lunes, 23 de marzo de 2015

La política nacional repercute en Santa Fe.

Por: Darío H. Schueri- Desde Santa Fe.
Siempre sostuvimos desde estos renglones – aún en contra del oleaje discursivo de algunos políticos – que cuando llegare la hora de las definiciones Buenos Aires, el centro de la galaxia política, incidiría en el ecosistema electoral santafesino.
El PRO, Frente Justicialista para la Victoria y el Frente Renovador recibieron oportunas bendiciones desde Buenos Aires para el armado final de sus listas; sea a Gobernador, diputados. O ambas.
El radicalismo y el socialismo, aunque de manera indirecta, también quedaron a merced de los armados y desarmados centrales.
El nuevo Congreso nacional
Este año se renuevan 130 escaños en Diputados y 24 en el Senado Y con ello, el quórum y la mayoría automática que ostentó el kirchnerismo en los últimos años en ambos hemiciclos.
El Frente Para la Victoria arriesga muchas bancas y aspirará a mantener control en las Cámaras, ¿con la Presidente Cristina Fernández presidiendo el principal bloque opositor en Diputados; sea para amonestar duramente a un Presidente no peronista, o mantener a raya a uno de su Partido?.
La Cámara baja (Diputados) renovará 130 de sus 257 escaños. En el FPV terminan su mandato 83 de sus 130 diputados (entre legisladores propios y aliados), más del 60% del bloque. Este año se dará el recambio de los legisladores que asumieron en 2011, cuando el kirchnerismo arrasó en los comicios.
De los 61 diputados que integran la orientación UNEN - FAP - UCR, 25 terminan su mandato.
El Frente Renovador logró reunir entre propios y aliados a 23 diputados en su primer año en la Cámara baja; de los cuales siete que venían con historial parlamentario (y se pasaron al massismo el año pasado), terminan su mandato este año; entre ellos el santafesino Oscar “Cachi” Martínez.
El Pro (contando también a aliados) es uno de los que menos arriesga, sólo cinco de 19 bancas.
Los 10 santafesinos que se van: Omar Barchetta (socialismo), Elida Rasino (socialismo), Juan C. Zabalza (socialismo), Marcos Cleri (FPV), Claudia Giaccone (FPV), Omar Perotti (FPV), Silvia Simoncini (FPV), Oscar Martínez (Frente Renovador) y Antonio Riestra (Unidad Popular).
En el Senado se elegirán 24 senadores. El kirchnerismo, con las fuerzas aliadas, hoy cuenta con 40 bancas, tres más de las necesarias para garantizar el quórum, habilitar las sesiones y votar con comodidad. En los próximos comicios pondrá en juego nueve.
La orientación UNEN - FAP- UCR, primera minoría en la Cámara alta, arriesga 12 de sus 19 escaños.
Los 3 santafesinos que terminan su mandato son: Carlos Alberto Reutemann (PJ), Roxana Latorre (PJ) y Rubén Giustiniani (socialismo).
La novela santafesina.
En el bastidor político santafesino el socialismo concentró todos sus esfuerzos en retener la gobernación. El paulatino desangrado del novel FAUNEN desembocó en la necesaria deserción del candidato presidencial Hermes Binner, quien ya no tenía nada que hacer dentro de un esquema desgajado y que limaba el accionar proselitista del FPCyS en la Provincia. “Hermes comprendió que lo importante es seguir consolidando el veinteañero Frente santafesino y no seguir expuesto al escarnio nacional; sobremanera cuando se veía venir la alianza radical-Pro”, reflexionó un conspicuo dirigente del Partido de la Rosa.
Binner no será candidato a Senador nacional (Bonfatti tampoco; ni Vice de Stolbizer) por lo que la pelea nacional por ahora el socialismo la deja en manos de los hábiles púgiles radicales (o Giustiniani), que seguramente se la tendrán que ver con Carlos Reutemann, quien a su regreso de Nueva York le dirá a Macri que no lo acompañará como lugarteniente en la fórmula; opina que “la Argentina es un país presidencialista ciento por ciento; el vice históricamente tocaba la campana en el Senado. Ya ni campana hay”.
Reutemann, quien no le augura un buen escenario económico al sucesor de la Sra Cristina, seguramente intentará pasar otros seis años sin sobresaltos en el Senado de la Nación, en este caso con la boleta del Pro, para trascender inclusive al próximo Presidente electo este año.
