Por: Darío H. Schueri
Varias semanas atrás augurábamos en estas páginas que el PRO no podría hacer base en Santa Fe mientras el FPCyS siguiera vigoroso.
Y menos aún si la gestión gubernamental remontare – tan vertiginosamente – el escuálido triple empate del año pasado. Hoy Lifschitz aventaja a Mauricio Macri por no menos de diez puntos en la Provincia de Santa Fe. Y ahí podría estar la semilla de la discordia.
El Presidente, más allá del hastío por las frecuentes críticas y – al decir de los referentes locales del PRO – descomedidos gestos del socialismo para con la gestión nacional, (que no pueden ser rebatidas por sus socios radicales por su doble status) se cargó al hombro la incómoda – para el rango que enviste –casi doméstica faena de mellar al PS, emparentándolo con el defenestrado kirchnerismo que en los cuatro años de gestión de Antonio Bonfatti se especializó en segregar a la Provincia de Santa Fe.
Para el PRO nacional el por ahora desparramado PJ no representa un problema a corto plazo. Pero los enviados del ascendente Sergio Massa deambulan por la Provincia, entusiasman y arman. El Diputado nacional Alejandro Grandinetti, delegado de Massa en la Provincia estará esta semana en Santa Fe capital para entrevistarse con actores gremiales, legislativos y políticos del peronismo.
“Mientras Perotti no se decida a liderar el peronismo, Sergio tratará de comerle todas las fichas que pueda”, urden en el “massismo”.
Retomando el vórtice de la discusión política de la semana pasada, a primera vista podría resultar hasta menospreciativo colegir que la furiosa embestida del mismísimo Presidente Macri hacia el buenazo de Miguel Lifschitz, fue para aguijonear a sus socios radicales en Cambiemos para que de una buena vez tomen ellos la iniciativa de empezar a horadar al FPCyS del que forman parte.
Así y todo no cierra que el mismísimo Presidente de la Nación a un año vista del cierre de listas para las elecciones nacionales de medio término vaya a cargarse sobre sus espaldas, con todos los problemas que lo aquejan, a un respetado Gobernador como Lifschitz; más bien nos inclinamos a pensar que seguramente subyacen otras cuitas más sibilinas.
Lifschiz – quien ordenó a su tropa bajarle los decibeles a la discusión - creyó interpretarlas orillando nuestra reciente línea argumental: "a Macri le molesta la existencia del Frente en Santa Fe" sentenció para agregar que "hay dirigentes locales del PRO muy preocupados en generar fisuras al interior del FPCyS".
¿La clave es la plata?
El sitio de internet porteño Lapoliticaonline dio en el clavo la semana pasada cuando publicó que en la Casa Rosada había caído muy mal el faltazo de los Gobernadores Miguel Lifschitz de Santa Fe y Alberto Rodríguez Saa de San Luis a la cumbre de Gobernadores del venidero viernes 29 en Puerto Madryn, Chubut encabezada por el ministro del Interior de la Nación, Rogelio Frigerio, y en la cual se tratará – aunque no esté en agenda – el nuevo régimen nacional de coparticipación y el Fondo del Conurbano que perjudicaría ostensiblemente a la Provincia de Santa Fe. Lifschitz no asistirá porque no estará en el país; en su reemplazo irá el Vicegbernador Carlos Fascendini.
El gobierno nacional le adeuda a Santa Fe (y también a San Luis, aunque una cifra mucho menor) una suma que orilla los cuarenta mil millones de pesos por la detracción durante años del 15 % de coparticipación para el Ansés. Si bien la comisión bilateral encargada de negociar la forma y los plazos de la devolución está conformada, el propio ex Ministro de Bonfatti Rubén Galassi se encargó de recordárselo a Macri la semana pasada en pleno tiroteo verbal: “primero que Macri se haga cargo de la deuda que la Nación tiene para con Santa Fe por el fallo de la Corte Suprema de Justicia”, le espetó.
La demorada – desde la reforma constitucional de 1994 – reforma de la Ley de Coparticipación Nacional, que el gobierno macrista busca impulsar (el cónclave de Chubut a pesar de no estar en agenda no sería ajeno a ello) implicará también reparar cuestiones claves como la del Fondo del Conurbano bonaerense, que en la década del 90 recibía $650 millones, equivalente en ese entonces al 10% de lo recaudado en Ganancias"; quince años más tarde, ese porcentaje representa una suma mucho más grande, pero Buenos Aires sigue recibiendo el mismo monto (el excedente se reparte entre las Provincias), y corregir esta falla significaría brindarle a Buenos Aires $7000 millones, que deberían resignar otras provincias (no habría más “excedentes”) como Santa Fe.
