por Carlos Lazzarini
El PJ quiere la foto del verano. La flamante conducción del PJ bonaerense la programa para mediados de enero en Santa Teresita.
¿Cómo sería esa foto ideal? Con todos en cuadro, incluidos Massa y Randazzo. Y con los K, en el mejor de los casos, algo desenfocados. Distantes. Después de haberse sumado a Unidad Ciudadana para cuidar los porotos en sus distritos, ahora los quieren lejos.
Al PJ siempre le sobran motivos para juntarse en la costa bonaerense en plena temporada. En esta oportunidad la excusa será el reparto de las secretarias del Partido. Pero lo cierto es que tanto el intendente de Merlo y flamante presidente del PJ bonaerense, Gustavo Menéndez, como los que comparten la conducción partidaria, quieren que lo de unidos y renovados no sea solo un slogan. Están algo ansiosos por empezar a mostrar resultados. Un poco porque buscan consolidar el espacio y su posición, y otro tanto apremiados por el calendario electoral. No hay mucho tiempo, pareciera, para que el PJ puede delinear una opción competitiva para 2019 en provincia de Buenos Aires.
Aunque conversaciones hay todo el tiempo, y la posibilidad no es tan lejana como lo fue antes de las elecciones de medio término, tal vez se necesiten otros tiempos. Otra maduración. Ir viendo. Será difícil que el líder del Frente Renovador apresure sus pasos. Tal vez sea distinta la situación de Randazzo, quien nunca se fue del PJ, aunque vio como los que decían acompañarlo finalmente corrieron al calor de los votos de CFK. Hay que ver si cicatrizaron algunas heridas para dar el consentimiento al retrato buscado.
Al PJ siempre le sobran motivos para juntarse en la costa bonaerense en plena temporada. En esta oportunidad la excusa será el reparto de las secretarias del Partido. Pero lo cierto es que tanto el intendente de Merlo y flamante presidente del PJ bonaerense, Gustavo Menéndez, como los que comparten la conducción partidaria, quieren que lo de unidos y renovados no sea solo un slogan. Están algo ansiosos por empezar a mostrar resultados. Un poco porque buscan consolidar el espacio y su posición, y otro tanto apremiados por el calendario electoral. No hay mucho tiempo, pareciera, para que el PJ puede delinear una opción competitiva para 2019 en provincia de Buenos Aires.
Aunque conversaciones hay todo el tiempo, y la posibilidad no es tan lejana como lo fue antes de las elecciones de medio término, tal vez se necesiten otros tiempos. Otra maduración. Ir viendo. Será difícil que el líder del Frente Renovador apresure sus pasos. Tal vez sea distinta la situación de Randazzo, quien nunca se fue del PJ, aunque vio como los que decían acompañarlo finalmente corrieron al calor de los votos de CFK. Hay que ver si cicatrizaron algunas heridas para dar el consentimiento al retrato buscado.
DialoguismoHoras clave para la provincia de Buenos Aires. Se descuenta que, aunque se requieran los dos tercios de las cámaras de la Legislatura bonaerense para aprobar la adhesión al Pacto Fiscal firmado por el gobierno nacional con los gobernadores, el oficialismo conseguirá los votos. Justamente el PJ dialoguista que encabeza Insaurralde dará su conformidad, lo mismo hará el Frente Renovador y otras expresiones del PJ, salvo los enrolados en Unidad Ciudadana.
La posibilidad de recuperar más de 60 mil millones en concepto de coparticipación, deja sin argumentos para el rechazo. Habrá objeciones a la forma de repartir los recursos con los municipios, una discusión interesante que tal vez empiece a darse durante 2018. Será un expreso pedido de algunas fuerzas opositoras. Los K sostendrán su rechazo en la forma en que se consiguieron esos recursos, derivados de la quita en la forma de calcular la indexación de los salarios de los jubilados. También se objetaran cuestiones impositivas que vienen incluidas en el Pacto sellado con gobernadores.
Repetimos un tema que no será menor en los tiempos por venir: la forma de discutir la coparticipación con los intendentes, el destino de los fondos conseguidos para atender las necesidades del Conurbano pero sobre todo para ensayar una verdadera transformación, y la posibilidad latente de dividir a los guiños distritos como La Matanza. Otros más ambiciosos pretenden incluso una división de la provincia. Ya circulan textos de especialistas y algunos políticos, como el caso de Monzó, hasta lo dijeron en público.
Por caso, en la nueva estructura ministerial, la gobernadora Vidal ya dispuso la creación de un área específica que se encargará de la intervención en asentamientos de distritos calientes del conurbano. Será tema de seguimiento, seguramente, de las distintas fuerzas políticas.
Así, el PJ busca su foto, la que le empiece dar forma a los deseos de Unidad y Renovación que por ahora no deja de ser un nombre y una intención. El gobierno de Vidal, en cambio, cerrar el año con la mayoría de las reformas aprobadas y con acuerdos sellados con los distintos bloques para no tener sorpresas, aunque tiene números contundentes como para avanzar sin problemas.
InformadorPúblico.com • 28/12/2017 •
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