Al final de su cuarto mandato como senador (2021) tendrá 79 años de edad y una exitosa carrera política jalonada de triunfos: dos veces Gobernador, cuatro Senador nacional (si es reelecto), Convencional Nacional Constituyente; y hasta Diputado provincial testimonial.
Desde EUU pide “paciencia” a quienes le quieren apurar los tiempos, y despacha a los ansiosos interlocutores con su muletilla preferida: “hay que esperar, falta mucho para el armado de las listas. Vamos a ver como sigue la incipiente sociedad de los radicales con Macri”.
El requerido senador santafesino insiste en que el próximo inquilino de la Casa Rosada tendrá que resolver el litigio vigente con los holdouts en los tribunales de Nueva York, las tarifas de los servicios públicos y subsidios al transporte en el área metropolitana, y el “retraso cambiario”; decisiones que naturalmente tendrán consecuencias y un impacto negativo en la opinión pública”. Ya lo había anticipado Domingo Cavallo cuando disertó en la sede de la Asociación Dirigentes de Empresas (ADE) de esta capital, quien además proponía, para bajar la inflación y lograr estabilidad y una reforma monetaria.
Recién el 20 de junio (6 días después de las generales santafesinas) hay que presentar las listas para cargos nacionales. Una eternidad en Argentina.
En el variopinto arco radical se entremezclan las distintas tonalidades. Están los más fuertes que excomulgan el acuerdo con el PRO por estrictas razones ideológicas y de concepción de la política; y los cálidos acuerdistas que de manera pragmática coinciden con Sanz en que la alianza con Macri “es la única vía para volver al poder nacional” (frase que el mismísimo Sanz nos negara enfática y enojosamente el año pasado en su paso por la Legislatura provincial). Aunque el dueño del Pro ya le puso cortapisas: no habrá cogobierno como en Santa Fe (ni Vice radical) donde, de paso, los radicales se le quejan al socialismo por su escasa participación en las decisiones gubernamentales.
Luego hay otra franja de radicales mas tornasolados como el Presidente del Partido Mario Barletta, quien en su momento veía con simpatía el acercamiento con el Pro pero ahora, para no destemplar la relación con sus socios Giustiniani y Javckyn en la puja interna del FPCyS, optó por no apoyar lo decidido en la Convención de Gualeguaychú.
El peronismo (que si hubiere Ley de Lemas hoy orillaría el 60% del caudal electoral) define su voto hacia el “compañero” Omar Perotti y el “properonista” Miguel del Sel, precisamente quien se presenta ante la sociedad electoral como una variante mixturada entre “la no política” (“yo ya estoy hecho, no necesitaría estar acá”, suele repetir) y el político que va por su tercera elección; “Del Sel tiene vuelo propio (en la política), es conocido”, como bien lo define Reutemann.
La negativa a presentarse como candidata a Gobernadora de María Eugenia Bielsa dejó a su bloque de diputados “Encuentro Santafesino” en el más desolado escenario. Ninguno de sus cuatro integrantes (con excepción de Jorge Abello que va por la Comuna de Teodelina) forma parte de lista alguna en cargos legislativos.
En tal sentido Pablo Dibert, presidente de la desolada bancada, ya definió su apoyo al aspirante nacional Daniel Scioli; e intentará convencer a sus compañeros de ruta para alinear el bloque en tal sentido.
Cuando quedan menos de 30 días para las elecciones primarias, la semana que viene se conocerán nuevas encuestas que delinearán las estrategias para los últimos 20 días de campaña (con cuatro feriados adicionales), antes del sprint final que suele darse diez días antes de los comicios.
Los vertiginosos e impredecibles acontecimientos nacionales, sea éstos meramente políticos o peligrosamente institucionales, y sus ondas expansivas hacia todo el territorio nacional, deberán ser estrictamente monitoreados por los sismógrafos políticos locales.




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