práctica por parte de estrellas de cine. Entre sus conocidos adeptos se encuentran: Jeniffer López, Bruce Willis, Madonna, Demi Moore, Julia Roberts, Juliette Binoche, Sylvester Stallone y Sally Field. También lo utilizan en centros hospitalarios y de rehabilitación física, como así mismo deportistas de alto rendimiento.
Cf. www.metodopilates.net (16/01/14), www.fitpilates.cl (14/01/14).
4. Elementos a considerar para un discernimiento cristiano
El ejercicio físico es importante para nuestra salud y el cristiano no puede oponerse, más aún cuando el sedentarismo es el causante de muchas enfermedades cardiovasculares y por nuestra actual forma de vida, aparece como un fenómeno muy preocupante. La pregunta que nos debemos hacer es ¿para qué y por qué utilizo el Pilates? Si la respuesta es para mantener una buena salud y alejarme del sedentarismo, no creo que podamos objetar su práctica. El problema se presentaría, cuando este método es utilizado para conseguir los ideales del cuerpo de la actual sociedad hedonista. Solo es bello e importante, un cuerpo esbelto, estilizado, flexible y la persona hipoteca toda su vida en lograr este fin.
Un segundo aspecto a considerar, es tener cuidado con la propaganda que puede ser engañosa. Muchos actuales Centros de Pilates, destacan: “En 10 sesiones te sientes diferente. En 20 sesiones luces diferentes. En 30 sesiones tienes un cuerpo diferente”. Para muchas personas, esto puede ser muy atrayente, pero debe ser verificado.
Un tercer aspecto es creer que el método sirve para sanarse de cualquier enfermedad y por lo tanto se podría caer en la tentación de abandonar un tratamiento médico. Con todas sus carencias y fallas, la medicina alopática sigue siendo la mejor alternativa para enfermedades que llamamos graves.
El último elemento a considerar, es que si los instructores se centran exclusivamente en los ejercicios físicos, o comienzan a enseñar filosofía de la New Age y comienzan a incorporar aspectos de religiones orientales. En estos casos es difícil que un cristiano pueda seguir utilizando el método. Concordamos con cristianos de otras Iglesias y Confesiones Cristianas, que aconsejan al cristiano a hablar primero con los instructores para determinar sus inclinaciones filosóficas y religiosas.
Cf. www.gotquestions.org/christian-pilates.html (15/01/14), www.fitpilates.cl (14/01/14).
Sources: RIES
Publicó: Aleteia (29.01.2014)
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