viernes, 6 de julio de 2018

Holanda: pretenden extraer los órganos a pacientes vivos que aguardan la eutanasia.



Consideraciones éticas y jurídicas del Bioderecho personalista.
Por Carlos Alvarez Cozzi


Informan los portales de noticias digitales que el investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maastricht, Jan Bollen, propone que los médicos puedan extraer los órganos de pacientes vivos que hayan solicitado la eutanasia, legal en países como Bélgica y Holanda, para asegurar los trasplantes. Asegura que los “los órganos frescos mejorarían las posibilidades de que el trasplante tenga éxito”. (http://www.actuall.com/vida/la-donacion-de-organos-un-estimulo-en-holanda-para-pedir-la-eutanasia/)

Este investigador trata de fundamentar en un artículo de la revista científica Journal of Medical Ethics, “que los pacientes que han pedido que les maten pueden ofrecer de la misma manera sus órganos para mejorar su calidad en los trasplantes”.

Sin embargo, el reglamento que se aplica sobre los donantes que ya han fallecido, advierte que las donaciones no deben causar o acelerar la muerte de los pacientes. Es por ello que los autores del artículo han pedido la anulación de esta regla, que requiere que un paciente muera de forma natural, de una lesión o enfermedad, antes de que sus órganos vitales puedan ser donados. En estos casos, la muerte se produciría por quitar a los pacientes sus órganos.
Sorprendentemente Bollen, por el contrario, afirma que, dado que el paciente ha decidido pedir la eutanasia no vale la pena esperar el tiempo que va desde que se produce el paro cardíaco hasta que se pueden realizar las “adquisiciones”, ya que este retraso provoca su deterioro. 

Además considera que los pacientes pueden estar motivados a solicitar la eutanasia porque esto les da la oportunidad de ser donantes y ha explicado que “este reglamento no debe ser un obstáculo entre la eutanasia y la donación”, ya que siguen caminos similares, e insta a los médicos a que promocionen “la cosecha en vivo” en lugar de las inyecciones letales.

Este grupo de investigadores sugiere que se realicen cambios en las leyes de eutanasia de sus países para permitir que las personas enfermas, discapacitadas y con enfermedades mentales que quieren morir, opten por la entrega voluntaria de sus órganos.
El artículo concluye con una nota de los autores, en la que afirman que “no es demasiado tarde para que nuestra profesión examine esta nueva ética, y reconozcan lo importante que es para la sociedad humana”.

Además este grupo de investigadores, que aboga por la entrega voluntaria de órganos vitales, afirma que “debemos prepararnos para aplicarlo en un desarrollo racional para el cumplimiento y la mejora de la humanidad”.
De sólo leer estas presuntas apreciaciones científicas se nos eriza la piel. A qué grado de deshumanización y de cultura de la desvinculación se ha llegado en algunos científicos!!! La eutanasia y la muerte asistida ya es por sí mismo un procedimiento objetable desde el punto de vista ético, médico y jurídico, porque dispone de la vida humana no en forma natural. Pero ahora se agrega el agravante que se pretenden extraer órganos en vida del paciente que ha solicitado la muerte asistida, como forma de optimizar la extracción y la conservación de los órganos a trasplantar a otras personas!!!. La vida disponible al máximo, al arbitrio de la medicina y de la ciencia, considerando como medios a las personas que siempre son fines en sí mismas!!!.

El Bioderecho personalista rechaza este tipo de propuestas legislativas que acentuarían la gravedad que “per se” tiene la eutanasia en los Derechos que la autorizan, para dar un paso más y tomar a quien solicita el suicidio asistido como un donante en vivo de órganos, a quien se les puede sacar los mismos con el cuerpo vivo y caliente en lugar de tener que esperar su deceso como la normativa actual establece!.

Notoriamente para algunos parecen no existir límites y quieren seguir actuando como si fueran dioses, decidiendo a quién se le puede mutilar en vivo, fundados en que el mismo ha solicitado el suicidio asistido. La persona que pide el suicidio asistido en los países que lo autoriza, también tiene su dignidad humana y esta propuesta la ignora rotundamente. Esperemos que Holanda y Bélgica no ahonden más el drama del suicido asistido, que ya está incluso legalizado para menores de edad.

Ética Social  6 de julio de 2018

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