domingo, 25 de septiembre de 2016

Trump trabaja con 34 asesores católicos para un programa en favor de la vida y la libertad religiosa.


Entre ellos, el padre Pavone, Rick Santorum y Tom Monagham
Donald Trump intervino a principios de septiembre en la Cumbre de Votantes con Valores.
por Carmelo López-Arias
El pasado jueves, el blog de Thomas Fitzgerald en Philly.com desvelaba que el candidanto republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, ha designado un grupo de "pesos pesados" del catolicismo norteamericano para que le asesoren en su programa y en la relación con los votantes católicos, que se presumen decisivos para determinar el próximo 8 de noviembre quién ocupará el Despacho Oval de la Casa Blanca.
El distanciamiento con Francisco
Actualmente, según las encuestas, Hillary Clinton aventaja a Trump en el voto de los católicos por 23 puntos (55 a 32), mientras que en 2012 Barack Obama sólo ganó a Mitt Romney entre los católicos por 2 puntos (50 a 48).
Buena parte de este distanciamiento procede de la oposición de Trump a la inmigración ilegal, mayoritariamente hispana y católica, y a su enfrentamiento con el Papa por ese motivo.
El pasado 18 de febrero, durante su vuelo de regreso del viaje apostólico a México, los periodistas le preguntaron al pontífice por las declaraciones del candidato republicano proponiendo la construcción de un muro en la frontera mexicana. "Una persona que piensa sólo en hacer muros, sea donde sea, y no hacer puentes, no es cristiano. Esto no está en Evangelio. Después, lo que usted me decía, sobre qué aconsejaría, votar o no votar, no me meto. Solo digo: este hombre no es cristiano si es que dice esto así, hay que ver si dijo así las cosas, y doy el beneficio de la duda", dijo Francisco. Trump no tardó en contestar: "Es vergonzoso que un líder religioso cuestione la fe de una persona".
Un equipo influyente
¿Quiénes son las 34 personas llamadas a reparar esta brecha? 
Entre los católicos que están colaborando con él para la elaboración de su programa, todos ellos relevantes políticos o personajes públicos de la economía y la cultura, destacan algunos nombres:
-Rick Santorum, antiguo senador y aspirante a la nominación republicana en 2012, y actualmente CEO de EcoLight Studios, una productora de cine cristiano.
-Marjorie Dannenfelser, presidenta de la Susan B. Anthony List, un lobby provida que, entre otras cosas, hace un seguimiento exhaustivo del posicionamiento ante el aborto de los políticos estadounienses como orientación para el voto.
-Francis Rooney, embajador de Estados Unidos ante la Santa Sede entre 2005 y 2008.
-Frank Pavone, sacerdote y presidente de Priests for Life [Sacerdotes por la Vida], una de las organizaciones católicas pro vida más activas e influyentes del país.

El sacerdote Frank Pavone, a pie de calle contra el aborto en la Marcha por la Vida de Washington en 2012.


-Sam Brownback, gobernador de Kansas y siempre en las quinielas como aspirante futuro a la Presidencia, evangélico que se convirtió al catolicismo a raíz de sus conversaciones con Paul Ryan durante la campaña presidencial de Mitt Romney en 2012 (Ryan, actual speaker de la Cámara de Representantes, iba en su ticket como vicepresidente y según George Weigel es la tercera gran esperanza de la doctrina social de la Iglesia en Estados Unidos).
-Tom Monagham, que fundó Domino's Pizza y cuando la vendió en 1998 invirtió su fortuna en establecer una universidad católica, la Ave Maria University, en Florida, donde da clases, entre otros, el historiador Joseph Pearce.
Libertad religiosa, aborto, jueces del Tribunal Supremo
La influencia de todas estas personalidades ya se está notando en el programa del candidato. Este viernes dio a conocer algunos Asuntos de importancia para los católicos, entre los que figuran tres de máxima relevancia en la orientación del voto católico.
-Libertad religiosa: Trump se compromete a defender "las profundas creencias religiosas de los católicos y de los estadounidenses de todas las creencias". En particular, "las Hermanitas de los Pobres [acosadas por la Administración Obama por negarse a aplicar su mandato abortista] o cualquier otra orden religiosa" verán siempre protegida su libertad religiosa "y no tendrán que enfrentarse al acoso del gobierno por sus convicciones religiosas". (Un reciente informe de la Administración Obama identifica libertad religiosa con intolerancia.)
En su comentario semanal, el padre Santiago Martín ha destacado que la libertad religiosa está en juego en estas elecciones presidenciales.
-Aborto: "Soy y seguiré siendo provida. La financiación pública al negocio del aborto es un insulto a la gente de fe y una ofensa al buen gobierno. Trabajaré para apoyar la dignidad de la vida humana desde la concepción a su muerte natural y digna". En este punto el contraste entre Trump y Hillary Clinton no puede ser más palpable. Planned Parenthood financia la campaña de Hillary Clinton, quien a su vez apoyó a esa multinacional del aborto cuando se descubrió que hacía negocio con los órganos de los niños que mata en sus abortorios. Por su parte, Trump eligió como candidato a vicepresidente a Mike Pence, gobernador de Indiana con uno de los mejores currículos políticos de acciones concretas a favor de la vida, y contrario al "matrimonio" homosexual.