Siete mil millones de pesos es más o menos lo que percibirá anualmente nuestra Provincia por la no detracción del 15 % para el Ansés. O sea que lo que ganó por un lado, le sería quitado por otro. En la Comisión Federal de Impuestos, los representantes de Santa Fe comenzaron a advertir la problemática, generando las primeras suspicacias de los bonaerenses y el gobierno nacional.
En el ambiente se dice que la propuesta del Ministro Frigerio de devolverle en cinco años a todas las Provincias el 15 % de Ansés, tiene escondido el cuchillo debajo del poncho: no más excedente del Fondo del Conurbano, que iría todo para María Eugenia Vidal, Gobernadora del distrito clave en las elecciones del año que viene para el futuro del macrismo.
Si bien en el macrismo vernáculo dicen que los PS viven pasando facturas por la millonaria deuda histórica del caso Ansés, por la apertura de importaciones; por las suspensiones de trabajadores; por el tarifazo, por la “política neoliberal” de Macri. Que regañan la falta de asistencia para la inundación (aunque el gobierno nacional asegure lo contrario) y la reactivación homeopática de obras públicas nacionales, aseguran que “Santa Fe recibirá la mayor obra pública nacional de la historia”.
El Ministro de la Producciòn de Santa Fe Luis Contigiani, uno de los más duros observadores de la realidad se defiende: “lo que expreso en los Medios fue lo que manifesté delante del Gobernador en el Consejo Económico Social de la provincia la semana pasada: hago un análisis diferenciado por sectores, y me paro en los que perdieron muy fuerte: pymes, comercio, mercado interno, temas tales como importaciones, tarifas, emergencia; como también hablo de los sectores ganadores en el primer semestre: agroexportadores y sistema financiero, contraponiendo el esquema monetario y el desarrollista”.
En la contraofensiva frentista a los “desafortunados” – según el Gobernador – dichos del Presidente, el ex Gobernador Bonfatti, Galassi y hasta el diputado radical Jorge Henn pugnaron por quien era más contundente con el Ing. Macri. Más prudente, rayano en lo ambiguo fue la mirada del presidente del radicalismo nacional e intendente de Santa Fe José Corral, de quien no se pueden esperar voces altisonantes en ninguno de los sentidos por formar parte de dos familias a la misma vez.
El titular de la UCR provincial Julián Galdeano optó por quitarle dramatismo a la cuestión y pararse como admonitorio para las dos partes planteando que la pelea entre provincia y el gobierno "no construye" y que existen "más coincidencias que diferencias". De hecho el propio Gobernador Lifschitz, a manera de clausura de la controversia hizo notar que no se considera “un opositor aguerrido al gobierno” y que es optimista: “no veo un panorama sombrío, soy optimista de los próximos tiempos; me interesa que le vaya bien".
Estos encontronazos seguirán hasta el armado de listas provinciales el año que viene (que sucederá en el segundo trimestre más o menos) donde ya se transformará en una pelea frontal, toda vez que el macrismo le urgirá definiciones al radicalismo. “Nosotros ya le avisamos al PRO que en las elecciones provinciales del año que viene vamos como Partido dentro del FPCyS”, afirmó el diputado nacional radical Cambiemos Hugo Marcucci.
La sentencia incluía el dato de que el PRO no podrá utilizar la sigla Cambiemos en las elecciones provinciales; pero agregaba un dato relevante: “de la misma manera le avisamos al socialismo que en las elecciones nacionales de Octubre vamos con Cambiemos”.
El 9 de agosto en Capital Federal se oficializará la mesa provincial de Cambiemos que tuvo su partida de nacimiento el 28 de mayo en esta capital. ¿Qué sectores radicales la integrarán?. Naturalmente el Grupo Universidad (Corral, Barletta) y el MAR; aunque en esta última agrupación habría “mar de fondo”, pues algunos destacados integrantes dejaron entrever que “la presencia en Buenos Aires de algunos dirigentes (Galdeano, Mascheroni) no implicará que el sector forme parte de Cambiemos”.
Como se puede advertir, resulta complicado orientar el rumbo de una familia ensamblada con los tuyos, los míos y los nuestros.
Desde Santa Fe (24/7/16)
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