jueves, 26 de noviembre de 2015

Inmigrantes: al primer ministro de Hungría no se la cuentan…

por Enrique de Zwart
El primer ministro húngaro Viktor Orbán es de lejos el líder político más eficaz hoy en cargo tratando de contener la avalancha inmigratoria predicha hace años por Jean Raspail en Le Camp des Saints.

La erección de un muro en la frontera sur de Hungría ha cortado el influjo descontrolado de migrantes a su país. Su partido, Fidesz, habla explícitamente sobre cómo la inmigración es una poderosa arma político-demográfica: “Esto [la inmigración] es el arma que ellos, las manos invisibles, han empleado contra Europa”. Además no titubea en dar los nombres de los responsables.
Pero Orbán no está solo en el intento de salvar a la nación magiar. El primer ministro decidió recientemente dedicar todo un discurso en el congreso anual del Partido Popular Europeo (PPE) al tema de la inmigración. El PPE es la agrupación paraguas de los principales partidos conservadores y cristianos-demócratas, que incluye al Fidesz de Orbán y los demócrata-cristianos de Angela Merkel. Los asistentes al Congreso incluyeron Merkel y el primer ministro español Mariano Rajoy, entre otros.
Orbán recalcó que el destino de Europa está en juego (1):
“Hoy me gustaría hablar de la crisis migratoria. Este problema va a determinar el futuro de nuestra familia política. Estamos ante un problema profundo. La crisis migratoria es capaz de desestabilizar a gobiernos, países y a todo el continente europeo…
El peligro al que nos enfrentamos demanda una discusión abierta y honesta. En primer lugar, queridos amigos, lo que hemos estado enfrentando no es una crisis de refugiados. Se trata de un movimiento migratorio compuesto por inmigrantes económicos, refugiados y también combatientes extranjeros. Se trata de un proceso no controlado y no reglamentado. Me gustaría recordarles que la libre elección de un país anfitrión no está incluida en el derecho internacional. También quiero subrayar que existe una fuente prácticamente ilimitada de personas, después de Siria, Irak, Pakistán, Afganistán, África está ahora también en movimiento. La dimensión y el volumen del peligro están muy por encima de nuestras expectativas…
Considerarlos como víctimas [a los migrantes] no debe convertirnos a nosotros en víctimas. El hecho de que no los consideremos enemigos no implica que tengamos que actuar contra nosotros mismos. Nuestra responsabilidad moral es devolver a estas personas sus hogares y sus países. […] El estilo de vida alemán, austríaco y húngaro no es un derecho básico para todas las personas en la tierra. Es sólo un derecho de aquellos que han contribuido a ellos. Europa no es capaz de aceptar todos los que quieren una vida mejor. Tenemos que ayudarles a recuperar sus propias vidas con dignidad y tenemos que enviarlos de vuelta a sus países de origen”.
Orbán hace hincapié en que el accionar de las elites europeas no sigue los principios democráticos básicos. Los medios de comunicación liberales tergiversan la crisis mientras que los gobiernos ignoran la inmensa oposición de la opinión pública a la inmigración: “No podemos evitar hablar de la calidad de nuestras democracias. ¿Es acorde con la libertad de información y de expresión que los medios de comunicación muestren mayoritariamente mujeres y niños, cuando el setenta por ciento de los migrantes son hombres jóvenes y se ven como un ejército? ¿Por qué nuestros pueblos sienten que su opinión no es considerada? Y tenemos que abordar la cuestión de si nuestra gente quiere lo que ha estado sucediendo. ¿Tenemos la autorización de ellos para permitir a millones de migrantes entrar en nuestro continente? ¿Tenemos la autorización para no cumplir con la normativa de Schengen por meses? No, señores delegados, no la tenemos. Y ya no es más un argumento convincente que lo hemos estado haciendo por una emergencia. Creo que tenemos que juntar todo nuestro coraje, terminar con lo políticamente correcto y poner en marcha un gran debate. Tenemos que discutir nuestras propias intenciones con respecto a nuestro propio continente sin hipocresía ni fariseísmo. ¿Qué pensamos sobre nuestra herencia para la civilización? ¿Es posible que el cambio de patrones culturales sea forzado externamente? ¿Aceptamos sociedades paralelas? O defendemos nuestro camino basado en el imperio de la ley tolerante y de la vida que hemos vivido hasta ahora?”.
Orbán exhorta a no depender de Turquía para la seguridad de Europa: “Europa es actualmente rica y débil […] la mezcla más peligrosa posible. Parecemos no ser capaces de superar los desafíos por cuenta propia. Turquía es un importante socio estratégico. Pero si debido a la falta de poder propio debemos esperar la solución de ellos… nos dejará expuestos. Esta es la situación actual de Europa. […] Si no somos capaces de [defender nuestras fronteras] en Grecia, que es la puerta oriental de los Balcanes y la primer línea de defensa, entonces tenemos que hacerlo en la puerta occidental de los Balcanes en Hungría y Eslovenia”.
Una siniestra táctica recomendada por Bertolt Brecht (“disuelvan al pueblo y elijan uno nuevo”) luego de las revueltas anti-comunistas en la antigua Alemania Oriental, y empleada por Stalin en la URSS fue la de lograr fines políticos mediante brutales cambios demográficos. Orbán ataca a la izquierda por importar votos mediante la inmigración: “No podemos ocultar el hecho de que la izquierda europea tiene una agenda clara. Ellos apoyan la migración. Detrás de la fachada humanitaria de hecho importan futuros votantes de izquierda a Europa. Es un viejo truco, pero no entiendo por qué tenemos que aceptarlo. Consideran el registro de personas y la protección de fronteras como burocracia, nacionalista y contra los derechos humanos. Tienen un sueño sobre la sociedad mundial políticamente construido sin las tradiciones religiosas, sin fronteras, sin naciones. Atacan los valores fundamentales de nuestra identidad europea: la familia, la nación, la subsidiariedad y la responsabilidad”.
Orbán concluye: “Nuestra responsabilidad es para con el pueblo. Escuchemos a la gente. Seamos determinados, defendamos Europa. ¡No dejemos que la izquierda destruya y reconstruya Europa! ¡No permitamos que derroquen al alma de Europa! ¡No dejemos que los liberales y los socialistas separen a Europa de su gente!”


A Orbán no se la cuentan…


(1) El discurso completo que traducimos puede leerse aquí http://www.kormany.hu/en/the-prime-minister/the-prime-minister-s-speeches/speech-of-viktor-orban-at-the-epp-congress20151024
Orban se lanzó tambien abiertamente contra Soros acusándolo de financiar la destrucción de Europa mediante inmigración y cambios de gobiernos (las llamadas revoluciones de color).
http://www.lavanguardia.com/internacional/20151030/54437568337/orban-soros-flujo-migratorio-europa.html


NOV 3/2015

Publicado por quenotelacuenten

No hay comentarios:

Publicar un comentario