Mike Pence, en marzo de 2015 en el momento de firmar una ley para la protección de la libertad religiosa en Indiana.
-Nombramientos judiciales: "Nombraré jueces para el Tribunal Supremo que sean como el último y querido gran pensador y jurista católico que fue el juez Antonin Scalia", cuyo inesperado fallecimiento el 13 de febrero conmovió al país, como también lo hizo la impresionante homilía de su hijo sacerdote en su funeral.
Precisamente el nombramiento de jueces para el Tribunal Supremo, más aún que cualquier otra consideración (por tratarse de cargos vitalicios que prolongan su influencia durante lustros), está pesando en muchos católicos a la hora de decidir su voto.
El caso más relevante es el de Joseph Cella, miembro de este equipo de consejeros y fundador del Desayuno Nacional Católico de Oración, donde intervino todos los años de 2005 a 2008 el presidente George Bush. Cella manifestó meses atrás su opinión de que Trump era "inapropiado" para ser presidente, pero ha cambiado de postura precisamente porque "la próxima Administración tendrá que cubrir entre 3 y 5 vacantes del Tribunal Supremo; Trump ha manifestado su intención de nombrar jueces del estilo de Antonin Scalia; Hillary Clinton ha prometido hacer justo lo contrario".
Este punto está siendo decisivo, y no solo entre los católicos. Ted Cruz, protestante, quien compitió en la carrera por la nominación republicana, anunció este viernes que votará por Trump precisamente porque nombrará para el Tribunal Supremo "jueces del estilo de Scalia".
Una victoria posible
¿Puede ganar las elecciones Donald Trump?
En las cuatro últimas batallas presidenciales (las victorias de George W. Bush en 2000 y 2004 y de Barack Obama en 2008 y 2012), sólo diez estados han variado su voto, inclinándose los demás uniformemente por republicanos o demócratas. Esos diez estados son Carolina del Norte, Colorado, Florida, Indiana, Iowa, Nevada, New Hampshire, Nuevo México, Ohio y Virginia. 
De esos diez estados, por el número de votos electorales en juego los más importantes son Florida (29), Ohio (18), Carolina del Norte (15), Virginia (13) e Indiana (11), y en todos ellos, salvo Virginia, el candidato republicano ha conseguido darle la vuelta a las encuestas y las lidera ahora, si bien en los tres primeros la distancia es mínima.
El debate de este lunes se presenta, pues, decisivo, tras los dos graves errores de Clinton en los últimos días: mentir sobre su salud tras su amago de desmayo en los actos del 11-S y llamar "deplorables" a la mitad de los electores de Trump, quien no tardó en aprovechar el traspié de Hillary.
Al poco se presentó en un mitin, precisamente en Miami, en el estado clave de Florida, acompañado de la música e iconografía de la película Los Miserables y un saludo a los presentes: "¡Bienvenidos todos vosotros, deplorables!".
En la letra de Los Miserables, hecha suya por el candidato, el pueblo canta: "Ésta es la música de quienes no volverán a ser esclavos". Parece pensada para la dictadura ideológica que anuncia Hillary Clinton y detestan los deplorables defensores de la vida del no nacido y de la libertad de las instituciones católicas.



ReL24 septiembre 2016

    

No hay comentarios:

Publicar un comentario