jueves, 19 de mayo de 2016

Povia, un cantautor sin miedo: de «Luca era gay» a la canción que denuncia al masón Garibaldi.



«Al Sud», comprometido himno al reino católico de las Dos Sicilias.
Povia, un cantautor sin miedo: de «Luca era gay» a la canción que denuncia al masón Garibaldi.
Povia apunta a Garibaldi como responsable del inicio de los males del Sur de Italia.
por Carmelo López-Arias /
Povia no tuvo reparos en componer Luca era gay, ganándose el calificativo de "homófobo" por parte del lobby LGTBI solamente por cantar la historia de una persona que cambia y supera su atracción por el mismo sexo. Y ahora lanza Al Sud [En el Sur], un bellísimo tema homenaje al Reino católico de las Dos Sicilias y a la historia olvidada del Sur de Italia, en tiempos próspero y poderoso y hoy pobre y subsidiado. Además, señala con nombre y apellidos un responsable sobre el terreno, nombre "intocable" para la historia oficial de su país: Giuseppe Garibaldi (1807-1882), masón y anticlerical, uno de los principales artífices de la unidad de Italia a costa de los Estados Pontificios y de ese Meridione al que ahora canta Povia.
Siempre inconformista
Giuseppe Povia nació en Milán en 1972 (en el norte, pues, aunque él es originario de la Apulia) y desde sus primeros pasos en la carrera musical ha buscado aportar a sus canciones compromiso y autenticidad, sin merma de la poesía, por un lado, y la comercialidad, por otro, de sus temas. En 2003, por ejemplo, ganó la decimocuarta edición del Premio Ciudad de Recanati (hoy Premio Musicultura) con Mia sorella [Mi hermana], sobre la anorexia y la bulimia, recibiendo los elogios de algunos de los grandes poetas italianos del momento, como Alda Merini, Fernanda Pivano o Dacia Maraini.
En 2005 participó fuera de concurso en el Festival de San Remo con la canción I bambini fanno ooh... [Los niños hacen ooh...], que permaneció 20 semanas en cabeza de las listas de éxitos, vendió más de 210.000 unidades, se tradujo al español, recibió de Sony Musica el reconocimiento como tema más descargado en los teléfonos móviles (medio millón de descargas) y fue adoptada como sintonía de RAI International y para una compaña en favor de los niños víctimas de la limpieza étnica de Darfur (Sudán).

En 2006 ganó la 56ª edición del Festival de San Remo con Vorrei avere il becco [Querría tener pico], en 2007 actuó en el Family Day [Día de la Familia] de Roma contra la aprobación de la ley de uniones de hecho, y en 2009 quedó segundo en la 59ª edición de San Remo con una canción transgresora de toda corrección política: Luca era gay, desde entonces convertida en un himno de esperanza para las personas que cambian su atracción por el mismo sexo. El tema estaba inspirado en una persona de carne y hueso: Luca di Tolve.
En 2011 lanzó un CD dedicado a los niños, a partir de 2012 empezó a hacer un Tour anual bajo el lema Siamo italiani [Somos italianos], en 2013 puso en marcha un proyecto en escuelas e institutos que le llevó a contactar con seis mil jóvenes en torno a los temas sociales de sus canciones...
Un Rey católico que no traicionó al Papa
Y acaba de salir Al Sud, donde plantea sin ambages el daño que la unificación de Italia hizo al Sur del país al eliminar las estructuras políticas del Reino católico de las Dos Sicilias. Algo que se hizo con un objetivo definido: como declaró el historiador Maurizio Di Giovine a ReL, "el proceso de unificación política de la península italiana fue fruto de una gran intriga internacional encabezada por Inglaterra cuyo fin último era destruir los reinos católicos para aislar al Papado y, en última instancia, destruir el primado de la Iglesia". El Reino de Nápoles (o Dos Sicilias) era el principal obstáculo. 
En la canción, Povia reitera el nombre de Garibaldi, miembro de la masonería, como responsable del latrocinio que siguió a la derrota militar del rey Francisco II, a quien la canción, por el contrario, exalta, destacando la caridad practicada por él y su esposa, María Sofía de Baviera, con los soldados de ambos bandos. 
Francisco II gobernó dos años, entre 1859 y 1861: lo que pudo resistir el asalto de las tropa piamontesas y revolucionarias. En la foto, con su esposa, María Sofía de Baviera.
Francisco rechazó como sacrílega contra la Iglesia la propuesta de repartirse los Estados Pontificios que le hizo el conde de Cavour (Camillo Benso [1810-1861], padre político de la unidad italiana como Garibaldi lo es militar y Giuseppe Mazzini [1805-1872], otro gran anticatólico, lo es ideológico). 
Quedó sellado así el destino del Reino, muchos de cuyos habitantes quedaron condenados durante décadas a la emigración, algo muy presente también en Al Sud.

Recuperación de la verdad histórica
El recuerdo del Reino católico de las Dos Sicilias sigue vivo en el sur de Italia y vive en los últimos años una intensa reivindicación histórica. Povia se ha acercado en los últimos años a ese movimiento. Como cuenta Lettera Napoletana, periódico de la Fundación Il Giglio, que sostiene esta causa, el 23 de abril, quinientas personas que desafiaron a la lluvia se congregaron en Anagni (Frosinone, en el Lacio meridional) para el concierto de presentación de su nuevo álbum, Nuovo Contrordine Mondiale [Nuevo Contra-Orden Mundial], y al escenario subió el profesor Gennaro Di Crescenzo, presidente de los neoborbónicos, "a quien el cantautor dio las gracias mientras ondeaban las banderas de las Dos Sicilias".
Como recoge la Agencia Faro, Giuseppe Povia es consciente de que todos estos compromisos públicos tienen un coste profesional en tiempos de un asfixiante corrección política, pero acepta el desafío con desenvoltura: "Siempre me han apasionado estos temas y cuando me he dado cuenta de que estaba en el buen camino, he comprendido que mi carrera no estaría coronada por el éxito. ¿Un sinsentido sensato, no?".


 ReL (19 mayo 2016)

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