por Guillermo Cherashny
Anteayer a las 23 hs. estaba todo cocinado en la Cámara de Diputados de la Provincia de Bs.As. para que se aprobara un endeudamiento de 65.000 millones de pesos -lejos de los 100.000 que necesita el gobierno de Vidal-, con el apoyo del Frente Renovador, que tiene 57 diputados sobre 92, es decir, sólo le faltaban tres legisladores.
El FpV tiene 36 y había 12 de los que responden al peronismo tradicional que querían votar el endeudamiento, el presupuesto y las emergencias en seguridad, penitenciarías y de salud.
Pero después de un llamado de Cristina, José Ottavis, presidente del bloque del FpV, expuso su pliego de condiciones para aprobar esos pedidos, a saber: 1) archivo de la causa Hotesur, 2) archivar todas las causas de Lázaro Báez que impliquen responsabilidad de la ex presidente, 3) desestimar la acusación de traición a la patria contra CFK que está estudiando un fiscal federal, 4) aprobar a Ricardo Echegaray en la Auditoría General de la Nación. Todo esto, en principio, porque en el Senado de la Provincia habría más demandas, lo que obligó a Jorge Sarghini y Manuel Mosca, las autoridades de la Cámara, a terminar las conversaciones y, si bien se podría sesionar el 6 de enero, en el Gobienro provincial no firman el despacho porque no quieren pasar otra payasada parecida y mucho menos garantizar cuestiones que tienen que ver con la Justicia Federal.
Ahora se espera que el grupo de los ocho intendentes que no responden a la conducción de CFK -como Insaurralde, Cascallares, Gray, Zavaleta, Menéndez y otros- más presiones a algunos legisladores, aunque no tienen representantes. Pero como dijimos, hay doce que responden al peronismo ortodoxo que tenían ganas de votar pero fueron amenazados por Ottavis, quien les pasaba el celular con la presidente, que los intimaba a no dar quórum porque, en caso contrario, difundiría videos y cuentas bancarias de todos ellos, que la presidente posee gracias al Teniente General César Milani.
Si bien hay algunos que recién asumen, ocuparon cargos en intendencias o en el gobierno provincial y parece que tienen el traste sucio o bien están limpios pero temen un escrache en los medios adictos a la ex presidente.
Así las cosas, poco se puede esperar que los diputados entren en razón y se pueda sesionar el 6 de enero, pero los intendentes peronistas -más de 40- no podrán pagar sueldos y, por lo tanto, algún arreglo tendrá que darse y eso puede ocurrir si tres de los 12 rebeldes cruzan el Rubicón y votan el presupuesto.
Informador Público • 31/12/2015 •
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